5 consejos para prevenir la artrosis | Por: @linternista
La artrosis es una de las enfermedades reumáticas más frecuentes del mundo. Si la padeces debes saber que es irreversible, pero que puede tratarse y frenar su avance adoptando una serie de medidas higiénico-dietéticas, además del tratamiento médico.
Se caracteriza por presentar rigidez, dolor e inflamación de las articulaciones, la cual se origina cuando los cartílagos que protegen los extremos de los huesos se desgastan.
Además, uno de los inconvenientes más importantes que provoca esta patología es que pueden originarse deformaciones en las articulaciones que afecta, como en las rodillas, los dedos de las manos y de los pies, la cadera y espalda.
Los síntomas suelen mejorar con el reposo y empeorar con el movimiento.
Su causa es desconocida, no se sabe que la origina, pero puede aparecer por el exceso de peso, el envejecimiento, la genética, los golpes y lesiones traumáticas en las articulaciones.
Algunos consejos
La Sociedad Española de Farmacia Familiar y Comunitaria (SEFAC) recomienda para prevenir la aparición de esta enfermedad, o mejorar la calidad de vida de los pacientes:
- Dieta saludable: El sobrepeso y la obesidad son los principales factores de riesgo de esta enfermedad, por ello es importante mantener un peso adecuado. Es muy importante tener una dieta adecuada para prevenir aumentos de peso y tener suficiente aporte de vitaminas. Realizar cinco comidas al día, entre las que se incluyen frutas, verduras, legumbres, hidratos de carbono.
- Cambio frecuente de postura: Es importante no permanecer en la misma postura durante mucho tiempo y no sobrecargar las articulaciones. Mantener una postura adecuada es importante para que no aparezcan lesiones que pueden desembocar en esta enfermedad, así se evitarán dolores innecesarios que aparecen al tener una postura incorrecta.
- Dormir en colchón ortopédico (colchón duro): Evitar colchones bajos y hundidos que provocan una mala postura, además evitar utilizar sillas altas de respaldo y aquellos sillones bajos. De esta manera se retardará la aparición de la enfermedad o su progresión.
- Práctica de Ejercicio físico moderado: practicar el ejercicio con regularidad aumentará la fuerza de los músculos, protegiendo así las articulaciones, lo que ayuda a pacientes a reducir molestias. Pero, se deben evitar todos aquellos deportes de contacto, sobrecarga o de mucho impacto para las articulaciones, ya que pueden suponer un riesgo.
- Aplicación de calor local en las zonas afectadas: Esto se puede lograr mediante una fomentera, manta eléctrica o bolsas de agua caliente que trasmita calor a las articulaciones cuando se sienta molestia o dolor. En ocasiones se puede utilizar el frío local como bolsas de hielo o baños fríos para mejorar algunos brotes inflamatorios que puedan aparecer.
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Fuente: Antena 3.
Daniel Ricardo Hernández
Comunicador Social