¿Qué puede significar el que se sientan «mareos»? | Por: @rigotordoc
El término «mareo» es bastante impreciso y a pesar de ello, es utilizado con frecuencia por los pacientes y puede ser descrito como desfallecimiento, aturdimiento, vahído, o inestabilidad. El vértigo, la sensación de movimiento irregular o giratorio, también están incluidos en esta «definición». El mareo, en definitiva, representa una alteración de la sensación subjetiva del paciente en relación con el espacio.
Las causas del mareo son numerosas y es útil considerar causas generales cuando se investiga su etiología:
Tabla: Causas frecuentes de mareo:
Vestibulares periféricas | Vestibulares centrales | Psiquiátricas | No vestibulares ni psiquiátricas |
Vértigo paroxistico benigno | Enfermedad cerebro vascular | Hiperventilación | Presíncope |
Laberintitis | Tumores | Desequilibrio | |
Enfermedad de Meniere | Atrofia cerebelosa | Fármacos | |
Otras: incluidas secundarias a fármacos | Migraña | Alteraciones metabólicas | |
Esclerosis múltiple | Infección | ||
Epilepsia | Traumatismos | ||
Causas desconocidas |
Se calcula que el mareo es responsable de 7 millones de consultas en Estados Unidos anualmente y es una de las razones más frecuente de referencia a neurología y a otorrinolaringología. Los motivos por los que se procede a referir a los pacientes ante este trastorno generalmente benigno son diversos. Puede ser difícil descartar causas potencialmente graves como las de origen cardíaco o neurológico. Por otro lado, en muchas de sus causas, la ausencia de tratamiento específico provoca frustración tanto en el paciente como en el médico.
Las manifestaciones clínicas del mareo son tan diversas como las entidades que pueden causarlo. El hecho de que el mareo suela ser un síntoma frecuente en muchos trastornos dificulta establecer un diagnóstico específico.
Evaluación médica
Es muy importante lograr que el paciente describa con precisión a lo que se refiere al hablar de «mareo» y esta puede ser la clave para su diagnostico correcto. Es muy importante que describa la crisis, el contexto, la duración, el tiempo de evolución y la frecuencia de los episodios. Hay que investigar cualquier factor desencadenante.
Los síntomas concurrentes como náuseas, cefalea (dolor de cabeza), palpitaciones torácicas o acúfenos o tinnitus (zumbidos o silbidos que se escuchan en uno o en ambos oídos) pueden orientar acerca de la causa. Se debe preguntar por cualquier fármaco nuevo o cambio en la medicación. También se debe investigar con respecto a los medicamentos que pudiera estar utilizando, sin importar cuánto tiempo lleva con ellos.
La exploración física, aunque global, con frecuencia se centra en un sistema o aparato específico según los antecedentes y hallazgos del interrogatorio, aunque no se debe descuidar el examen general del paciente y con frecuencia confirma las hipótesis diagnósticas:
El examen debe comenzar por los signos vitales, incluida la presión arterial ortostática. Debe realizarse una evaluación neurológica como cardiovascular completas, haciendo hincapié en esta última en la detección de arritmias y posibles soplos, tanto en el corazón como en las arterias carótidas. Es también importante la otoscopia y la búsqueda de nistagmo. No debe dejarse de evaluar la marcha del paciente.
Pruebas complementarias
Ningún análisis clínico ni método de diagnóstico por imagen está relacionado directamente con el mareo. Por el contrario, estas pruebas estarán determinadas por la etiología que el médico, luego de su análisis, considere más probable y suelen realizarse para confirmar el diagnostico más que para determinarlo:
Los métodos de diagnóstico por imagen como la resonancia magnética o tomografía computada pueden estar indicadas si la sospecha de que existe un tumor (como el neurinoma del acústico) es alta.
También puede ser útil la realización de una audiometría así como maniobras en una silla basculante para la evaluación del oído interno, aunque ya esto es más del otorrinolaringólogo.
Diagnóstico diferencial
El diagnóstico diferencial de este síntoma tan común comprende todos los trastornos mencionados en la tabla anterior. También incluye otros trastornos que hacen que el paciente se sienta de manera imprecisa y que lo lleve a la consulta.
Las arritmias cardíacas, la cardiopatía isquémica o valvular, la hipotensión postural e incluso la anemia moderada-severa son algunos de los trastornos que producen hipoperfusión (disminución de la irrigación sanguínea) cerebral y pueden ser la causa de mareos. También algunos trastornos psicológicos como la ansiedad, depresión, crisis de pánico también pueden producirlos.
En la vejez, los cambios degenerativos pueden afectar al aparato vestibular (oído interno), la visión o la propiocepción y pueden producir síntomas que pueden interpretarse como mareos. Por último, la neuropatía periférica o la enfermedad cerebelosa también pueden presentarse con mareos.
Referencia: Hurd, Richard. Mareo. Taylor. Manual de diagnostico diferencial. 3ra edicion. 2014.
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Dr. Rigoberto J. Marcano Pasquier @rigotordoc
Medicina Interna
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