Los adictos a las redes sociales tienen mecanismos de toma de la decisiones semejantes a los adictos a drogas o al juego | Por: @linternista
Según un estudio realizado por la Universidad del Estado de Michigan, en colaboración con la Universidad de Monash y la Universidad de McGill, publicado en el Journal of Behavior Addictions los mecanismos de toma de la decisiones de los usuarios con adicción a las redes sociales son semejantes a los de las personas que tienen una adicción a una sustancia o al juego.
Según su co-autor, Antonio Verdejo-García, del Instituto Monash de Neurociencias Cognitivas y Clínicas (MICCN) los resultados del tienen importantes implicaciones sociales.
De acuerdo con un informe australiano del 2018 sobre redes sociales realuzado por la empresa SENSIS, el 37% de los jóvenes de 18 a 29 años se sentía ansioso cuando no podía acceder a sus cuentas de redes sociales y más de un tercio de las personas accede a sus redes sociales más de cinco veces al día.
«El uso de las redes sociales es omnipresente y continúa creciendo, ya que muchas personas muestran un comportamiento ansioso e incluso conflictivo cuando intentan borrarse», según el profesor Verdejo-García.
«Esperamos que los hallazgos de nuestra investigación, que demuestran una similitud de comportamiento entre el uso excesivo del sitio de redes sociales, el uso de sustancias y los trastornos adictivos del comportamiento, puedan influir en las creencias y acciones de los responsables políticos, terapeutas y líderes de la industria tecnológica, para tomar medidas contra el comportamiento problemático on line».
Dos mil quinientos millones de personas en todo el mundo utilizan regularmente sitios de redes sociales (SNS, por sus siglas en inglés), como Facebook, Instagram y Twitter, y este número aumenta cada día a medida que más personas acceden a Internet (Statista, 2018).
Los usuarios de SNS no solo están creando perfiles, sino que pasan periodos de tiempo considerables y recurrentes en estas plataformas observando e interactuando con otras. Por ejemplo, en 2016, Facebook informó que el usuario promedio pasa 50 minutos al día en sus sitios (Stewart, 2016).
Este uso ubicuo y que consume mucho tiempo resulta de los efectos reforzados de las recompensas sociales, ya que los SNS ofrecen recompensas sociales frecuentes y abundantes a sus usuarios (Meshi, Tamir y Heekeren, 2015).
En algunas personas, este refuerzo de comportamiento en los SNS puede llevar a un uso excesivo e inadaptado del SNS (Griffiths, Kuss y Demetrovics, 2014). Los usuarios excesivos de SNS muestran una preocupación por las plataformas de SNS cuando no los están utilizando, la modificación del estado de ánimo cuando acceden a estos sitios y la tolerancia a las recompensas sociales obtenidas en estos sitios.
Estos usuarios excesivos de SNS también experimentan conflictos con otros debido a su uso, y cuando intentan salir, muestran síntomas de abstinencia y, a menudo, recaen. Los estudios de casos también reportan usuarios excesivos de SNS que buscan evaluación clínica y tratamiento (Griffiths et al., 2014; Karaiskos, Tzavellas, Balta, y Paparrigopoulos, 2010).
La severidad de este uso excesivo de SNS y su potencial para ser denominado como una «adicción» se debaten acaloradamente (Carbonell & Panova, 2017) y, lo que es más importante, el uso excesivo de SNS no se incluye actualmente en la quinta edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de Mental. Trastornos (DSM-5; American Psychological Association, 2013).
Sin embargo, existe un claro paralelismo entre los síntomas del uso de sustancias y los trastornos adictivos del comportamiento, según lo define el DSM-5, y los síntomas del uso excesivo de SNS.
De hecho, el paralelo entre el uso excesivo de SNS y el trastorno por uso de sustancias no se detiene en el comportamiento; El trabajo reciente de neuroimagen también ha demostrado similitudes. Por ejemplo, el sistema de recompensa del cerebro, que se compone de regiones como el cuerpo estriado y la amígdala, responde al consumo de drogas (relevante para el trastorno por consumo de sustancias), recompensas monetarias (relevantes al trastorno del juego) y recompensas sociales (relevantes al uso excesivo de SNS ; Meshi, Morawetz, & Heekeren, 2013; Suckling & Nestor, 2017).
