¿Qué tan buenos son los dispositivos médicos electrónicos? | Por: @linternista
Peter Doherty, nobel de Medicina, durante una entrevista en el Lindau Nobel Laureate Meeting en julio, mostraba sonriente una pulsera negra en su muñeca derecha y señalaba “Debo caminar 10.000 pasos al día”.
Este científico a sus 74 años, es uno más de quienes han buscado apoyo en dispositivos tecnológicos para lograr una vida más saludable. Como una especie de conciencia virtual, estos aparatos, que cuentan desde pasos hasta calorías, llaman literalmente la atención de su usuario si no se comporta como debe y cumple con las metas establecidas.
Pero no son mágicos
Aunque los especialistas admiten que son útiles para estar más conscientes de lo que se hace o se deja de hacer, La asesoría profesional y los buenos hábitos son lo que realmente mejoran la salud.
Según cuenta el médico Luis Vergara, especialista en medicina deportiva de la Red de Salud UC-Christus en Colombia, hay pocos estudios sobre la efectividad del uso de estos dispositivos, . “Se ha visto cierto beneficio, sobre todo en mujeres, pero no se sabe por qué esa diferencia”, agrega.
En general,, todos los dispositivos que cuentan pasos tienen un impacto importante en el usuario porque permiten evaluar su actividad diaria real, explica Vergara.
La recomendación es caminar en promedio unos 10.000 pasos al día para mantenerse saludable según la Organización Mundial de la Salud (OMS). “Por ello, los podómetros son buenos para tomar conciencia de lo lejos que se está de lograrlo cuando, en general, solo se caminan 3.000 o 4.000”, opina Rinat Ratner, nutricionista de la Clínica Alemana.
Estos aparatos permiten establecer metas alcanzables a través del tiempo y tener cómo medirlas. Aunque estas pueden ser revisadas por la persona, si se trata de cambiar hábitos o dejar atrás el sobrepeso no es recomendable utilizar estos dispositivos sin guía profesional. Y eso incluye también al sinnúmero de aplicaciones que cuentan las calorías que se ingieren.
Camilo Aburto, académico de la Escuela de Nutrición de la Universidad Andrés Bello, dice: “Son solo complementos a los tratamientos y en ningún caso reemplazan las consultas médicas, pero pueden ser muy útiles para ayudar a controlar ciertos aspectos”. Él utiliza algunas en forma gradual con sus pacientes, para lograr un seguimiento más extenso del tratamiento.
Estas herramientas no son perfectas
En el caso de los podómetros, no miden la intensidad de la caminata o de la subida de escalones y esto es importante, porque no es lo mismo caminar lento todo el día, que hacerlo con picos de caminatas rápidas en la rutina.
Con los dispositivos que miden el gasto de calorías, hay que tener en cuenta el metabolismo de la persona, por lo que es distinto el de un deportista y el de alguien sedentario, explica Vergara.
En el caso de las aplicaciones que cuentan calorías, su efectividad es mucho más compleja de evaluar. Esto sucede porque es la misma persona la que tiene que introducir todo lo que va consumiendo. Hay que ser constante y honesto, es poco probable que se puedan pesar o medir con exactitud las cantidades de lo ingerido.
La medición de calorías por producto de cada aplicación puede variar por la tabla nutricional de cada país y el lenguaje técnico de algunos aparatos.
Por ello, coinciden los especialistas, que tanto dispositivos como aplicaciones son una herramienta válida, pero hay que utilizarlos dándoles su justo valor para lograr el cambio de vida que se busca.
Con el tiempo han aparecido un sinnúmero de aplicaciones que cuentan calorías y otros parámetros, pero no todas son iguales.
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Fuentes: El Mercurio, El Tiempo.
Daniel Ricardo Hernández
Comunicador Social
