Chilenas desarrollan espectacular método para cargar la pila del celular | Por: @linternista
Tener una plantita en casa, o cualquier otro sitio, y que este bien cuidada, será la respuesta para cargar la batería de nuestro celular de forma eficiente.
Y esto se logrará gracias a un dispositivo llamado E-Kaia, que ha sido creado por tres jóvenes chilenas Carolina Guerrero (ingeniería industrial), Camila Rupcich (ingeniería informática) y Evelyn Aravena (ingeniería electrónica), y que han logrado demostrar la eficiencia del mismo sin dejar lugar a dudas.
E-Kaia, se encuentra en proceso de registro de patentes y mucho de su funcionamiento es todavía un secreto, pero será una alternativa sustentable a los usuarios de tabletas y teléfonos inteligentes y se trata de «enchufar» el aparato a la planta.
¿Cómo es eso posible?
El mecanismo cuenta con un biocircuito bajo tierra, que genera 5 voltios y 600 miliamperios. Este se conecta al equipo que se quiera recargar a través de un cable USB.
Durante el proceso de fotosíntesis la planta produce materia orgánica que convierte la energía de la luz en energía química. Alrededor de las raíces los microorganismos se encargan de procesar esta energía que la planta utiliza para crecer, y también para generar electrones como productos secundarios.
El dispositivo captura los electrones que no necesita la planta –por es para generar la energía que requiere el equipo electrónico.
Esta conexión permite que en una hora y media pueda dársela carga completa a un celular, tabletas, equipos de sonido o lámparas de bajo consumo, lo cual es relativamente rápido si se compara con las fuentes de energía convencionales.
«La idea es que sea más bonito, para hacerlo comercializable, también que sea portable y resistente, para que pueda usarse sin restricción», comentó a los medios Evelyn Aravena,. Y «Lo bueno es que no existe algo similar en el mundo, por lo que tiene mucho para crecer y ayudar sin dañar el medio ambiente», añadió.
Siempre galardonadas
La idea surge en el 2009, cuando eran estudiantes universitarias en el Duoc UC de Valparaíso y la Universidad Nacional Andrés Bello, en Chile. Y por este proyecto obtuvieron el Premio Nacional Avonni a la Innovacion en el 2014, otorgado por el gobierno chileno.
También formaron parte de los 42 equipos semifinalistas de The International Business Model Competition, uno de los concursos internacionales más prestigiosos del mundo, que es organizado por las universidades de Harvard, Stanford y Brigham Young University (BYU).
En 2015, ganaron el Ají Challenge, una competencia de emprendimiento e innovación de alto impacto. También recibieron respaldo financiero de la Corporación de Fomento de la Producción para la creación del prototipo.
Eduardo Bitran, vicepresidente Ejecutivo de Corfo, comentó que: «Así como ellas hay cientos de emprendedores chilenos que están innovando vinculados a nuestros recursos naturales, también usando las tecnologías digitales, con la expectativa de que van a ser aquellos empresarios que van a permitir una transformación productiva de Chile a una economía más sofisticada, diversificada, más basada en el crecimiento».
Otros competidores a gran escala
A nivel internacional, en Holanda, han desarrollado un proyecto con el mismo concepto, pero a una escala distinta, Plant-e, empresa creadora de la tecnología que utiliza grandes extensiones de plantas como fuente de energía limpia, estima que se está a las puertas de una verdadera revolución, dijo la co-fundadora Marjolein Helder.
Esta compañía se ha abocado a alimentar segmentos de sistemas de alumbrado público, dispositivos de WIFI en espacios abiertos y cargadores de celulares.
A diferencia del proyecto chileno, el implementado en Holanda requiere de más plantas o extensiones de tierra.
Su proceso funciona de la siguiente manera:
Cuando sale el sol, las plantas comienzan su proceso de fotosíntesis. Absorben energía solar y la combinan con su energía, dióxido de carbono y agua, produciendo un azúcar que utilizan para crecer. La mitad de esta azúcar es segregada por la planta en la tierra, donde es descompuesta por bacterias, produciendo protones y electrones. Plant-e coloca un conductor en la tierra, que absorbe los electrones y los transfiere a un dispositivo, de donde se puede conectar el equipo electrónico o artefacto para recargarse.
Un metro cuadrado de jardín, podrían producirse 28 kilovatios hora por año, advirtió Helder a los medios especializados.
De acuerdo con la Administración de Información de Energía de Estados Unidos, un hogar de ese país requeriría aproximadamente 372 metros cuadrados para abastecerse, por lo que aún hay camino por recorrer en esta tecnología.
La compañía aspira implementar sus proceso de generación de electricidad no solo en tierra firme, sino en pantanos y sembradíos de arroz.
Proyecto de alto costo
Se están investigando nuevos materiales que sean más eficientes y económicos, para determinar el costo de venta del cargador del proyecto chileno.
El prototipo tuvo un costo de US$504, lo cual lo haría inaccesible para buena parte del mercado que busca satisfacer.
De acuerdo con la información que han colocado en redes sociales, la estrategia de E-Kaia es iniciar una producción pequeña de dispositivos que les permita generar recursos para luego emprender el proyecto a gran escala, apoyándose en tiendas on line y cadenas de ventas al detal.
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Fuente: El Comercio.
Daniel Hernández
Comunicador Social