Subir el precios de los cigarrillos mejoraría la salud de millones de personas en los países más pobres | Por: @linternista
Según un estudio publicado el 12 de abril de 2018 en «The BMJ» cuyos hallazgos muestran que las personas con bajos ingresos son los que tienen más que ganar, una simple acción de los gobiernos «podría generar beneficios de salud y reducción de la pobreza sin precedentes».
Bastaría un importante incremento en el precio del tabaco para que millones de personas de todo el mundo, especialmente en los países más desfavorecidos, experimenten una mejora en su salud, pero también en su pobreza extrema.
Si se mantiene la progresión actual, se calcula que el tabaco será responsable de cerca de mil millones de muertes en el siglo XXI, la mayoría de ellas se producirán en países de ingresos bajos y medianos. Para evitarlo, la medida más eficaz sería un control eficaz del tabaco que podría evitar cientos de millones de muertes prematuras e impediría, asimismo, que muchos jóvenes empezaran a fumar. Sin embargo, ningún estudio hasta ahora ha evaluado el impacto sobre la economía, y la salud de los habitantes en diferentes de países, que puede tener subir los impuestos al tabaco.
Los investigadores del Consorcio Global de Economía del Tabaco, dirigidos por Prabhat Jha, del Hospital St. Michael y la Universidad de Toronto (Canadá), y Patricio Márquez, Especialista en Salud Pública del Banco Mundial, se propusieron predecir el efecto que tendría un aumento del 50% en los precios del cigarrillo sobre la salud, pobreza y la situación financiera de 13 países de ingresos medios con una población total de 500 millones de fumadores. Los precios se incrementaron a través de los impuestos indirectos sobre el tabaco con el fin de alcanzar el precio diana en cada país.
Los investigadores emplearon un modelo que valoraba el impacto del abandono del tabaco en función de los grupos de y de ingresos económicos en los siguientes parámetros: años de vida ganados, menos costes de tratamiento médicos, pobreza e ingresos fiscales adicionales. Y así descubrieron que un aumento del 50% de los precios conduciría a unos 450 millones de años de vida ganados en los 13 países por el abandono de este nocivo hábito, y la mitad de ellos en China.
Según sus estimaciones, en todos los países, los varones pertenecientes al grupo de ingresos más bajos (el 20% más pobre de la población) ganarían siete veces más años de vida que los del grupo de mayores ingresos (el 20% más rico de la población – 155 v 23 millones). La cantidad promedio de años de vida ganados por dejar de fumar para cada fumador en el grupo de ingresos más bajos fue cinco veces mayor que la del grupo superior (1,46 v 0,23 años).
De los 157 mil millones de dólares (127 mil millones de euros) en costes de tratamiento evitados, el grupo de ingresos más bajos evitaría casi cinco veces más que el grupo de mayores ingresos.
En siete países sin cobertura de salud universal, aproximadamente 15,5 millones de personas, evitarían costes médicos . Como resultado, 8,8 millones de hombres, la mitad de ellos en el grupo de ingresos más bajos, evitarían caer por debajo de la definición de extrema pobreza del Banco Mundial.
En general, el grupo de ingresos más bajos ahorraría el 31% de los años de vida y el 29% de los costes de enfermedad evitados y evitaría los costos médicos, mientras que pagaría solo el 10% de los impuestos adicionales de $ 122bn recaudados.
Limitaciones del estudio
Al ser un estudio de estas características tiene algunas limitaciones. Pero los autores señalan que sus hallazgos fueron consistentes en todos los países y se mantuvieron prácticamente sin cambios después de variar algunas de las suposiciones clave.
Los investigadores concluyen que si se incrementan de forma sustancial los precios de los cigarrillos -lo suficiente como para hacer que muchos hombres de bajos ingresos renuncien a fumar- brindan más beneficios económicos y de salud a los más pobres que a los más ricos.. Estos resultados no solo desafían la opinión de que los impuestos al tabaco son más perjudiciales para las personas con ingresos bajos y altos, sino que sugieren que subir los impuestos respaldan los objetivos de desarrollo sostenible de la ONU para la pobreza y la cobertura universal de salud.
Si bien queda mucho por aprender, tanto los economistas como los defensores de la salud pública están de acuerdo en que «un aumento sustancial de los precios del tabaco provocará una disminución en el consumo de tabaco y la enfermedad resultante», afirman investigadores de EE.UU. en un editorial.
Fuente: abc.es