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Después de dormir es cuando el cerebro mejora el aprendizaje motriz | Por: @linternista

Científicos de la Universidad de Montreal (Canadá) descubrieron el mecanismo cerebral que hace que el aprendizaje de movimientos sea más fácil después de dormir, según lo describen a través de la revista NeuroImage.

La región subcortical del cerebro es clave en la consolidación de información y estudios previos ya habían descrito su importancia a la hora de aprender movimientos, lo que se conoce como aprendizaje motor, pero no se sabía por qué su actividad era mayor tras de una noche de sueño.

Sin embargo, ahora han visto que después de dormir la red cerebral de estas áreas funciona con mayor sincronía, y se observa que la comunicación entre el diversas regiones se optimizan mejor. «Y sucede lo contrario cuando no ha habido ningún período de sueño», aseveraKaren Debas, neuropsicóloga de la Universidad de Montreal que dirigió este trabajo.

Para dicho hallazgo, seleccionaron a un grupo de personas y les enseñaron una secuencia de movimientos de los dedos, como si estuvieran tocando un piano. Utilizaron imágenes de resonancia magnética para medir su actividad cerebral durante el aprendizaje, que realizaron antes y después de dormir.

Los investigadores ya habían observado que el putamen, una estructura situada en parte central del cerebro, estaba más activa en los sujetos que habían dormido. Por otra parte, vieron que después de dormir aprendían mejor los movimientos.

Al analizar la conectividad cerebral, que identifica redes cerebrales y mide sus niveles de integración, encontraron que en estos casos la red cortico-estriatal (compuesta de áreas corticales y subcorticales, incluyendo el putamen) presentaba una mayor interacción con el resto.

«Parece que una noche de sueño ofrece una protección activa de esta red que durante el día no se produce, y con una única noche de sueño puede bastar para aprender bien el moviemiento», explica Debas.

De este modo, los resultados proporcionan información sobre el papel del sueño en el aprendizaje de las habilidades motoras que requiere nuevas secuencias de movimiento y muestra, por primera vez, una mayor interacción dentro del sistema cortico-estriatal después de una fase de consolidación del sueño.

Un hallazgo, según añaden, que abre la puerta a nuevas investigaciones para conocer mejor los mecanismos del sueño y como se relacionan las regiones cerebrales durante el mismo.

Colesterol: importante para el cerebro

Se han realizado numerosos estudios en torno a la importancia del colesterol, vital para el funcionamiento del cerebro. Su importancia ha sido destacada nuevamente en un reciente estudio, en el que participaron científicos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en España, en el que lograron demostrar un vínculo entre el colesterol cerebral y la capacidad de aprendizaje y memoria.

Según los expertos, si bien el cerebro representa 2%-3% del peso total del cuerpo, el 25% del colesterol del cuerpo se encuentra allí, y es esencial en las funciones de la membrana neuronal, además de actuar como antioxidante y ser la materia primera para producir progesterona, estrógeno, cortisol, testosterona y vitamina D.

Con el envejecimiento, el ser humano pierde parte de sus capacidades cognitivas, especialmente aquellas relacionadas con el hipocampo, zona especialmente sensible al paso de los años. El descenso en este colesterol es peligroso, advierte este estudio, puesto que algunos de los déficits cognitivos que se generan con la edad pueden tener que ver con ello.

El investigador del Centro de Biología Molecular, centro mixto del CSIC y la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), Carlos Dotti, explica que “este trabajo contribuye a comprender las bases fisiológicas de los déficits cognitivos que acompañan el envejecimiento”.

En el estudio, publicado en la revista EMBO Molecular Medicine, los científicos indican que el envejecimiento genera una pérdida progresiva de colesterol en la membrana neuronal del hipocampo, lo que dificulta la creación de nuevas memorias. Esto se debe a que la proteína Akt, asociada al crecimiento y supervivencia celular, se mantiene activa con el descenso del colesterol, evitando que las neuronas puedan responder a nuevos estímulos y generar nuevas memorias.

Para determinar esto, los científicos elevaron los niveles de colesterol en las neuronas viejas del hipocampo, para ponerlas al mismo nivel de las jóvenes, y lograron comprobar que sus capacidades mejoraron.

Ahora, para Dotti, “descubrir las causas de la pérdida constitutiva de colesterol neuronal a medida que envejecemos es el siguiente desafío”. “Estamos un poco más cerca de determinar hasta qué punto los cambios observados durante el envejecimiento normal son responsables de los déficits cognitivos profundos como los que caracterizan la enfermedad de Alzheimer”, concluye.

 

Fuentes: Larazon.es, Universia.es.

Daniel Ricardo Hernández @danielricardoh

Comunicador Social

Comité editorial medicinapreventiva.info

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