Surge a nivel mundial un importante brote de Fiebre Amarilla | Por: @drafadlallah
Si usted piensa viajar, debe saber que existe el brote más grave a nivel mundial en 45 años de Fiebre Amarilla y sus causas son muchas y muy complejas; es según un experto una «gran crisis».
En un informe difundido el 16 de junio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) dice que se han reportado 345 muertes por fiebre amarilla en los últimos siete meses y más de 3.000 casos en el país de África Occidental.
La malaria que es el enemigo más frecuente en ésta región del mundo, le ha surgido competencia porque desde diciembre del 2015 han tenido que luchar contra otra enfermedad potencialmente más peligrosa, la cual es también transmitido por mosquitos: la fiebre amarilla.
Los viajeros, en particular de África o América Latina con destino a Asia, deben tener un certificado de vacunación contra la fiebre amarilla
¿Qué es la fiebre amarilla?
Es una enfermedad viral hemorrágica aguda, producida por un arbovirus del género Flavivirus, que se transmite a los humanos a través de la picadura de un mosquito infectado. El término «amarilla» alude a la ictericia que presentan algunos pacientes.
El mosquito trasmisor del virus, es el Aedes aegypti, que se encuentra en la mayor parte de ese país, y es frecuente en Luanda, donde ha empeorado su control debido a una crisis de insalubridad del ambiente (basura sin recoger).
Es de difícil de diagnóstico y puede confundirse con facilidad con otras enfermedades tales como la malaria.
La mortalidad de los casos graves no tratados puede llegar al 50%.
Cada año se producen en el mundo 130.000 casos de fiebre amarilla que causan unas 44.000 muertes en países endémicos africanos, donde se produce el 90% de los casos de fiebre amarilla.
Este virus es endémico en las zonas tropicales de África y América Latina (se destacan por su mayor riesgo Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador y Perú), y que tienen una población de más de 900 millones de habitantes.
Las causas principales en el aumento del número de casos de fiebre amarilla en los dos últimos decenios se debe a:
- La disminución de la inmunidad de la población
- La deforestación
- La urbanización
- Los movimientos de población
- El cambio climático
Sin tratamiento curativo solo paliativo
No hay tratamiento curativo para la fiebre amarilla. El tratamiento es sintomático y consiste en paliar los síntomas y mantener el bienestar del paciente.
Solo se aplican medidas de sostén para combatir la fiebre y la deshidratación. Se tratan las infecciones bacterianas asociadas con antibióticos. Las medidas de sostén pueden mejorar el desenlace de los casos graves
Prevención solo con vacuna
La vacunación es la medida preventiva más importante contra la fiebre amarilla.
La vacuna es segura, asequible, muy eficaz, y una sola dosis es suficiente para conferir inmunidad y protección de por vida, sin necesidad de dosis de recuerdo. La vacuna ofrece una inmunidad efectiva al 99% de las personas vacunadas en un plazo de 30 días.
En los mayores de 60 años, existe el riesgo de enfermedad viscerotrópica asociada a la vacuna y aunque es bajo se recomienda la vacunación solo después de una cuidadosa evaluación de los riesgos y los beneficios en la que se compare el riesgo de contraer la enfermedad con el riesgo de acontecimientos adversos graves tras la inmunización.
El riesgo de muerte por fiebre amarilla es muy superior a los riesgos relacionados con la vacunación.
Las personas que NO deben vacunarse son:
- Los menores de 9 meses o los niños de 6-9 meses durante las epidemias, situación en la que el riesgo de enfermedad es mayor que el de efectos adversos de la vacuna.
- Las embarazadas, excepto durante los brotes de fiebre amarilla, cuando el riesgo de infección es alto.
- Personas con alergia grave a las proteínas del huevo.
- Personas con trastornos del timo o inmunodeficiencias graves debidas a infección sintomática por VIH/SIDA u otras causas.
Manifestaciones sintomáticas
No todos quienes se contagian con el virus experimentan síntomas, pero los que experimentan síntomas pueden pasar por una o dos fases:
Luego de la picadura del mosquito infectado hay un periodo de incubación de 3 a 6 días.
