¿Puede la luz brillante en la noche predisponer a la obesidad? | Por: @rigotordoc
Según un estudio reciente, las tasas de obesidad pueden aumentar en los lugares donde las luces artificiales se mantienen encendidas toda la noche en comparación con las comunidades donde las personas tienden a vivir en la oscuridad después de que el sol se pone.
Para explorar esta relación, los investigadores analizaron imágenes de satélites militares de Estados Unidos de iluminación nocturna alrededor del mundo y datos nacionales de los países de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la prevalencia de sobrepeso y obesidad.
La luz artificial durante la noche contribuyó al exceso de peso en hombres y mujeres en la medida que comían comida chatarra, según el informe del equipo de investigación publicado en línea el 23 de febrero de 2016 en el International Journal of Obesity.
En todo el mundo las tasas de sobrepeso y obesidad están en aumento, con alrededor de 1.900 millones de adultos con sobrepeso y unos 600 millones de adultos obesos según la Organización Mundial de la Salud
Según N. A. Rybnikova de la Universidad de Haifa en Israel, “debido a luz artificial durante la noche, a menudo comemos en el momento equivocado, es decir, después de la oscuridad natural, cuando los procesos metabólicos se enlentecen».
El estudio no prueba que las bombillas causen obesidad, y los científicos aún no están seguros de cómo las lámparas o el resplandor de dispositivos como tabletas y televisores podrían influir en el peso de las personas, advirtieron los investigadores.
Pero es posible que la luz artificial pudiera contribuir a la obesidad suprimiendo la producción de melatonina, que ayuda a regular los ciclos de sueño.
Estas luces también pueden contribuir a lo que se conoce como el jet lag social o la alteración de los ritmos circadianos naturales del cuerpo que ocurre cuando las personas duermen y se despiertan en tiempos que no concuerdan con sus relojes biológicos internos.
Para mujeres y hombres, las mayores tasas de natalidad parecen ser uno de los predictores más fuertes de exceso de peso y obesidad.
El estudio demostró que la urbanización, así como la ingesta de calorías de aceites, grasas y carbohidratos también parecen predecir el exceso de peso en hombres y mujeres por igual. El consumo de más raíces y tubérculos se relacionó con una menor probabilidad de exceso de peso.
También se demostró que junto con variables tales como los hábitos alimentarios y niveles de ejercicio, la luz nocturna explicó hasta aproximadamente el 73% de la variación en las tasas de sobrepeso y obesidad en mujeres y hasta el 68% en los hombres.
Los investigadores también calcularon la prevalencia del sobrepeso y la obesidad para los diferentes niveles de «Luz artificial en las noches” (ALAN), usando una escala de cero a 1.000 ALAN (el más alto nivel observado en 2010). Se encontró que el sobrepeso y la obesidad aumentan con las intensidades ALAN, en un 250% en la mayoría de los países y en 900% en Asia, en los que tienen mayores niveles de luz en comparación con los más bajos.
Los autores señalaron que el estudio se basó en una investigación anterior, que relacionó un peso excesivo con la utilización de pantallas pequeñas y otras fuentes de luz en las habitaciones por la noche.
La evidencia de que la exposición a la luz artificial durante la noche se asocia con alteraciones metabólicas sigue acumulándose, sin embargo, el hecho de apagar los smartphones y las tabletas así como las luces en la noche probablemente no va a ayudar a perder peso, pero si esto está alterando sus patrones normales de sueño y el sueño interrumpido y está contribuyendo al problema, estas medidas podrían ayudar.
Todo lo que ayude a la higiene del sueño, tal como la reducción de la luz y el ruido por la noche puede ayudar a mejorar la calidad del sueño, y esto puede ayudar a que su cuerpo funcione de manera más eficiente.
Finalmente estamos entendiendo que un sueño interrumpido anormal y los ritmos biológicos alterados están asociados con muchos problemas de salud, incluyendo los trastornos metabólicos la obesidad y las enfermedades cardiovasculares.
Fuente: International Journal of Obesity (22 January 2016) | doi:10.1038/ijo.2015.255
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Dr. Rigoberto J. Marcano Pasquier @rigotordoc
Medicina Interna
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