El sobrepeso y la obesidad materna aumentan el riesgo de malformaciones congénitas | Por: @linternista
Según señala un estudio sueco publicado el 14 de junio en la versión electrónica de The BMJ, un mayor peso entre las mujeres embarazadas conlleva más riesgo de tener descendencia con malformaciones congénitas importantesen, incluso entre mujeres embarazadas con obesidad.
Desde siempre se ha vinculado la obesidad a un incremento en el riesgo de complicaciones en el embarazo, para las madres y sus lactantes. En el presente estudio se analizaron datos de 1,2 millones de nacimientos en Suecia, y se observó que las probabilidades de problemas como malformaciones cardiacas, malformaciones del sistema nervioso, y deformidades de las extremidades, aumentan junto con la gravedad de la obesidad de las madres al inicio del embarazo.
Para las mujeres con peso normal, el riesgo de malformaciones congénitas graves fue de 3,4%, según reveló el estudio. En las madres con obesidad, el riesgo osciló entre 3,8% y 4,7%, aumentando a medida que las mujeres tenían más exceso de peso, informaron los investigadores.
«El periodo sensible del desarrollo de órganos fetales se da en las primeras ocho semanas del embarazo, siendo precisamente en esta etapa cuando el índice de masa corporal (IMC) puede producir un efecto negativo», expresó la autora principal del estudio, Dra. Martina Persson, del Instituto Karolinska, y el Hospital Pediátrico Sachsska, en Suecia.
«Esto significa que es importante tratar de obtener un peso corporal lo más cercano posible a lo normal antes de la fecundación», señaló la Dra. Persson.
Para evaluar las relaciones de los grados de obesidad materna, así como las probabilidades de malformaciones congénitas, los investigadores examinaron registros de nacimientos únicos en toda Suecia, entre los años 2001 y 2014.
Agruparon a las mujeres con base en el índice de masa corporal en la fecha de su primera consulta prenatal. Las mujeres con peso subnormal tenían un índice de masa corporal de menos de 18,5, las madres con peso normal, un índice de 18,5 a 24,9, y las personas con sobrepeso, un índice de masa corporal de 25 a 29,9.
La subclasificación de la obesidad en las mujeres se realizó de acuerdo a: Clase I (IMC: 30 a 34,9); clase II (IMC: 35 a 39,9); y la obesidad más grave, clase III (IMC: ≥ 40).
En general, 43.550 lactantes (3,5%) tenían malformaciones congénitas importantes. Las malformaciones cardiacas fueron las más frecuentes, seguidas de los defectos de los órganos genitales, las extremidades, el sistema urinario, el aparato digestivo, y el sistema nervioso.
El riesgo general de malformaciones congénitas graves fue de 4,1% para los niños, y 2,8% para las niñas.
Después de considerar otros factores que pueden influir en las probabilidades de malformaciones congénitas, como edad de la madre, estado conyugal, formación educativa, país de nacimiento, y antecedente de tabaquismo, los investigadores observaron que las mujeres con obesidad más grave en el estudio presentaron 37% mayor probabilidad de tener lactantes con malformaciones congénitas, en comparación con las madres con peso normal.
Aunque el número más extenso de malformaciones afectó al corazón, el máximo incremento en el riesgo vinculado a la obesidad fue para los problemas del sistema nervioso. En comparación con las madres con peso normal, el riesgo de malformaciones del sistema nervioso aumentó 44% a 88% conforme se incrementó la gravedad de la obesidad.
Si bien el estudio no demostró por qué la obesidad más grave representó mayor riesgo de malformaciones congénitas, es posible que los problemas de salud relacionados con el exceso de peso, tales como aumento de la inflamación, metabolismo anormal, mayor sensibilidad a la hormona insulina, y alteración de la función vascular, pudieran desempeñar algún papel de importancia, manifestó la Dra. Persson.
El estudio no fue un experimento controlado concebido para demostrar que la obesidad más grave causa directamente mayores probabilidades de malformaciones congénitas.
Otra limitación del estudio consistió en que solo incluyó a nacidos vivos. Los abortos espontáneos, las muertes fetales, y los abortos provocados, son más frecuentes cuando los lactantes tienen malformaciones graves, señalan los autores.
Aun así, el estudio confirma investigación previa que vincula la obesidad con malformaciones congénitas, y ofrece nuevas perspectivas sobre el potencial de la magnitud del peso excesivo de las madres, para influir en las probabilidades de estos problemas en los lactantes, comentó el Dr. Aaron Caughey, Presidente de Obstetricia y Ginecología en la Oregon Health and Science University, en Estados Unidos.
«Esto es importante, pues indica que incluso si una mujer no puede reducir su peso previo al embarazo a uno normal, cualquier reducción de peso puede disminuir el riesgo de complicaciones», manifestó por correo electrónico el Dr. Caughey, quien no intervino en el estudio.
En condiciones ideales, todas las mujeres iniciarían el embarazo con un peso saludable, añadió el Dr. Caughey.
«Quizá esto no sea posible para muchas mujeres, pero aun así, una dieta saludable, y realizar ejercicio con regularidad, son factores realmente importantes», finalizó el Dr. Caughey.
Referencia: Persson M, Cnattingius S, Villamor E, Söderling J, y cols. Risk of major congenital malformations in relation to maternal overweight and obesity severity: cohort study of 1.2 million singletons. BMJ. 14 Jun 2017;357:j2563. doi: 10.1136/bmj.j2563. PMID: 28615173. Artículo
Fuente: espanol.medscape.com