Creciente oposición contra el uso indiscrimnado de azitromicina | Por: @rigotordoc
Las guías de tratamiento recomiendan cada vez más que ciertos antibióticos, particularmente el macrólido azitromicina, no se utilice más para el tratamiento de muchas infecciones comunes. El uso inapropiado ha llevado a una amplia resistencia a los antibióticos, contribuyendo con la aparición de superbacterias.
Al menos un prominente experto en medicina de emergencia sugiere que el medicamento no se utilice en absoluto. Según el Dr. Joseph Lex, de la Universidad de Temple en Filadelfia en la 20 ª Asamblea Científica Anual de la Academia Americana de Medicina de Emergencias (AAEM), si no se detiene el uso indiscriminado, no vamos a tener buenos antibióticos en el futuro. Según él, cada país en el que se ha recomendado el uso de antibióticos de espectro reducido, por el contrario, ha visto una caída en sus tasas de resistencia bacteriana.
El Dr. Lex no es una voz aislada en esta tendencia a evitar el abuso de los antibióticos de amplio espectro. Las directrices actuales presentan un coro de opiniones similares.
La azitromicina fue desarrollada en 1980 y ha sido comercializada en los Estados Unidos desde 1991. A partir de 2011, es el antibiótico más comúnmente prescrito. Las indicaciones actuales para la azitromicina son exacerbaciones bacterianas agudas de la enfermedad pulmonar crónica, la sinusitis bacteriana aguda, neumonía adquirida en la comunidad, faringitis, amigdalitis, infecciones de la piel sin complicaciones, la uretritis, la cervicitis y enfermedad de úlcera genital, aunque con cada vez más frecuencia se observa resistencia bacteriana.
Sin embargo, ya desde el año pasado, la Sociedad Canadiense de Pediatría recomendó enfáticamente que la azitromicina no se utilice para tratar la faringitis aguda, la otitis media o neumonía adquirida en la comunidad (Child Health. 2013;18:311-313). Las únicas excepciones para utilizar azitromicina serían entonces la alergia a los beta-lactámicos y la neumonía causada por una bacteria atípica.
Según el Dr. Lex, la larga vida media de la azitromicina contribuye al desarrollo de resistencia. La forma en la que se está utilizando la droga, muy probablemente conlleve a concentraciones subinhibitorias de la misma en la nasofaringe, por lo que estos niños se convierten en portadores de neumococos resistentes a la azitromicina.
Alternativas terapéuticas
La información disponible muestra que los macrólidos tienen una eficacia limitada contra 2 de los patógenos bacterianos más comunes asociados a la otitis media aguda – Haemophilus influenzae y Streptococcus pneumoniae. La resistencia a macrólidos actualmente no es una posibilidad, ES UNA REALIDAD y las tasas están aumentando. Según el Dr. Lex y personalmente estoy de acuerdo con esto, existe un antibiótico mejor que la azitromicina para cada una de las indicaciones señaladas anteriormente.
Las pautas para el tratamiento de la rinosinusitis emitidas en 2012 por la Sociedad de Enfermedades Infecciosas de América (IDSA) recomiendan considerar antibióticos si los síntomas persisten por más de 10 días, son graves o empeoran, o si hay fiebre alta y secreción purulenta nasal durante al menos 3 días (Clin Infect Dis. 2012;54:1041-1045). Los macrólidos no son recomendados en absoluto. Según el Dr. Lex, aproximadamente el 30 % de estos casos será resistente a la azitromicina.
Las pautas para el tratamiento de sinusitis agudas bacterianas de la Academia Americana de Pediatría recomiendan la amoxicilina con o sin clavulanato para pacientes de 1 a 18 años de edad (Pediatrics. 2013;132:e262-e280). No se recomienda el uso de macrólidos.
Para la faringitis estreptocócica del grupo A, las pautas de la IDSA (2.012) recomiendan como tratamiento de primera línea la penicilina y los macrólidos sólo para los pacientes alérgicos a la penicilina. Según el Dr. Lex, en los Estados Unidos, 5 a 8 % de los estreptococos del grupo A aislados en la faringe son resistentes a los macrólidos.
En las guías de consenso de 2007 de tratamiento de la neumonía adquirida en la comunidad en adultos, sin comorbilidad, los macrólidos podían ser considerados en adultos previamente sanos que no hayan tomado recientemente un antibiótico en combinación con amoxicilina o fluoroquinolona respiratoria. Esto es antes de la cada vez más creciente preocupación por el uso excesivo generalizado de los macrólidos y actualmente no se recomienda el uso de un macrólido solo.
Desafortunadamente, muchos médicos caen en la costumbre de prescribir un antibiótico determinado para una condición particular. En este momento, hay por lo menos un año o 2 de retraso antes de que se adopten dichas recomendaciones.
Otro de los problemas que particularmente en Latinoamérica y especialmente en Venezuela tenemos son los “tropicalismos criollos”, como yo los denomino, y son las deformaciones de los esquemas terapéuticos que inventan algunos colegas, como la ampliamente utilizada de 500 mg diaria por 5 días, cuando el esquema real es de 500 mg el primer día, seguidos de 250 mg diarios por 4 días o 500mg diarios por 3 días. Seguramente con la escasez de antibióticos actual en Venezuela veremos más frecuentes estos “tropicalismos criollos”.
Parte de la razón del uso excesivo de la azitromicina es la presión de los pacientes; muchos llegan con la sintomatología de una infección del tracto respiratorio – que por lo general es de origen viral – y no se quedan satisfechos hasta que se le prescribe un antibiótico; incluso muchos llegan ya tomando azitromicina por varios días. Hasta hace un tiempo, la azitromicina era generalmente el agente prescrito.
En épocas frías, los pacientes llegan con su resfriado común. En la mayoría de los casos, se trata de una enfermedad viral y los antibióticos, lamentablemente sólo son eficaces como efecto placebo, por lo que debemos estar en contra de ese uso.
La azitromicina también es usada en exceso en la sinusitis, que se ha demostrado que en la mayoría de los casos es el resultado de una infección viral. De hecho, 94 de cada 100 pacientes no muestran ningún cambio en sus síntomas al ser tratados con un antibiótico, sin embargo, el uso de azitromicina en la sinusitis es muy frecuente.
A pesar de que se trata de explicar las consecuencias de la resistencia antibacteriana y como el tratamiento para un resfriado puede complicar el tratamiento de una afección subsecuente más grave, como una neumonía, desgraciadamente la mayoría de las veces, los pacientes no están satisfechos hasta que no se les indica un antibiótico.
Fuente: American Academy of Emergency Medicine (AAEM) 20th Annual Scientific Assembly. February 14, 2014.
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Dr. Rigoberto J. Marcano Pasquier @rigotordoc
Medicina Interna
Ambulatorio Medis.
Av. José María Vargas. Centro Comercial Santa Fe.
Nivel C3. Consultorio 2.
Caracas. Venezuela.