El asma tiene un efecto negativo sobre la fertilidad femenina | Por: @linternista
El asma, según muestra un estudio llevado a cabo por investigadores de la Fundación Europea del Pulmón (ELF), también podría retrasar, e incluso disminuir, la fertilidad de las pacientes. Un aspecto muy a tener en cuenta dado que la gran mayoría de adultos con asma en España –el 3-7% del total de mayores de edad– son mujeres.
En el mundo conviven cerca de 300 millones de personas con asma, enfermedad crónica caracterizada por una dificultad recurrente para respirar y que suele cursar, entre otros síntomas, con opresión en el pecho, sibilancias y falta de aliento.
La evidencia es cada vez mayor de una asociación entre el asma y los aspectos de la reproducción femenina. Sin embargo, el conocimiento actual es limitado y, además, se basa en estudios de cuestionarios o de poblaciones pequeñas. Se realizó un estudio de cohorte prospectivo de observación para investigar si el tiempo hasta el embarazo, el número de tratamientos de fertilidad, y el número de embarazos exitosos difieren significativamente entre las mujeres con infertilidad inexplicada con y sin asma.
Como explica Elisabeth Juul Gade, directora de esta investigación publicada en la revista «European Respiratory Journal», «nuestros resultados aportan un mayor peso a las evidencias epidemiológicas que sugieren la existencia de una relación entre el asma y la fertilidad. De hecho, en nuestro estudio hemos observado que el asma tiene un efecto negativo sobre la fertilidad y que aumenta el tiempo hasta el embarazo. Un incremento, además, que también aumenta con la edad».
Menor tasa de embarazo
Para llevar a cabo el estudio, los autores evaluaron a un total de 245 mujeres con problemas de infertilidad de causa desconocida y edades entre los 23 y los 45 años. Todas las participantes, de las cuales 96 habían sido diagnosticadas de asma o fueron diagnosticadas como asmáticas al inicio del estudio, se sometieron a un tratamiento de fertilidad, manteniéndose su seguimiento por los investigadores por un mínimo de 12 meses hasta que lograran quedar embarazadas, dejaran la terapia o, simplemente terminara la observación.
La probabilidad de lograr el embarazo fue menor en las mujeres con asma en comparación con aquellas no asmáticas: de acuerdo con los resultados, el tiempo promedio hasta lograr el embarazo se estableció en 55,6 meses en las participantes con asma y en solo 32,2 meses en aquellas sin la enfermedad, con una razón de riesgo de 0,50 p <0,001.
El 39,6% de las mujeres con asma tuvieron menos embarazos exitosos durante el tratamiento de fertilidad frente al 60,4% de las no asmáticas (p = 0,002). El aumento de la edad fue de importancia negativa para el tiempo esperado hasta el embarazo, especialmente entre las mujeres asmáticas (interacción entre la edad y el asma en el tiempo hasta el embarazo, p = 0,001).
Las mujeres asmáticas tuvieron un mayor tiempo hasta lograr el embarazo y lo lograron con menos frecuencia que las mujeres no asmáticas. Aumento de la edad reduce las posibilidades de concebir especialmente entre las mujeres asmáticas. La relación causal entre el asma y la subfertilidad sigue sin estar clara.
Cuanto más joven, mejor
Y esta relación negativa entre el asma y la fertilidad, ¿se explica realmente por la enfermedad o puede tener su origen en otros factores? Pues como reconoce Elisabeth Juul Gade, «la verdad es que aún no conocemos la relación causal. Podría ser causada por una combinación de los diferentes tipos de asma, del estado psicológico de la paciente, de los niveles hormonales o del propio tratamiento para el asma».
Sea como fuere, concluye la directora del estudio, «a la luz de las nuevas evidencias, creemos que los médicos deberían alentar a sus pacientes con asma a que intentaran quedarse embarazadas a edades más tempranas y a que optimizaran su tratamiento para el asma durante la etapa de pre-concepción. Y es que la educación del paciente también juega una importancia crucial, por lo que informarles de esta nueva evidencia podría conllevar que mejoraran su adherencia a los tratamientos».
Fuente: abc.es