Genética determina idoneidad para tomar estatinas | Por: @linternista
Las estatinas, fármacos para reducir el colesterol, son de los más consumidos en todo el mundo. Se utilizan para reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular y recientemente un estudio publicado en The New England Journal of Medicine confirmó su eficacia preventiva.
En 2013, el Colegio Americano de Cardiología (ACC) y la Asociación Americana del Corazón (AHA) cambiaron las directrices del tratamiento con estatinas, aumentando el número de pacientes idóneos para tomarlas. La medida provocó un debate sobre si estos fármacos se usan en exceso. Ahora, un nuevo estudio que publicó The Lancet sugiere que aquellos pacientes con mayor riesgo genético a sufrir una enfermedad cardíaca son los que más se benefician de su consumo.
Mediante un análisis genético sencillo
Los investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington en St. Louis, el Hospital de la Mujer Brigham, del Hospital General de Massachusetts y de la Escuela de Medicina de Harvard (EE.UU.) evaluaron el riesgo de ataque cardíaco independientemente de los factores de riesgo tradicionales, como la edad, sexo, niveles de colesterol bueno y malo, antecedentes de tabaquismo, antecedentes familiares y diabetes.
Las nuevas directrices de la AHA y del ACC han generado un debate sobre qué personas deben tomar este medicamento, señala Nathan Stitziel, cardiólogo de la Universidad de Washington. «Algunos expertos han dicho que deberíamos tratar a más personas, mientras otros apuestan por tratar menos».
Sin embargo, otro enfoque es identificar a las personas de alto riesgo y prescribirles la terapia con estatinas. «La genética parece ser una manera válida de identificar a los pacientes de alto riesgo».
Los más beneficiados
Los investigadores, tras analizar una muestra de 49.000 personas que participaron en cinco estudios, vieron que los pacientes con mayor riesgo de enfermedad cardiovascular eran los que más se beneficiaban de la terapia con estatinas:
la terapia genera una reducción:
- 13 % en el riesgo del grupo genético de riesgo bajo
- 29 % en el intermedio y
- 48 % entre los de alto riesgo.
Se calculó que por cada 25 personas que tomaron una estatina durante 10 años se prevendría de infarto de miocardio:
- El grupo de alto riesgo se prevendría 1 persona.
- El grupo de riesgo media serían 42 personas
- El de bajo riesgo serían 66 personas.
Tal estrategia podría ayudar a los médicos a decidir qué pacientes están en alto riesgo y, por lo tanto, tiene más probabilidades de beneficiarse de la terapia con estatinas.
Estos resultados, señala Stitziel, difieren de investigaciones previas que habían mostrado que las estatinas proporcionaban, aproximadamente, la misma reducción en el riesgo, entre un 30 a 45 % dependiendo de la dosis, en todas las categorías de pacientes. «Necesitamos más investigación para confirmar estos resultados. En cualquier caso, al menos podemos decir que los pacientes con una puntuación genética alta de riesgo parecen beneficiarse más de la terapia con estatinas».
Aún falta investigación
Stitziel advierte que el análisis genético todavía no está disponible para los pacientes y que se necesita más investigación para validar los resultados antes de que una prueba de este tipo pueda desarrollarse para su uso clínico. Pero añade: «el panel de marcadores genéticos que analizamos proporciona una forma de identificar a los pacientes que comienzan con un mayor riesgo inicial. Esto es importante ya que parece ser independiente de los niveles de colesterol y otros marcadores tradicionales de enfermedad del corazón que típicamente utilizamos para estimar el riesgo».
En concreto, los expertos analizaron 27 ‘letras’ individuales en el código de ADN de cada paciente (Un trabajo previo había establecido una asociación significativa entre estas 27 posiciones en el genoma y el riesgo de enfermedad coronaria). Stitziel también señala que estos 27 marcadores no cambian con la edad o el estilo de vida, lo que significa que una persona con alto riesgo de desarrollar enfermedad coronaria podría ser identificada pronto, antes de que los valores tradicionales de la enfermedad se puedan detectar mediante un examen físico de un médico o un análisis de sangre de rutina.
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Fuente: ABC.
Daniel Ricardo Hernández @danielricardoh
Comunicador Social