DIFTERIA en Venezuela ¿Sabes qué es? | Por: @drafadlallah
La DIFTERIA reaparece en Venezuela después de 24 años. Y es una de esas enfermedades que solo se mencionan cuando vamos a colocar las vacunas a nuestros hijos pequeños. Así cumplimos con el esquema de inmunizaciones que permite la prevención de ciertas patologías contagiosas y peligrosas de la infancia, incluyendo ésta.
Ahora, esta enfermedad apareció en abril de este año en nuestro país, causando 13 muertes reconocidas de forma oficial y 20 extraoficialmente a la fecha, todas en el estado Bolívar y cuyo caso cero al parecer surgió en el Municipio Tumeremo y en el cual podrían haber otras personas contagiadas.
¿Sabes qué es la difteria?
La difteria es una infección aguda producida por la bacteria Corynebacterium diphtheriae muy contagiosa caracterizada por afectar las vías aéreas superiores pero también cualquier mucosa o herida cutánea.
Este bacilo produce una membrana fibrosa muy adherente y que libera una exotoxina que causa miocarditis, neuropatías e inhibe el factor de elongación que se requiere para la síntesis de proteínas.
Es una enfermedad de distribución mundial, pero gracias a la vacunación (inmunización) generalizada de los niños, actualmente es poco común.
Los factores de riesgo para la difteria son: el hacinamiento, la insalubridad y falta de vacunación.
Forma de contagio
El microorganismo presente en las secreciones respiratorias se disemina sobre todo por contacto directo al hablar, al toser o estornudar con una persona enferma o portadora de la enfermedad.
El período de incubación es de 2 a 6 días y el período de contagio va de 2 a 4 semanas si la persona no está tratada.
Síntomas
Las manifestaciones se presentan dependiendo de la ubicación anatómica de la membrana:
Difteria Nasal
Se observa mayormente en lactantes y se caracteriza por una rinitis intensa y persistente con secreción abundante de moco y sangre que erosiona la piel del labio superior. Los síntomas generales están ausentes.
En el examen clínico la psedomembrana se puede ver con la exploración de la nariz a través de la rinoscopia.
Difteria Amigdalofaríngea
Se inicia con malestar general, dolor de garganta y fiebre moderada, luego aparecen pequeñas manchas blanco-amarillentas en la superficie de las amígdalas, estas confluyen extendiéndose a la úvula, el paladar blando y la pared faríngea. Esta membrana diftérica se caracteriza por su gran adherencia y fibrosidad, es lisa, blanca grisácea y si sangra se torna negruzca.
Otros síntomas que acompañan son la inflamación de ganglios linfáticos (adenitis) y los tejidos que le rodean (periadenitis) en el cuello (nivel cervical).
La evolución de este cuadro es variable:
- Forma benigna. La pseudomembrana se desprende entre séptimo y décimo día de la enfermedad y la recuperación es completa.
- Forma moderada. La convalecencia es lenta pudiéndose afectar al corazón y producir miocarditis que causa arritmias, bloqueos e insuficiencia cardíaca y neuropatías como neuritis de los pares craneales, son bilaterales, son motoras y no sensitivas y desaparecen sin dejar rastros, la más frecuente es la parálisis del paladar blando que aparece a la tercera semana de la enfermedad y se manifiesta con voz nasal y regurgitación, habla farfullante y dificultad para tragar o deglutir y desaparece en dos semanas, también puede haber parálisis de la acomodación del ojo y músculos extraoculares produciendo visión borrosa, diplopía (visión doble) y estrabismo.
- Forma severa. Es la forma grave. Se produce una toxemia severa con alteración del estado general del paciente: palidez notable, pulso rápido, estupor, coma y puede llegar a la muerte.
Difteria laríngea
Llamado también Crup diftérico. Se inicia en la faringe e invade la laringe produciendo una laringitis obstructiva aguda. Presenta fiebre, ronquera y tos disfónica (tos perruna), evoluciona hacia la obstrucción mecánica de las vías aéreas por la formación de la membrana, edema y congestión.
La obstrucción determina la gravedad del cuadro.
Otras formas clínicas
La difteria puede afectar otros tejidos como los oídos, la piel, las conjuntivas y la vulva vaginal.
- Oídos. Nunca se presenta como forma aislada y se manifiesta con secreción purulenta muy persistente.
