La PREhipertensión se asocia con un aumento de 41% de la mortalidad por ACV | Por: @rigotordoc
La PREHIPERTENSIÓN es una nueva categoría dentro de la clasificación de los estadíos de la hipertensión, propuesta en el en el año 2003 por el Séptimo reporte del Comité Nacional Conjunto de Prevención, Detección, Evaluación y Tratamiento de la Hipertensión Arterial, para los pacientes que presentan una presión arterial sistólica (PA) entre 120 y 139 mm Hg o diastólica de 80 a 89 mm de Hg, de la cual no se dice nada en el octavo reporte del Comité.
Los estudios de la prehipertensión y mortalidad son controversiales después de ajustar por otros factores de riesgo cardiovascular. Yuli Huang y colaboradores, del Departamento de Cardiología, Hospital de Nanfang, Universidad Médica del Sur, Guangzhou, China, realizaron un estudio de meta-análisis para evaluar la asociación de la prehipertensión con la mortalidad por todas las causas y por enfermedad cardiovascular (ECV), así como su asociación con mortalidad por cardiopatía isquémica (CI) y la mortalidad por ictus, anteriormente llamado accidente cerebrovascular (ACV) y fue publicado en el número de febrero de 2014 de la revista American Heart Journal.
Los estudios han demostrado que la prehipertensión es un factor de riesgo independiente para la ECV, sin embargo, los reportes acerca de la asociación de la prehipertensión con la mortalidad por todas las causas y mortalidad por ECV son inconsistentes. Por otra parte, los argumentos contra el uso del término «pre-hipertensión» incluyen el hecho de que existe una gran heterogeneidad dentro de esta categoría, porque el riesgo de desarrollar ECV puede ser diferente en los individuos con presión arterial (PA) de 130-139/85-89 mm Hg que en aquellos con PA en el rango de 120-129/80-84 mm Hg.
Se realizaron búsquedas deestudios clínicos en las bases de datosPubMed, EMBASE, Cochrane Library, ylas actas de congresoscon datos acerca de la prehipertensióny la mortalidad en los últimos 10 años hasta la tercera semana de diciembre de 2012.
Se incluyeron los estudios que cumplían los siguientes criterios: (1) estudios prospectivos de cohortes con participantes ≥ 18 años, (2) PA y otros factores de riesgo cardiovascular evaluados al inicio del estudio, (3) Duración del seguimiento ≥ 2 años, con evaluación de las mortalidad por ECV o por cualquier causa y (4) Reporte de los riesgos relativos ajustados-multivariables (RR) y el IC del 95% para los eventos asociados con prehipertensión (PA: 120-139/80-89 mm Hg) contra referencia (PA óptima: <120/80 mm Hg) o Reporte de RR y los IC del 95% para la prehipertensión de rango bajo (PA 120-129/80-84 mm Hg) y de alto rango (PA 130-139/85-89 mm Hg) vs referencia, respectivamente.
Se excluyeron los estudios si (1) la inclusión dependía de tener una determinada condición o factor de riesgo, como la diabetes mellitus o enfermedad renal crónica, (2) el RR fue ajustado sólo por la edad y el sexo, y (3) los datos se derivaron de la misma cohorte o de un análisis secundario o análisis combinado de otros estudios de cohortes.
Los riesgos relativos (RR) de la mortalidad por todas las causas, la mortalidad por ECV, cardiopatía isquémica (CI) y por ictus fueron calculados y se presentaron con un IC del 95%. Los análisis de subgrupos se realizaron de acuerdo con la presión arterial, la edad, el género, la etnia, la duración del seguimiento, el número de participantes y las características del estudio.
Los resultados primarios fueron el riesgo de mortalidad por todas las causas y por ECV; los resultados secundarios fueron los riesgos de mortalidad por CI y por ictus. Los análisis de subgrupos de los resultados primarios se realizaron de acuerdo con el nivel de PA (prehipertensión de rango bajo vs rango alto), la edad de los participantes (edad media 30-39, 40-49, 50-59, y ≥ 60 años), el sexo (hombres vs mujeres), origen étnico (Asiáticos vs no asiáticos, negro vs blanco cuando se disponía de datos), la duración del seguimiento (<10 años vs ≥ 10 años), el número de participantes (<10.000 vs ≥ 10.000), la exclusión de los participantes con ECV basal (sí vs no), y el ajuste adecuado de los factores de riesgo (sí vs no).
Se utilizaron para el análisis los datos de los resultados multivariados-ajustados (expresados como RR y los IC del 95%) y se transformaron dichos valores logarítmicamente en cada estudio y se calcularon los correspondientes errores estándar (EE). El análisis estadístico utilizó el enfoque de la varianza inversa para combinar los RR y los EE.
Se obtuvieron datos de 1.129.098 participantes a partir de 20 estudios de cohortes prospectivos. La prehipertensión aumentó significativamente un 28% el riesgo de mortalidad por ECV, un 12% por CI y 41% por ictus (RR 1,28, IC del 95%: 1,16 a 1,40; RR 1,12, IC del 95%: 01.02 a 01.23, y RR 1,41, IC del 95%: 1,28 a 1,56, respectivamente), pero no aumentó el riesgo de mortalidad por cualquier causa luego del ajuste multivariable (RR 1,03, IC del 95%: 0,97 a 1,10).
La diferencia entre la mortalidad por CI y la mortalidad por ictus fue significativa (P<0,001). Los análisis de subgrupos mostraron que la mortalidad por ECV fue significativamente mayor en la prehipertensión de alto rango (RR 1,28, IC del 95%: 1,16 a 1,41), pero no en la prehipertensión de bajo rango (RR 1,08, IC del 95%: 0,98 a 1,18).
Estos resultados demuestran que después de controlar por múltiples factores de riesgo cardiovascular, la prehipertensión se asocia significativamente con la mortalidad por ECV, especialmente la prehipertensión de alto rango. El riesgo de mortalidad por ictus es mayor que la mortalidad por CI. El cálculo del Riesgo Atribuible a la Población indica que el 10,5% de las muertes por enfermedades cardiovasculares, el 4,8% de las muertes por cardiopatías isquémicas y el 14,6% de las muertes por ictus podrían evitarse si prehipertensión fuera controlada. Sin embargo, la prehipertensión no se asoció con mortalidad por cualquier causa.
De este estudio se desprende la importancia del control de la presión arterial y de lo nefastas que pueden ser las consecuencias de su elevación, incluso en niveles de prehipertensión, que mucha gente menosprecia y no le da importancia. El hecho de que la prehipertensión aumentó significativamente un 28% el riesgo de mortalidad por ECV y un 41% el de la mortalidad por por ictus nos debe llevar a la reflexión y a diagnosticar dicha condición en nuestros pacientes. El mejor método para el diagnóstico es el MONITOREO AMBULATORIO DE PRESIÓN ARTERIAL (MAPA) que debe ser utilizado en todos aquellos pacientes en los que se encuentren niveles de presión arterial por encima de lo normal y poder esclarecer de esta forma si son hipertensos, hipertensos reactivos o prehipertensos.
Referencia: Am Heart J. 2014;167(2):160-168.
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Dr. Rigoberto J. Marcano Pasquier @rigotordoc
Medicina Interna
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