Además, las diferencias morfológicas en estas estructuras cerebrales se superponen; por ejemplo, el cuerpo estriado y la amígdala son más pequeños tanto en usuarios excesivos de SNS como en abusadores de sustancias (He, Turel, Brevers y Bechara, 2017; Suckling & Nestor, 2017).
Estas regiones del cerebro calculan el valor durante la toma de decisiones (Bartra, McGuire y Kable, 2013) y, como cabría esperar, los individuos con consumo de sustancias y trastornos de adicción conductuales tienen dificultades para tomar decisiones basadas en valores (Bechara y Martin, 2004).
Para abordar la hipótesis planteada, los investigadores examinaron las diferencias individuales con respecto al uso excesivo de Facebook según lo evaluado por la Escala de Adicción de Facebook de Bergen (BFAS; Andreassen, Torsheim, Brunborg, & Pallesen, 2012) y el desempeño en el IGT. Los investigadores se enfocaron en la plataforma de Facebook, ya que actualmente es el SNS más utilizado en todo el mundo, con 1,47 mil millones de usuarios activos diarios en junio de 2018 (Facebook, 2018).
Además, se evaluaron los niveles de depresión en la muestra para controlarla en el análisis: se ha demostrado que los síntomas depresivos se correlacionan con el grado de uso de SNS (para revisión, ver Baker & Algorta, 2016), y la depresión también se ha asociado con Desempeño deteriorado en la IGT (Must et al., 2006)
El estudio se ha basado en 71 participantes entre las edades de 18-35: primero midió su dependencia psicológica en Facebook, mediante una encuesta (Escala de Adicción de Facebook de Bergen, BFAS por sus siglas en inglés). Posteriormente, los participantes realizaron 100 pruebas del Iowa Gambling Test (IGT), un ejercicio común utilizado por los psicólogos en todo el mundo, para medir la toma de decisiones basada en el valor.
Para completar con éxito la tarea, los usuarios tenían que identificar los mejores patrones. En esta tarea, los participantes trabajaron con cuatro barajas de cartas mostradas en una pantalla. En cada prueba, eligieron una tarjeta y recibieron una cantidad específica de dinero ficticio para esta elección, con el fin de ganar la mayor cantidad de dinero posible.
Se encontró una correlación negativa entre la puntuación BFAS y el rendimiento en el IGT entre los participantes, específicamente en el último bloque de 20 ensayos. No hubo correlaciones entre la puntuación BFAS y el rendimiento de IGT en bloques de ensayos anteriores.
Nuestros resultados demuestran que el uso más severo y excesivo de SNS está asociado con una toma de decisiones basada en valores más deficiente. En particular, nuestros resultados indican que los usuarios excesivos de SNS pueden tomar decisiones más riesgosas durante la tarea IGT.
Este resultado apoya además un paralelo entre personas con problemas, uso excesivo de SNS y personas con uso de sustancias y trastornos de adicción conductuales.
«Nuestro estudio descubrió que al final de la tarea de los juegos de azar, los participantes que obtuvieron los peores resultados eran los que hacían un excesivo uso de las redes sociales», apunta Verdejo-García. «Los resultados hallados son similares a los de las personas que dependen de sustancias, como los opioides, la marihuana, el alcohol y la nicotina, así como a las personas que tienen problemas con el juego».
«Las redes sociales son la nueva forma de comunicarnos con nuestros seres queridos y con fines profesionales; eso de por sí, no es algo malo. Hay muchos beneficios con estar conectado, pero esta investigación advierte que podría ser conveniente poner límites. El uso excesivo podría llevar a la toma de decisiones desacertadas y erróneas. «Queremos sacar a la luz este estudio para resaltar las posibles consecuencias adversas que el uso excesivo de las redes sociales puede tener para nuestra toma de decisiones y el bienestar mental en general».
Fuente: abc.es / akademiai.com