Los ataques de ira pueden desencadenar infartos y eventos cerebrales | Por: @rigotordoc
Según los resultados de un nuevo estudio, en las dos horas siguientes a una intensa rabieta u otro tipo de arrebato de ira, una persona tiene un aumento de casi cuatro veces el riesgo de ictus, anteriormente llamados accidentes cerebrovasculares y casi cinco veces el riesgo de infarto de miocardio (IM), en comparación con los momentos de normalidad. La revisión de nueve estudios de casos cruzados fue realizada por la Dra. Elizabeth Mostofsky (Escuela de Salud Pública de Harvard, en Boston, MA) y sus colegas publicada en línea el 04 de marzo de 2014 en el European Heart Journal.
Además de los factores de riesgo a largo plazo para enfermedad cardiovascular, hay varios factores físicos, psicológicos y químicos desencadenantes, que se asocian con un riesgo transitoriamente mayor de eventos cardiovasculares.
El estrés psicológico a corto plazo se asocia con una respuesta fisiológica inmediata y muy probablemente también con un riesgo transitoriamente alto de eventos cardiovasculares. El objetivo de este estudio fue determinar si episodios breves de ira desencadenan la aparición de infarto agudo de miocardio (IM), síndrome coronario agudo (SCA), ictus isquémico y hemorrágico y arritmias ventriculares.
En base a la evidencia presentada, hay un mayor riesgo de IM, SCA, ictus isquémico y hemorrágico, así como de arritmia en las 2 horas siguientes a un ataque de ira.
Es muy importante investigar los niveles usuales de ira en nuestros pacientes y si se encuentran relativamente altos, pudiera ser necesario algún tipo de intervención psicosocial o incluso farmacológica. Según los autores, los beta-bloqueantes, la paroxetina y otros antidepresivos inhibidores de la recaptación de serotonina (IRS) específicos, así como las intervenciones psicosociales pueden llegar a ser de utilidad para romper el vínculo entre los episodios de ira y los eventos cardiovasculares, aunque esto queda por determinar en futuros estudios.
La ira y los eventos cardiovasculares agudos
Estudios previos reportaron que los arrebatos de ira están asociados con un mayor riesgo transitorio de eventos cardiovasculares, aunque la mayoría de los estudios fueron pequeños. Sin embargo, los investigadores (Mostofsky E, Maclure M, Tofler GH, et al. 2013) publicaron un estudio sobre casi 4.000 pacientes, que demostró que los pacientes tenían un riesgo 2,4 veces mayor de infarto de miocardio dentro de dos horas siguientes a de un arranque de ira.
Sobre la base de este trabajo, se realizó una revisión sistemática de los estudios que evaluaban si los ataques de ira están asociados con el riesgo a corto plazo de los ataques cardíacos, ictus y trastornos del ritmo cardiaco que se producen en la vida cotidiana, a través de una búsqueda bibliográfica de las bases de datos CINAHL, Embase, PubMed y PsycINFO desde enero de 1966 hasta junio de 2013 además de las listas de referencias de los artículos seleccionados.
Se identificaron nueve estudios de casos cruzados (siete estudios entre 1995 y 2013 y los otros dos eran inéditos, realizados en los Estados Unidos, Suecia, Inglaterra, Israel y los Países Bajos) en los que cada paciente fue su propio control, que examinaron el efecto de la ira en IM/SCA (cuatro estudios), ictus isquémico (dos estudios), aneurisma intracraneal roto (uno) y arritmias ventriculares (dos).
Hubo evidencia de heterogeneidad significativa entre los estudios (I 2 = 92,5 % para IM / SCA y 89,8 % para ictus isquémico). A pesar de la heterogeneidad, todos los estudios encontraron que, en comparación con otros tiempos, hubo una mayor tasa de eventos cardiovasculares en las 2h siguientes a los ataques de ira.
Los investigadores advierten que los resultados no deben ser asumidos para indicar el verdadero efecto causal de los episodios de ira sobre los eventos cardiovasculares. Sin embargo, en los diferentes estudios hubo evidencias consistentes de un mayor riesgo de eventos cardiovasculares inmediatamente después de los ataques de ira.
