La deficiencia de vitamina D está fuertemente ligada a eventos cardiovasculares fatales | Por: @rigotordoc
La deficiencia de vitamina D está mucho más fuertemente ligada a eventos cardiovasculares (ECV) fatales que a eventos no fatales, según los resultados de un gran estudio prospectivo.
Varios estudios sugieren que las concentraciones séricas bajas de 25- hidroxivitamina D ( 25OH-D) se asocian con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular (ECV); sin embargo, la evidencia aún no es concluyente, en su mayoría basada en la mortalidad por ECV y en estudios con mediciones individuales de 25OH-D, por lo general con sólo una única medición de vitamina D y no examinaron por separado los resultados fatales y no fatales.
Aunque los resultados fueron capaces de confirmar un incremento del 27% del riesgo cardiovascular total y un aumento del riesgo del 62% de ECV fatal en sujetos con deficiencia de vitamina D, eso indica que el riesgo es mucho más fuerte (y posiblemente, incluso limitado a) de eventos cardiovasculares fatales, según el trabajo dirigido por Laura Perna, PhD y Ben Schottker, PhD, del Centro Alemán de Investigación Oncológica de Heidelberg, que fue publicado en el número de Diciembre de 2013 del Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism.
El estudio realizado por Laura Perna y Ben Schottker, es un estudio de cohorte de base poblacional e incluyó 9.949 adultos entre los 50 y 74 años, reclutados durante los chequeos de salud regulares en atención primaria entre los años 2000 y 2002. Se incluyeron más mujeres que hombres (59% vs 41%) y la mayoría de los participantes (59%) tenían niveles inadecuados de vitamina D (< 50 nmol/L). Las muestras de sangre se recogieron al ingreso y a los 5 y 8 años.
La media de seguimiento fue de 9,2 años para la mortalidad y 6,5 años para los puntos finales de ECV, cardiopatía isquémica (CI) e ictus, anteriormente llamados accidente cerebrovasculares (ACV). Un total de 854 pacientes tuvieron un ECV no fatal, 176 tuvieron un ECV fatal, 460 tuvieron un evento CI no fatal, 79 tuvo un evento CI fatal, 313 tuvieron un ACV no fatal y 41 tuvieron un ACV fatal.
Al comparar los sujetos con 25OH-D por debajo de 30 nmol/L y por encima de 50 nmol/L resultó en una razón de riesgo de 1,27 (intervalo de confianza del 95 % = 1,05-1,54) para las enfermedades cardiovasculares totales y 1,62 (IC 95 % = 1.07-2.48) para las enfermedades cardiovasculares fatales, en un modelo ajustado por posibles factores de confusión importantes.
No se observó una asociación significativa para la ECV no fatal. En el análisis de dosis-respuesta, se observó un aumento del riesgo cardiovascular en el 25OH-D por debajo de 75 nmol/L. Los resultados para la CI y ACV fueron comparables a los resultados obtenidos para el resultado compuesto de ECV.
La asociación continuó después de ajustar por edad, sexo y la temporada de extracción de sangre, con las razones de riesgo que van desde el 1,46 para el total de ECV a 1,58 para el total de ACVs.
Incluso después del ajuste para otros posibles factores de confusión, como el tabaquismo y la actividad física, la deficiencia de vitamina D aún confiere un significativo 27 % más de riesgo de enfermedad cardiovascular total y un aumento del riesgo del 62% de ECV fatal.
Las personas con niveles bajos de vitamina D también tuvieron un significativo 36 % más de riesgo de CI y un no significativo 33 % más de riesgo de ACV total.
Una posible explicación para la asociación más fuerte entre la 25OH-D y la mortalidad por ECV y no para ECV no fatal, es que los niveles bajos de vitamina D podrían conducir a eventos más graves y tal vez también a reducir la capacidad de hacer frente a dichos eventos. Por otra parte, la asociación de 25OH-D con la mortalidad puede ser más fuertemente afectada por factores de confusión que vinculan tanto a los niveles bajos de vitamina D baja y el mal estado de salud, como la diabetes o la enfermedad renal crónica, según sugieren los autores.
Los resultados apoyan la evidencia de que los bajos niveles de 25OH-D se asocian con un aumento moderado del riesgo de ECV e indican que la asociación observada es mucho más fuerte para los eventos fatales que para los eventos no fatales.
Se debe incluir en la dieta alimentos que contengan vitamina D, por ejemplo, la mayoría de las marcas de leche están fortificadas con ésta, así como los jugos de naranja y los cereales. Otras fuentes alimenticias de vitamina D son los pescados grasos (salmón, atún y sardinas), las yemas de huevo, aceite de hígado de bacalao, hígado de res, margarina, yogur y algunos quesos. Es necesario leer la etiqueta nutricional para saber un determinado alimento es o no fuente de vitamina D.
Referencia:
- Perna L, Schöttker B, Holleczek B, Brenner H. Serum 25-hydroxyvitamin D and incidence of fatal and nonfatal cardiovascular events: a prospective study with repeated measurements. J Clin Endocrinol Metab 2013; 98:4908-4915.
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Dr. Rigoberto J. Marcano Pasquier @rigotordoc
Medicina Interna
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