No hay ninguna evidencia para no realizar mamografías en las mujeres mayores de 70 años | Por: @linternista
Algunas Comunidades Autónomas realizan la primera mamografía a la edad de 45 años y otras a la de 50, pero todas coinciden en interrumpirlas al cumplir los 70. Además, el Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de los Estados Unidos (USPSTF) ya estableció en su posicionamiento en 2009 que no hay evidencias de que la prueba sea beneficiosa al llegar a los 75 años. Pero, ¿esto es realmente así? Pues según un estudio dirigido por investigadores de la Universidad de California en San Francisco (EE.UU.), podría ser que no.
La mamografía constituye a día de hoy el examen principal para la detección del cáncer de mama, el tipo de tumor más frecuente entre las mujeres de todo el mundo. Tal es así que las sociedades científicas recomiendan a la población femenina que se someta a su primera mamografía a los 50 años, esto es, el momento en el que comienza a incrementarse el riesgo de desarrollo del tumor. Y asimismo, que las mujeres en muy alto riesgo sopesen realizar la prueba a una edad tan temprana como los 25. Sin embargo, ¿a qué edad debe finalizarse este despistaje del cáncer de mama?
Como explica Cindy S. Lee, directora de esta investigación presentada en el marco de la Reunión Anual 2016 de la Sociedad Norteamericana de Radiología (RSNA) que se está celebrando en Chicago (EE.UU.), «todos los ensayos clínicos aleatorizados y controlados desarrollados previamente han excluido a las mujeres mayores de 75 años, limitando así los datos disponibles a los recogidos en los estudios observacionales pequeños. El resultado es en los últimos años ha habido una gran controversia, debate y diálogo sobre las diferentes guías de práctica clínica para el cribado del cáncer de mama, incluso entre las propias sociedades científicas».
Mayor edad, mayor riesgo
Para llevar a cabo el estudio, los autores analizaron los resultados de las mamografías realizadas a más de 2,5 millones de mujeres mayores de 40 años entre enero de 2008 y diciembre de 2014 en 150 centros hospitalarios estadounidenses y registrados en la Base de Datos Nacional de Mamografía de Estados Unidos (NMD).
Concretamente, y tras incluir a las participantes en grupos de edad con intervalos de cinco años –mujeres de 40-44 años, de 45-49, etc.–, los autores se centraron en cuatro parámetros de evaluación: tasa de detección del cáncer; tasa de repetición de mamografías –o ‘recall rate’, en el que se mide el porcentaje de pacientes que son llamadas para reproducir la prueba y confirmar los resultados–; valor predictivo positivo para recomendar una biopsia, con el que se establece la necesidad de realizar la biopsia dado que el riesgo de tumor no es desdeñable; y tasa de biopsias realizadas.
Los resultados globales mostraron una tasa de detección del tumor de 3,74 casos por cada 1.000 pacientes, una tasa de repetición de mamografías del 10%, un valor predictivo positivo para recomendar una biopsia del 20% y una tasa de biopsias realizadas del 29%.
Y llegados a este punto, ¿cuáles fueron los resultados según aumentó la edad de las pacientes, desde los 40 de la más joven a los 90 de la más mayor? Pues según pasaban los años, se observó una tendencia gradual a una mayor tasa de detección del tumor, a un valor predictivo positivo para recomendar una biopsia superior, y a una mayor tasa de biopsias realizadas. Y asimismo, una tendencia descendente en el caso de la tasa de repetición de mamografías. Unas tendencias, además, que se mantuvieron en las mujeres que habían superado los 75 años.
Como refiere Cindy Lee, «el incremento continuo del índice de detección tumoral y del valor predictivo positivo en mujeres con edades comprendidas entre los 75 y los 90 años no ofrecen una evidencia para que una cesación de la mamografía basada en la edad».
¿Cuándo hay que parar?
Entonces, y contrariamente a como establecen las actuales recomendaciones. ¿deben realizarse mamografías a todas las mujeres que ya han superado los 69 años? Pues no necesariamente. La decisión de continuar o finalizar el cribado debe basarse, en opinión de los autores, tanto en el historial médico como en las preferencias de la paciente.
Como concluye Cindy Lee, «sabemos que el riesgo de cáncer de mama aumenta con la edad. Y dada la incertidumbre y la controversia sobre a qué edad finalizar el cribado de este tumor, hemos querido arrojar un poco de luz utilizando una gran base de datos nacional».
Fuente: abc.es