Detectan propensión a seguir personas del mismo nombre en Twitter | Por: @linternista
En 1985 un psicólogo belga llamado Josef Nuttin pidió a sus estudiantes que escogieran su letra favorita entre una pareja o un grupo de tres. Para su sorpresa, encontró que las personas eran más propensas a recoger las letras que aparecían en su propio nombre. Así que alguien que se llame Fernando es más probable que escoja una F en vez de una M, y Julia probablemente escoja una J antes que una S.
Desde entonces, el llamado efecto de la letra en el nombre ha fascinado a los psicólogos, que afirman haber encontrado evidencias de él en todo tipo de entornos diversos. Los trabajos hasta la fecha sugieren que si algo comparte letras de tu nombre, eres más propenso a elegir una marca, vivir en una ciudad o incluso aceptar un trabajo.
Los psicólogos aseguran que el efecto puede explicarse mediante la idea de que la gente prefiere situaciones en las que sientan reflejados de alguna manera, un fenómeno conocido como egoísmo implícito. Pero otros han cuestionado los resultados, lo que sugiere que el efecto de la letra en el nombre es un artefacto estadístico que desaparecería si se analizaran adecuadamente los resultados numéricos.
Ahora nos llega una nueva visión de este fenómeno gracias a la labor de Farshad Kooti en la Universidad del Sur de California en Marina del Rey (EEUU) y su equipo. Los investigadores han buscado evidencias del efecto de la letra en el nombre en Twitter y Google +. Lo que han encontrado es sorprendente: La investigación empieza con una base de datos de 52 millones de usuarios de Twitter que se unieron a la red antes de 2009, y los 1.900 millones de vínculos entre ellos. Luego filtraron todos los que tenían EEUU como base para poder evitar sesgos nacionales.
Después, escogieron las cuentas de Twitter de una serie de marcas conocidas, como Sega, Nintendo, Pepsi y Coca Cola, y analizaron a sus seguidores, o un subconjunto elegido al azar de 1 millón de ellos, para ver cuántos compartían las mismas letras.
Los resultados muestran poca evidencia del efecto de la letra en el nombre. De las ocho marcas, tres mostraron un efecto estadísticamente significativo, tres no mostraron ningún efecto significativo y las dos restantes tuvieron un efecto negativo. “Los resultados sugieren que el efecto de la letra en el nombre sólo existe en algunos casos especiales y no es un concepto generalizable para el seguimiento de marcas en Twitter”, afirma Kooti.
Pero sí encontraron otra cosa. Kooti y su equipo también analizaron su base de datos para encontrar pruebas de que la gente es más propensa a seguir a otras personas con el mismo nombre. Analizaron a personas con cinco nombres populares en EEUU: Michael, John, David, Chris y Brian, y contabilizaron cada vez que seguían a otros usuarios con el mismo nombre.
Los resultados fueron en cierto modo sorprendentes. Los hombres son hasta un 30% más propensos de lo esperado a seguir a alguien del mismo nombre.
Y el efecto es aún más fuerte entre mujeres con los nombres más comunes: Jennifer, Jessica, Ashley, Sarah y Amanda. En este caso, las mujeres son hasta un 45% más propensas de lo esperado a seguir a alguien del mismo nombre.
Es un curioso descubrimiento. Los investigadores aseguran haber tenido en cuenta diversos sesgos, como la posibilidad de que algunos nombres sean más populares entre ciertas razas y grupos étnicos específicos, o que la gente de la misma edad pueda tener nombres similares, etcétera. En cada caso, el efecto del mismo nombre sigue siendo significativo. “Hemos observado un efecto sólido, incluso al tener en cuenta el género, la edad, la raza y el lugar”, señala Kooti.
Por el momento, los investigadores no ofrecen ninguna explicación de por qué el efecto de la letra en el nombre está ausente en estas redes sociales, mientras que el efecto del mismo nombre está tan presente. El egoísmo implícito podría ser una respuesta, pero nadie está seguro. Las sugerencias, por favor, en la sección de comentarios.
Fuente: La Flecha.
Daniel Ricardo Hernández @danielricardoh
Comunicador Social