El riesgo de enfermedades cardiovasculares después de un episodio de ira fue especialmente alto entre las personas que tenían un puntaje basal de alto riesgo cardiovascular de Framingham a 10 años y arranques de ira frecuentes.
Basado en el meta-análisis de efectos aleatorios, se evidenció un riesgo 4,74 veces mayor de IM o SCA (IC del 95%: 2,50 a 8,99; P <0,001) en las siguientes 2 h después de un ataque de ira en comparación con otros tiempos. Como hubo una alta heterogeneidad entre los estudios evaluados, una estimación combinada puede no ser apropiada, pero los resultados sugieren que a pesar de las diferencias entre los estudios, hay evidencia de un mayor riesgo de IM / SCA tras los episodios de ira.
Según los autores, el riesgo es acumulativo. Con el aumento de la frecuencia de los episodios de ira, los efectos transitorios pueden acumularse y llevar a un desenlace clínico desolador. Ya que el estrés psicológico aumenta la frecuencia cardíaca, la presión arterial y la resistencia vascular, esto pudiera ser parte del mecanismo que relaciona la ira con las enfermedades cardiovasculares.
.
El riesgo absoluto
Aunque el riesgo relativo de un evento cardiovascular tras un ataque de ira es grande y estadísticamente significativo, los episodios de ira podrían ser poco frecuentes y el elevado riesgo cardiovascular transitorio, por lo que el impacto en el riesgo absoluto de un individuo de un evento cardiovascular es pequeño. Sin embargo, el riesgo absoluto es mayor para las personas con un mayor riesgo cardiovascular basal y con frecuentes arrebatos de ira.
Por ejemplo, basados en la estimación combinada de una tasa de 4.74 veces mayor de IM o SCA en las siguientes 2h tras el ataque de ira, el impacto absoluto de un episodio de ira por mes, es sólo de un exceso de 1 evento cardiovascular por cada 10.000 personas por año a bajo riesgo CV (5%) a 10 años y cuatro episodios cardiovasculares en exceso por 10.000 personas por año en alto riesgo CV (20%) a los 10 años.
El impacto absoluto es mayor para las personas con episodios más frecuentes de ira; cinco episodios de ira por día se traduciría en ~ 158 excesos de eventos cardiovasculares por 10.000 por año para los individuos con bajo riesgo CV (5%) a los 10 años y una frecuencia similar de estallidos de ira estarían asociados a ~ 657 excesos de eventos cardiovasculares por 10.000 por año entre los individuos de alto riesgo CV (20%) a los 10 años.
Mientras que la relación de largo plazo entre el estrés mental crónico, la ansiedad, la depresión y la hostilidad y los eventos cardiovasculares adversos han sido bien establecidos, ha sido más difícil de determinar el riesgo a corto plazo de un estallido agudo de la ira.
Aunque en la revisión se encontró una asociación consistente entre la ira y los eventos cardiovasculares agudos, como los autores reconocen, las estimaciones de los riesgos combinados pueden no ser confiables debido al pequeño número de estudios.
La pregunta crucial ahora es cómo prevenir estos episodios peligrosos. Se sabe que el uso de los IRS para reducir el estrés mental ha tenido resultados decepcionantes en la reducción de la mortalidad cardiovascular después de un IM. Un enfoque más amplio e integral para tratar el stress mental agudo y crónica y sus factores psicológicos causantes asociados, es posible que sean necesarios para sanar un corazón “hostil”.
Referencia:
Mostofsky E, Penner EA, Mittleman MA, et al. Outbursts of anger as a trigger of acute cardiovascular events: a systematic review and meta-analysis. Eur Heart J 2014; DOI:10.1093/eurheartj/ehu033.
Cardiovascular Epidemiology Research Unit, Department of Medicine, , Harvard Medical School, 375 Longwood Avenue, Room 423, Boston
Unidad de Investigación de Epidemiología Carciovascular, Departamento de Medicina del Beth Israel Deaconess Medical Center, Escuela de Medicina de Harvard, Boston
.
Dr. Rigoberto J. Marcano Pasquier @rigotordoc
Medicina Interna
Ambulatorio Medis.
Av. José María Vargas. Centro Comercial Santa Fe.
Nivel C3. Consultorio 2.
Caracas. Venezuela.
