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Entrenar tu mente es tan importante como entrenar tu cuerpo | Por: @linternista

“De la misma forma que el ejercicio físico contribuye a mantener nuestros músculos y articulaciones en buen estado y con ello ganamos en resistencia y fortaleza, la actividad mental sirve para que todas las carpetas y documentos incluidos en nuestro computador, que es el cerebro, se mantengan en forma y actualizadas,» dice el doctor Javier López del Val, neurólogo y miembro de Top Doctors.

«El ordenador nos ofrece de vez en cuando la posibilidad de borrar elementos que no utilizamos a menudo y…. lo mismo hace nuestro cerebro con vivencias, recuerdos o actuaciones que tienen menos interés o que hemos revisado en menor número de ocasiones. Pero la actividad mental es buena no solo en pacientes que pierden memoria, sino en cualquier tipo de persona y a cualquier edad”, argumenta el Dr López.

El culto al cuerpo se ha convertido casi en una obsesión de la sociedad pero pocos se preocupan por cuidar también de nuestro cerebro. El entrenamiento diario no debe ser solo físico sino mental, ya que nuestra cabeza merece las mismas atenciones que el resto del engranaje del que formamos parte.

Afortunadamente sí que hay fórmulas en el día a día como la del omnipresente ‘mindfulness’, la cual no tiene una definición clara más allá de la “atención plena” o la meditación, pero promete ser de gran utilidad para tratar problemas como la ansiedad o el estrés, por ejemplo. Se trata de observar y prestar atención de manera consciente a la experiencia que estás viviendo en ese momento y hacerlo con interés, curiosidad y sobre todo, aceptación.

Una manera que, según los especialistas, hace que se trabaje conscientemente nuestro dolor, enfermedad o cualquier otro desafío de la vida por lo que ayuda a alcanzar un necesario equilibrio interno. La pregunta entonces es, ¿cómo podemos aplicar todo esto al terreno deportivo?

El ‘runfulness’ o cómo correr también con la cabeza

En esta línea es en la que surge el ‘Runfulness’, una práctica de running que se compone de 5 elementos (respiración, mindfulness, armonía, ténica Walden y visualizaciones) como nos explica una de sus creadoras, Pilar Amián: “el Runfulness comunica y enseña una filosofía de vida, no sólo un modo de disfrutar corriendo. Es una actitud no una aptitud. Por eso le llamamos el “Método Walden” en honor a Thoureau, un filósofo americano del mediados del siglo XIX cuya filosofía inspira el método.

El decía en su libro “Walden la Vida en los Bosques”: Casi todas las personas viven la vida en una silenciosa desesperación. Nuestro objetivo es acabar con ella a través de esta forma de moverse. Esta práctica nos obliga a bucear dentro de cada uno, sacar la fuerza Interior que todos llevamos dentro y proyectarla sobre cualquier terreno: el trabajo, la familia, una dieta, un proyecto, cualquiera es válido”. Aquí no se trata de correr por correr o de machacarse en cada sesión, sino de hacerlo al ritmo que te exigen sus emociones. “Pensamos que había un error de base: si hemos “nacido para movernos”, ¿por qué la gente lo odia? (…) Debíamos cambiar el formato, encontrar un modo de hacer que la gente deseara correr”, prosigue la fundadora.

Así fue como nació este sistema que pretende hacer conscientemente determinada actividades que suelen hacerse de forma inconsciente como inspirar y espirar, meditar, sentir nuestro cuerpo, vigilar nuestra postura o tener un control de nuestro movimiento.

“En nuestro día a día estamos acostumbrados a desarrollar estos procesos en piloto automático. A veces actúan en nuestro beneficio, otras funcionan sin más; y otras nos lastran nuestros quehaceres invitándonos a no proseguir en el empeño, como por ejemplo, en el running (…). Es un Active Mental Running: corremos poniendo una intención determinada a cada paso de nuestro movimiento. Si conseguimos controlar estos procesos en el movimiento para que trabajen en nuestro beneficio, esto es, darle la vuelta al fenómeno anterior, hacer lo mismo en otra situación de la vida será pan comido”, cuenta Amián.

La importancia de mantener la mente activa

Todos los expertos coinciden, la actividad mental es satisfactoria y absolutamente necesaria no solo en pacientes con pérdidas de memoria sino en cualquier personas de cualquier edad como recomienda el doctor López del Val: “el ejercicio mental o trabajo de memoria sirve para retrasar y/o frenar el deterioro progresivo que la edad lleva consigo (…) por eso es recomendable en todos los casos, en los sanos para mantener y conservar “útiles” los archivos de nuestro ordenador y en aquellas personas que inician un deterioro cognitivo leve, con muchísima más razón el “trabajo” metal es fundamental.

Hay que recordar que todo aquello que no se utiliza, se olvida y desaparece”. Es más, esta estimulación cognitiva debe ir indudablemente unida al ejercicio físico como herramienta diaria para que el resultado sea del todo favorable como continúa argumentando el neurólogo: «hay un reciente trabajo noruego que compara población anciana activa con población no activa y se confirma que el deterioro motor y cognitivo es muchísimo más prevalente e importante en los inactivos”.

Por este motivo, además de métodos unidos a disciplinas concretas como el running como el mencionado anteriormente, existen otras formas de trabajar conjuntamente nuestro cuerpo y nuestro cerebro que van un paso más allá. Una de ellas es el programa de Fitness Mental, una iniciativa pionera de la Comunidad de Madrid ideada por la maestra Fer González y respaldada por el neurólogo doctor Pedro Luis Guardado cuyo objetivo es mejorar la recirculación de la sangre hacia el cerebro reduciendo los efectos del envejecimiento en la población adulta ganando así en atención, memoria, concentración, tiempo de respuesta, intuición, razonamientos verbales o no verbales… una forma combatir el envejecimiento cerebral dirigida a la población senior con el fin de evitar padecer enfermedades degenerativas como el Alzheimer y otras demencias.

Una sesión de entrenamiento dura una hora y en ella se va alternando trabajo cardiovascular, equilibrios y estiramientos con actividades mentales a base de números, puzzles o imágenes de una forma dinámica. Una forma no solo de prevenir el deterioro cognitivo sino de minimizar el estrés, fomentar las relaciones sociales y mejorar el estado de ánimo, pilares fundamentales para alcanzar ese ansiado equilibrio que todos buscamos.

Fuente: abc.es/summum

Comité editorial medicinapreventiva.info

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