Primera fase:
Esta es una fase aguda que por lo general se presenta con fiebre, mialgias (dolores musculares), dolor de espalda intenso, cefalea (dolor de cabeza), escalofríos, anorexia (pérdida de apetito), náusea o vómito.
La mayoría de las personas se recuperan de la infección. Se mejoran y los síntomas desaparecen en 3 o 4 días.
Segunda fase:
En esta fase la pueden sufrir aproximadamente un 15% de los pacientes que tuvieron la infección y se inicia a las 24 horas de la remisión inicial de la primera fase, es más tóxica y más grave.
Se manifiesta con fiebre elevada y afecta diferentes sistemas orgánicos. Produce ictericia (piel amarilla), dolor abdominal, vómitos con sangre, hemorragias (orales, nasales, oculares o gástricas), sangre en las heces y el deterioro de la función renal.
La mitad de los pacientes que entran en esta fase tóxica fallecen dentro de los siguientes 10 a 14 días. El resto logra recuperarse sin lesiones orgánicas importantes.
El diagnóstico
En las fases tempranas de la enfermedad el diagnóstico es difícil, porque puede confundirse con otras enfermedades infecciosas como el paludismo grave, el dengue hemorrágico, la leptospirosis, la hepatitis viral (especialmente las formas fulminantes de hepatitis B y D), otras fiebres hemorrágicas (la fiebre hemorrágica boliviana, argentina y venezolana) y otros flavivirus como el virus del Oeste del Nilo, el virus Zika y otras enfermedades.
En los análisis de sangre se pueden detectar anticuerpos específicos contra este virus.
También, se utilizan otras técnicas para identificar el virus en las muestras de sangre o en el tejido hepático obtenido en la autopsia para confirmar el diagnóstico después de fallecer. Estas pruebas requieren personal de laboratorio con gran capacitación, y materiales y equipos especializados.
El brote más importante está en África Occidental
En el hospital Americo Boavida, de la capital de Angola, en Luanda, y que es uno de los mayores hospitales de esta ciudad, su director clínico el doctor Fortunato Silva, señala que lo más preocupante de este brote, más que el número de casos, es el número de muertes.
El experto considera que entre las principales razones de que este virus sea tan virulento es la disminución en las inmunizaciones (vacunaciones) de la población han caído, la gente no se está vacunando como debería.
«Desde el 23 de febrero, 90 pacientes han sido hospitalizados con fiebre, ictericia y hemorragia», dice Silva.
«Hubo 33 muertes, lo cual es una muy alta tasa de mortalidad. Todos estos pacientes habían dado negativo en malaria», agrega el experto.
Medidas sanitarias que no funcionaron
El sistema de salud de Angola tiene una buena evaluación y ha establecido programas nacionales de vacunación y sensibilización.
A partir de 1989, todos los bebés de 9 meses son vacunados contra la fiebre amarilla. Los niños no pueden asistir a la escuela si no presentan un certificado válido de vacunación contra la fiebre amarilla.
Pero a pesar de esto, Silva indica que algo no está funcionando, y hay preguntas que necesitan ser contestadas en términos de estrategias de salud pública.
“Una gran crisis”
El representante de Angola para el Fondo de las Naciones Unidas para la infancia, UNICEF, Francisco Songane, describe lo que está sucediendo como «una gran crisis».
Comenta que se perdió tiempo crítico entre la toma de muestras, el análisis de estas y los resultados finales que se demoran tres semanas en llegar.
Pero es demasiado tarde para evitar su propagación más allá de las fronteras de Angola.
La vecina República Democrática del Congo ha declarado una epidemia de fiebre amarilla localizada en tres provincias, incluyendo la capital, Kinshasa. Los casos relacionados con el brote en Angola también se han expandido a Kenia y China.
Número de casos (propagación) de la fiebre amarilla:
Angola: 345 muertes, 3.137 casos sospechosos.
República Democrática del Congo: 71 muertes, 1.044 casos sospechosos (no todos vinculados a Angola).
Kenia: dos casos sospechosos (viajeros que regresan de Angola).
China: 11 casos sospechosos (viajeros que regresan de Angola).
Fuente: Bbc Mundo /OMS
Dra. Rosa Emilia Fadlallah