Las mujeres que se someten a estimulación ovárica tienen mayor riesgo de cáncer de mama | Por: @linternista
Un nuevo estudio llevado a cabo por investigadores del Instituto Karolinska en Estocolmo (Suecia) demuestra que las mujeres con infertilidad que se someten a un tratamiento de estimulación ovárica necesaria para los tratamientos de reproducción asistida, tienen pechos más densos y, por tanto, mayor riesgo de desarrollo de cáncer de mama.
La densidad mamaria, esto es, la cantidad de tejido fibroso y glandular de los pechos o mamas, condiciona el riesgo que tiene una mujer de desarrollar cáncer de mama. De hecho, distintas investigaciones han constatado que las mujeres con una densidad mamaria extrema tienen una probabilidad hasta seis veces mayor de padecer este tipo de tumor.
Como explica Frida Lundberg, directora de esta investigación publicada en la revista «Breast Cancer Research», «nuestros resultados indican que las mujeres infértiles, y sobre todo aquellas sometidas a estimulación ovárica controlada, representan un grupo de población con mayor riesgo de cáncer de mama. Así, y si bien la diferencia observada en el volumen del tejido mamario es relativamente pequeña y únicamente se asociado a un modesto incremento del riesgo de cáncer en las investigaciones previas, consideramos necesaria la monitorización continuada de este grupo de mujeres».
Mayor riesgo
Para llevar a cabo el estudio, los investigadores analizaron las mamografías realizadas entre los años 2010 y 2013 a un total de 43.313 mujeres con edades comprendidas entre los 40 y los 69 años y que habían cumplimentado un cuestionario sobre su edad, peso, estatura, hábito tabáquico, patrón de consumo de alcohol, historial de infertilidad e historia familiar de cáncer de mama.
Del total de participantes, 8.953 afirmaban presentar problemas de fertilidad, razón por la que si bien hasta 5.948 mujeres no habían recibido ningún tipo de tratamiento, 1.576 se habían sometido a terapia de estimulación ovárica controlada y 1.429 habían recibido terapia hormonal sustitutiva sin estimulación ovárica.
Los resultados mostraron que, comparadas frente a aquellas sin problemas de fertilidad, las mujeres con un historial de infertilidad tenían mamas con mayor cantidad de tejido fibroso y glandular y, por tanto, con mayor densidad. Es más; las pacientes que se habían sometido a terapia de estimulación ovárica controlada presentaban una densidad mamaria mayor que aquellas que no habían recibido ningún tratamiento hormonal.
¿Estimulación ‘cancerígena’?
Llegados a este punto, debe tenerse en cuenta que las terapias hormonales sustitutivas, caso de la estimulación ovárica controlada, aumentan los niveles de estrógeno y progesterona, por lo que podrían asociarse a un mayor riesgo de desarrollo de cáncer de mama.
Entonces, y a la luz de las evidencias del estudio, ¿puede concluirse que la estimulación ovárica que se requiere en los programas de reproducción asistida incrementa el riesgo de padecer el tumor? Pues según los investigadores, no. Y es que según sus palabras, «si bien los resultados podrían indicar un efecto adverso potencial de la estimulación ovárica controlada sobre la densidad mamaria, este efecto podría deberse a la infertilidad subyacente que motiva el uso de este tratamiento específico más que al propio tratamiento per se».
Sea como fuere, el análisis de los resultados en función de la edad mostró que la relación entre la estimulación ovárica controlada y la densidad mamaria era más fuerte en las mujeres más mayores, lo que «podría alertar de un efecto potencial a largo plazo de la estimulación ovárica controlada sobre el tejido mamario», concluye Frida Lundberg.
Fuente: abc.es