Sus artículos cotidianos son el hogar perfecto para las bacterias | Por: @linternista
Hay artículos de uso cotidiano que no son nada inofensivos, aunque así lo parezca: los zapatos, tu cepillo de dientes, los audífonos que utilizas para escuchar música, la almohada con la que duermes, la tabla en la que picas los alimentos.
En muchas ocasiones estos objetos se convierten en generadores de cultivos bacterianos que pueden causarte enfermedades.
Entre los artículos de uso personal, los zapatos son un foco de bacterias y microorganismos, pues pisan y recorren superficies externas contaminadas con todo tipo de elementos (basura, excrementos de animales, orine, escupitajos, cloacas, otros) y que muchas veces se quedan incrustadas en la suela y contaminamos el piso o alfombras de nuestras casas.
Chuck Gerba, microbiólogo de la Universidad de Arizona, en el 2008, confirmó que los zapatos son portadores Escherichia coli y Klebsiella pneumonia. La primera ocasiona infecciones en vías urinarias e intestinos, y la segunda, neumonía.
Las bacterias fueron recolectadas por los dueños de los zapatos analizados en baños de lugares públicos y, según Gerba, los microorganismos sobrevivieron tanto porque las superficies que pisamos a diario brindan alimento a los microorganismos que ya se encuentran acumuladas.
Otro del que siempre se habla es de los cepillos de dientes, no solo se contaminan con los gérmenes de la boca sino que se exponen a adquirir microorganismos en el baño, y las posibilidades se multiplican en proporción con el número de personas que conviven en tu hogar.
Según un estudio realizado en un dormitorio universitario y dado a conocer por la Sociedad Estadounidense de Microbiología, se determinó la presencia de coliformes fecales en el 55 % de los cepillos de dientes analizados.
Asómbrate en esta investigación los científicos apuntaron que había un 80% de posibilidades de que esos coliformes provinieran de personas que usan el mismo baño. “Cuando la materia fecal es de otro, contiene bacterias, virus o parásitos que no forman parte de la flora intestinal normal de (lo que eventualmente podría causar enfermedades)”, dijo Lauren Aber, investigador del estudio.
Pero no solo tu boca es el único lugar al que podrían llegar inesperados microorganismos; también a tus oídos, cuando eres un asiduo usuario de usar audífonos, tanto los de tipo orejera, como los de pastilla.
Con los primeros, “al tapar la oreja, podemos ocasionar humedad debido al sudor. En ese ambiente, podrían proliferar bacterias u hongos en la piel de la oreja, no tanto en el conducto”, comentó Victoria Garbanzo, de la Clínica de Rehabilitación Auditiva.
Los de pastilla favorecen la acumulación de cerumen y suciedad en las tapillas de goma, por lo que deben ser reemplazados y aseados regularmente.
Según una investigación publicada en la revista Allergy, en el dormitorio tampoco se está a salvo, pues en las almohadas y en las fundas pueden proliferar los hongos, como el Aspergillus fumigatus es el hongo que más creció en almohadas utilizadas regularmente, entre 1,5 y 20 años. La presencia de este hongo incide en la aparición de enfermedades respiratorias, entre las que destacan el asma y la sinusitis, por lo que conviene el cambio frecuente de la ropa de cama y mantenerla limpia.
Con relación a la cocina hay artículos por donde pasan los vegetales, carnes y otros productos que consumimos en el hogar, tampoco están exentos, poe ejemplo la tabla de picar alimentos es uno de ellos, ya que si se limpia bien, puede causar contaminación, aclaró en una presentación sobre el manejo higiénico de los alimentos, el nutricionista Luis Eduardo Carvajal.
Entre tanto, un estudio hecho en la Universidad Estatal de Carolina del Norte y la Universidad de Colorado echó mano de 40 científicos ciudadanos para analizar nueve diferentes superficies de las casas en las que podrían haber bacterias. Entre las superficies vistas, había tablas de picar, pantallas de televisor, la refrigeradora y llaves de la casa, entre otros.
Y en total pudieron encontrar 7.726 tipos de microorganismos diferentes nuestros hogares, y descubrieron que las bacterias presentes en la refrigeradora, la tabla de picar y el mueble de la cocina eran muy similares, por estar vinculadas principalmente a la comida.
.
Fuente: El Comercio.
Daniel Ricardo Hernández
Comunicador Social