La amenaza emergente de las enterobacterias resistentes a los antibióticos carbapenem | Por: @rigotordoc
La incidencia de enterobacterias carbapenem-resistentes (ECR) se encuentra ahora en 2,93 por 100.000 habitantes, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos. La vigilancia poblacional y de laboratorio en siete estados de esa nación aisló la mayoría de los casos de ECR de fuentes de orina y reveló que está asociada a una alta prevalencia de hospitalizaciones previas o dispositivos introducidos en el cuerpo como catéteres y sondas, así como la derivación a centros de atención a largo plazo.
Alice Y. Guh, MD, MPH, de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades en Atlanta, Georgia, y colaboradores publicaron sus datos de vigilancia en línea 5 de octubre en la revista JAMA. Su sistema de vigilancia incluyó siete áreas geográficas de Estados Unidos, aunque no fue diseñado para ser representativo de toda la nación. La definición de caso se basó en las pruebas de sensibilidad realizadas localmente.
Las enterobacterias son gérmenes que se encuentran en los intestinos normales de las personas. (La bacteria del E. coli y la Klebsiella son enterobacterias comunes.) A veces, estas bacterias pueden extenderse fuera de los intestinos y causar infecciones graves, como infecciones de las vías urinarias, de la sangre, en heridas y neumonía (a menudo en asociación con la ventilación mecánica). Las enterobacterias pueden infectar a las personas tanto en centros comunitarios como en centros de salud. Las enterobacterias resistentes a los carbapenems son una familia de ellas que son difíciles de tratar porque a menudo son resistentes a los antibióticos, que son los medicamentos destinados a combatirlas.
Los carbapenems son un grupo de antibióticos de uso muy exclusivo que sólo se usan para tratar infecciones graves causadas por microbios muy resistentes a otros antibióticos. Sin embargo, algunas enterobacterias no pueden tratarse con carbapenems porque también se han vuelto resistentes a ellos. Estas bacterias son las ECR.
Las personas sanas no suelen contagiarse de ECR. Estas afectan principalmente a pacientes hospitalizados en centros de salud de cuidados agudos y a largo plazo que están recibiendo tratamiento para otra enfermedad. Los pacientes con el sistema inmunológico debilitado o con dispositivos invasivos como tubos que entran en el cuerpo tienen más probabilidad de tener una infección por ECR. El uso de ciertos tipos de antibióticos también puede aumentar esta probabilidad.
Los investigadores reportaron 599 casos de ECR incidente durante el período de vigilancia de 2 años. Los autores estiman que la incidencia bruta global de infección ECR es de 2.93 por 100.000 habitantes. Destacan, sin embargo, que, como no todos los laboratorios comerciales que sirven a la zona de influencia participaron en el estudio, este número puede subestimar la carga ECR de las áreas estudiadas.
La mayoría de los casos ECR (86,8%) fueron aisladas de orina, y el 11.4% de los casos se aislaron a partir de sangre. Más de la mitad (65,5%) de los casos se encontraron en el ámbito ambulatorio, entre las personas que habían sido hospitalizados dentro de los 30 días después de su cultivo inicial.
Un 33,9% de los casos también se recogieron en hospitales de corta estancia. En contraste, alrededor del 8% de los casos fueron identificados en los individuos que no habían tenido ninguna exposición hospitalaria documentada antes del cultivo positivo para ECR. Sin embargo, el grado en que estos casos representan ECR asociados a la comunidad en comparación con las exposiciones a atención médica indocumentada no está claro. La posible propagación de las ECR de centros de atención de la salud en la comunidad, tal como ha sido reconocido con otros bacilos gram negativos resistentes, es una perspectiva preocupante que requiere estudios adicionales, según los autores.
En la mayoría de casos, los pacientes fueron hospitalizados aproximadamente al mismo tiempo que el cultivo de ECR positivo. Aproximadamente la mitad (55,9%) de los pacientes sobrevivieron a la infección.
Los investigadores señalan la variabilidad en la incidencia de las ECR y la frecuencia a través de diferentes sitios del Programa de Infecciones Emergentes. Estos resultados sugieren que las ECRs están surgiendo y que las intervenciones de control tienen el potencial de producir un efecto sustancial. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades recomiendan que se tomen las precauciones de contacto para evitar una mayor propagación de todas las ECR.
Los datos de vigilancia también revelaron la presencia de diferentes tipos de ECR en las diferentes áreas de vigilancia, lo que sugiere que un conocimiento de la epidemiología local puede ayudar en los esfuerzos de prevención en regiones específicas de los Estados Unidos.
La Dra. Mary K. Hayden, del Rush University Medical Center en Chicago, Illinois, en un editorial acompañante dice que «el estudio de Guh y colaboradores representa un importante paso adelante para el control de las ECR en los Estados Unidos. La expansión de la vigilancia a otras regiones geográficas, incluidos los entornos rurales y áreas metropolitanas conocidas con una alta prevalencia de las ECR, proporcionaría una imagen más completa de su riesgo en Estados Unidos. Además, la caracterización molecular de los aislados también informaría de los esfuerzos de prevención¨.
Los autores señalan que la incidencia bruta de ECR es en la actualidad sustancialmente inferior a la de otros organismos resistentes a los medicamentos, tales como Staphylococcus aureus (25,1 por 100.000 habitantes) y Clostridium difficile (147,2 por 100.000 habitantes). La incidencia actual de ECR está incrementándose y sugiere que las intervenciones de control implementadas ahora podrían tener un efecto sustancial en el futuro.
Los investigadores señalaron que los resultados de vigilancia fueron limitados por la capacidad de la definición de vigilancia de diferenciar entre los aislamientos urinarios que representaban una verdadera infección y de las que no lo eran. Además, la definición de no susceptibilidad a carbapenem no incluyó a ertapenem, y por lo tanto la vigilancia no aisló organismos que eran no susceptibles sólo a ertapenem.
Fuente: JAMA. Publicado en Internet el 5 de octubre de 2015. Artículo completo, texto completo editorial
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Dr. Rigoberto J. Marcano Pasquier @rigotordoc
Medicina Interna
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