Ser atendido por el mismo médico a lo largo del tiempo parece que alarga la vida del paciente | Por: @linternista
Según un estudio que se ha publicado en la revista «BMJ Open» en el que se ha llevado a cabo por vez primera una revisión sistemática de la relación entre las tasas de mortalidad y la continuidad de la atención médica, ser atendido por el mismo médico a lo largo del tiempo, ya sea el de familia o un especialista, parece alargar la vida.
Aunque toda la evidencia es observacional, este estudio vuelve a poner el foco en algo que en los últimos años parece que se está olvidando: la importancia de las relaciones personales en la atención médica y la confianza del paciente en el profesional sanitario. Durante los últimos 200 años, dicen los investigadores del Hospital St Leonard’s Practice en Exeter y la Facultad de Medicina de la Universidad de Exeter (Gran Bretaña), los avances médicos han sido principalmente técnicos e impersonales, lo que ha reducido el lado humano de la medicina. «Esta revisión sistemática revela que, a pesar de los numerosos avances técnicos, la continuidad de la atención es una característica importante de la práctica médica y, potencialmente, una cuestión de vida o muerte», escriben en el artículo.
Estudios previos han revelado que la llamada continuidad de la atención sanitaria está relacionada con una serie de beneficios: pacientes que siguen los consejos médicos con mayor interés, una mejor aceptación de las vacunas y otras medidas preventivas, y menos ingresos hospitalarios de urgencias. Los médicos de familia, ha señalado en numerosas ocasiones la Sociedad Española de Medicina de Familia y Medicina Comunitaria (Semfyc), son «centinelas de la salud y la gestión sanitaria», y desempeñan un papel fundamental en situaciones tan relevantes para la salud como la vacunación infantil, el control de la diabetes o el colesterol elevado, o el mantenimiento de unos buenos hábitos de vida.
Ahora, los resultados del trabajo realizado en Gran Bretaña reafirman este mensaje: el contacto mantenido entre el médico y su paciente está relacionado con menos muertes. El efecto se aplicó en diferentes culturas, y no solo se refiere a los médicos de familia, sino también a los especialistas, incluidos los psiquiatras y los cirujanos.
De los 726 artículos identificados en las búsquedas, 22 cumplieron los criterios de elegibilidad. Los estudios fueron todos de cohorte o de corte transversal y la mayoría se ajustaron para múltiples factores de confusión potenciales. Todos fueron publicados desde 2010, y que se llevaron a cabo en un total de nueve países con culturas y sistemas de salud muy diferentes, desde EE. UU. hasta Inglaterra, Corea del Sur e Israel.
Se encontró tal heterogeneidad de métodos de medición de la continuidad y la mortalidad y los plazos que no fue posible combinar los resultados de los estudios. Sin embargo, 18 (81,8%) estudios de alta calidad informaron reducciones estadísticamente significativas en la mortalidad, con una mayor continuidad de la atención. 16 de estos fueron con mortalidad por todas las causas. Otros tres no mostraron asociación y uno demostró resultados mixtos. Estos importantes efectos protectores ocurrieron tanto con médicos generalistas como especialistas.
«Estamos diciendo que en un momento en que la mayoría de las noticias que se publican en los medios de comunicación se centran en las nuevas máquinas e innovadoras tecnologías, este artículo muestra que el lado humano de la medicina sigue siendo muy importante, e incluso una cuestión de vida y muerte», subraya Sir Denis Pereira Gray, primer autor de la investigación.
En este sentido, el profesor Philip Evans, de la Universidad de Exeter, señala que la continuidad de la atención se produce cuando un paciente y un médico se ven mutuamente y, por tanto, se conocen. «Esto mejora la comunicación, la satisfacción del paciente, el cumplimiento de los consejos médicos y un menor uso de servicios hospitalarios».
Ahora bien, el estudio no demuestra que ver al mismo médico de forma mantenida es lo que está impulsando la reducción de la mortalidad. La investigación tiene una serie de limitaciones, entre ellas que muchos de los trabajos solo revisaron los registros de los pacientes y no los siguieron a lo largo del tiempo, y no todos los estudios tuvieron en cuenta toda la gama de otras posibles factores influyentes, como edad, sexo, tabaquismo y nivel socioeconómico.
En cualquier caso, añade Gray: «Los pacientes saben desde hace tiempo la relevancia que tiene qué médico ven y la fluidez de la comunicación. Hasta ahora, esto se había considerado una cuestión de conveniencia o cortesía». Ahora puede que se de vida o muerte.
Fuente: abc.es