Avanzan en la conservación del hígado antes de su transplante | Por: @linternista
Investigadores del Centro de Biología del Desarrollo (CBD) del instituto de investigación Riken, en España, crearon una nueva técnica con la que un hígado puede ‘aguantar’ hasta 24 horas, el doble que en la actualidad, antes de ‘aterrizar’ en su nueva ubicación. Uno de los retos en el campo de la donación de órganos es conseguir más tiempo en la preservación de los mismos, desde su extracción hasta el trasplante en el cuerpo receptor. De momento, sólo se ha comprobado su efectividad en hígados de rata.
Los investigadores aislaron los hígados de varias ratas y los conectaron a un sistema de perfusión para que recibieran los fluidos esenciales para su supervivencia, tales como los glóbulos rojos, que transportan el oxígeno que tanto necesitan. Mientras estaban en esta máquina, los científicos evaluaron la función hepática a varias temperaturas, midiendo las concentraciones de ciertos marcadores de proteínas (alanina aminotransferasa, que se eleva en los hígados disfuncionales, y la albúmina, que es mayor en los hígados sanos).
El análisis de estos marcadores y la producción de bilis, otro signo de hígado sano, mostró que estos órganos permanecían sanos hasta dos días cuando se conservaban a 22 °C, en vez de guardarlos exclusivamente en frío (como se hace habitualmente), y con un ‘tratamiento’ de sangre, es decir, añadiendo glóbulos rojos al cultivo. Análisis de imágenes tridimensionales mostraron que cuando se utilizaban los hematíes, morían menos células hepáticas y la estructura compleja de los hígados se mantenía intacta.
Normalmente, explican los expertos, los órganos donados se mantienen a una temperatura de cuatro grados centígrados en una solución de compuestos químicos específica, consiguiendo tiempos de preservación de seis horas para el corazón y los pulmones, 12 horas para el hígado y 20 horas para los riñones. No obstante, en la práctica real, los médicos siempre insisten en que lo ideal es realizar el trasplante lo antes posible.
Tras comprobar que las células hepáticas a 22 grados (no menos) comienzan a multiplicarse de nuevo y muestran un metabolismo saludable cuando aumenta la temperatura, los autores de este trabajo compararon la efectividad del trasplante de hígado conservado durante 24 horas con este nuevo método con los que se preservan a cuatro grados. Siete días después del trasplante, extirparon la mayor parte del hígado a los destinatarios con el objetivo de analizar su función. Sólo el 20% de las ratas que recibieron los hígados preservados a cuatro grados sobrevivieron a esta hepatectomía parcial, en comparación con el 100% de las que tenían un órgano conservado mediante el nuevo sistema de perfusión.
Futuro esperanzador
La prolongación del tiempo de conservación de los órganos no es lo único que describe el artículo publicado en la revista Scientific Reports. La nueva técnica, según Takashi Tsuji, permitiría aumentar el número de órganos donantes disponibles y podría utilizarse incluso para el futuro cultivo de órganos en tres dimensiones. Además, los resultados también señalan que este sistema podría ser capaz de ‘resucitar’ los órganos obtenidos después de un paro cardiaco. En estos casos, argumentan los investigadores, cuando una persona muere de esta forma, «sus órganos a menudo sufren daños». Sin embargo, «añadiendo glóbulos rojos en el proceso de conservación, estos hígados muestran muchas señales de función normal tras el trasplante», apunta Tsuji. «La tasa de supervivencia en el estudio fue del 100%, incluso después de eliminar parte del hígado.
A pesar de estos resultados, «aún queda mucho camino por recorrer hasta que este método esté disponible para seres humanos».
Fuente: El Mundo.
Daniel Ricardo Hernández
Comunicador Social