- Conjuntivas. Se produce una conjuntivitis con exudado purulento, gran inflamación de los parpados y si no es tratada se extiende a la córnea con pérdida de la visión.
- Piel. La difteria cutánea produce úlceras de bordes definidos y base membranosa.
- Vulvovaginal. Produce ulceraciones en la mucosa vaginal.
Diagnóstico
Se realiza a partir de los síntomas y signos en la evaluación médica sin esperar el resultado del laboratorio ya que requiere tratamiento de urgencia y luego se confirma con cultivo del microorganismo.
Tratamiento
Ante la sospecha o al realizarse el diagnóstico debe aislarse al paciente.
El aislamiento durará hasta que tres cultivos consecutivos posteriores al tratamiento demuestren la eliminación de la microbacteria de la bucofaringe.
Medidas generales
- Guardar reposo por lo menos 12 días, por peligro de miocarditis
- Actividad física limitada y a posterior dependerá de la evaluación médica
- Buena hidratación
- Dieta blanda
La hospitalización inmediata y la intervención médica rápida permiten que la mayoría de los pacientes se recuperen de la difteria.
En casos graves, al paciente se le da soporte respiratorio, hidratación y toda la medicación requerida.
Siempre debe administrarse:
- Antitoxina equina diftérica. Siempre que se sospeche un cuadro de difteria debe administrarse la antitoxina equina diftérica, para combatir los efectos tóxicos que produce la bacteria. Esta se prepara a partir del suero de caballo y la cantidad de unidades dependerá de la gravedad de la enfermedad.
- Antibioticoterapia. Administración de penicilina o eritromicina o azitromicina o claritromicina en la dosis adecuada por 14 días.
Cirugía. Puede haber remoción quirúrgica de la membrana mediante laringoscopia directa o broncoscopia para evitar la obstrucción de la vía respiratoria o aliviarla.
Luego de que los antibióticos y las antitoxinas hayan surtido efecto, algunos pacientes requerirán reposo en cama durante un período de tiempo prolongado (de 4 a 6 semanas o hasta que se recuperen por completo). Este es importante si la enfermedad ha afectado al corazón produciendo la miocarditis.
Todos los pacientes que se hayan recuperado deberán recibir un ciclo completo de vacunación contra la difteria para evitar posibles recaídas, ya que padecer la enfermedad no garantiza la inmunidad de por vida.
Debe hacerse un cerco epidemiológico porque todas las personas que tuvieron contacto con el enfermo pueden ser portadoras de la enfermedad y deben recibir tratamiento, esto permite erradicar el estado de portadores y así controlar la propagación de la enfermedad, que puede esparcirse con facilidad.
Prevención: Solo con la vacuna
Esta enfermedad es prevenible con la administración de la vacuna que pertenece al esquema de inmunizaciones de la infancia. La vacuna conocida como la “triple” sirve para la prevención de tres enfermedades: la difteria, el tétanos y la tos ferina (DTaP) y es una combinación de Toxoide diftérico, Toxoide tetánico y Pertussis.
Para adolescentes y adultos
Si nunca cumplieron el esquema de vacunación deben protegerse colocándose la vacuna denominada Tdap que es similar a la DTaP y se aplica una dosis única para las personas entre 11 y 64 años.
Otra alternativa es la vacuna Td, que brinda protección contra el tétanos y la difteria, pero no contra la tos ferina. Se recomienda aplicarla cada 10 años.
La responsabilidad compartida
Todos debemos ser responsables de la salud de nuestros hijos, pero las buenas políticas de Estado pueden ayudar a educar e informar a muchos, que por no saber o no tener acceso a la salud desconocen la prevención de enfermedades que pueden ser graves y altamente contagiosas.
Estas enfermedades de las que no hablamos durante muchos años, pero que ahora aparecen en nuestra población, afectan a los más vulnerables: nuestros niños.
De allí la importancia de una buena campaña de vacunación masiva constante y continua, con suficiente información para proteger a toda la población que no fueron inmunizados, para evitar la propagación de esta enfermedad o de cualquiera otra que sea prevenible.
La responsabilidad debe ser compartida, debe existir la vacuna de calidad reconocida, proveída por sanidad y debe motivarse a los padres a vacunar a sus hijos de manera regular y cumplir con el esquema completo de inmunizaciones.
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Dra. Rosa Emilia Fadlallah
Médico