Tomar unas seis tazas de café diarias reduciría el riesgo de esclerosis múltiple | Por: @linternista
Según los resultados de un estudio dirigido por investigadores del Instituto Karolinska en Estocolmo (Suecia) y publicado en la revista «Journal of Neurology Neurosurgery & Psychiatry», la toma diaria de más de 900 ml de café, o lo que es lo mismo, cerca de seis tazas diarias, previene y retrasa la aparición de la esclerosis múltiple.
La cafeína es un estimulante del sistema nervioso central que, además de ejercer un efecto neuroprotector, puede suprimir la producción de distintas sustancias químicas implicadas en la respuesta inflamatoria.
De acuerdo a Anna Karin Hedström, directora de la investigación, «de manera similar a como han mostrado los estudios llevados a cabo con modelos animales de esclerosis múltiple, un consumo elevado de café puede reducir el riesgo de desarrollo de la esclerosis múltiple. La cafeína, uno de los componentes del café, tiene propiedades neuroprotectoras y se ha observado que suprime la producción de citoquinas proinflamatorias, lo que podría explicar el mecanismo para este beneficio».
En Suecia y en EE.UU.
Estudios previos sobre el consumo de cafeína y el riesgo de esclerosis múltiple (EM) han arrojado resultados no concluyentes. El objetivo fue investigar si el consumo de café se asocia con riesgo de EM.
Utilizando dos estudios de casos y controles representativos de la población (un estudio sueco que comprendió 1.620 casos y 2.788 controles sanos, y un estudio estadounidense que comprendió 1.159 casos y 1.172 controles sanos), los participantes con diferentes hábitos de consumo de café con recolección retrospectiva de los datos, se compararon con respecto al riesgo de la EM, mediante el cálculo de Razones de Riesgo con IC del 95%. Los modelos de regresión logística se ajustaron para una amplia gama de posibles factores de confusión.
Los participantes suecos fueron preguntados por el número de tazas de café que bebían a diario en distintas etapas de sus vidas –desde que se iniciaron en el consumo de café a los 15-19 años y hasta que contaban con más de 40 años de edad–. Por su parte, a los participantes estadounidenses se les preguntó por el número máximo de tazas que bebían cada día, así como por la edad a la que se comenzaron a beber café de forma regular en caso de tomar una o más tazas diarias.
Los resultados mostraron que el riesgo de esclerosis múltiple fue significativamente superior entre las personas, tanto suecas como estadounidenses, con un menor consumo de café. Un incremento, además, que resultó independiente de otros factores de riesgo para la enfermedad, caso del tabaquismo y del peso corporal durante la adolescencia.
Concretamente, en comparación con los que reportaron ausencia de consumo de café, el riesgo de EM se redujo aproximadamente un 30% entre los que informaron un alto consumo de café superiores a 900 ml al día -unas seis tazas diarias– (RR: 0,70 en el estudio sueco, y RR 0,69 en el estudio estadounidense). Además, Se observó un menor riesgo de EM con el aumento del consumo de café, independientemente de que fuera al inicio de la enfermedad o 5 a 10 años antes de la aparición de la misma.
De acuerdo con estudios en modelos animales de EM, el alto consumo de café puede disminuir el riesgo de desarrollar la enfermedad. La cafeína, un componente de café, tiene propiedades neuroprotectoras, y se ha demostrado que suprime la producción de citocinas proinflamatorias, que pudieran ser los mecanismos que subyacen a la asociación observada. Sin embargo, se necesitan más investigaciones para determinar si la exposición a la cafeína condiciona la asociación observada y, en caso afirmativo, para evaluar sus mecanismos de acción.
Cuanto más café, menor riesgo
Entonces, ¿puede concluirse que el café previene la esclerosis múltiple? Pues según los autores, no, dado que «el nuestro es un estudio observacional y no pueden extraerse conclusiones firmes del tipo ‘causa y efecto’. Además, los cambios en los patrones en el consumo de café de los participantes a lo largo de los años y los cambios en el diagnóstico de la esclerosis múltiple podrían haber tenido alguna influencia en nuestros resultados».
Sea como fuere, lo que sí queda claro es que, como concluyen los autores, «cuanto mayor sea la cantidad de café consumido, menor será el riesgo de esclerosis múltiple».
Fuente: abc.es