La PREhipertensión aumenta riesgo de eventos cerebrovasculares | Por: @rigotordoc
La presión arterial limítrofe alta (una presión arterial (PA) sistólica entre 120 y 139 mm Hg o diastólica de 80 a 89 mm de Hg), conocida como prehipertensión, se asoció con un mayor riesgo de ictus, anteriormente llamado accidente cerebrovascular o ACV, en un meta-análisis publicado en línea en la revista Neurology el 12 de marzo del 2014 que incluyó a más de 700.000 participantes.
Aunque el aumento del riesgo fue impulsado en gran medida por la prehipertensión de alto rango (130-139/85-89 mm Hg), el riesgo también se incrementa en las personas con prehipertensión de bajo rango (120-129/80-84 mm Hg).
El estudio, efectuado por un grupo chino, demuestra que el riesgo de ictus se incrementa incluso en individuos con elevaciones de la PA relativamente leves. Los hallazgos reafirman la importancia de la definición de la «pre-hipertensión » para las personas con presión arterial de 120-139/80-89 mm Hg «
Según Dingli Xu, Yuli Huang, Xiaoyan Cai y colaboradores, autores del trabajo, pertenecientes al Departamento de Cardiología, del Hospital Nanfang, de la Universidad Médica del Sur en Guangzhou, China, los hallazgos tienen importantes implicaciones clínicas y de salud pública. Teniendo en cuenta la elevada proporción de la población que tienen una presión arterial más alta que la normal (30-50% de la población), el éxito del tratamiento de esta condición podría evitar muchos ictus y hacer una diferencia importante en la salud pública.
Este es un estudio importante que se suma a la evidencia acumulada de que la presión arterial “normal alta” o limítrofe, también llamada prehipertensión, aumenta significativamente el riesgo de ictus. Este meta-análisis proporciona una prueba más a los médicos y a los pacientes de que necesitamos en serio a la presión arterial incluso a estos niveles.
El primer paso es la modificación del estilo de vida con el aumento de la actividad física, la pérdida de peso y una dieta sana, incluyendo la reducción del consumo de sal. Si con el tratamiento no farmacológico no se tiene éxito, entonces se justifica el uso de medicamentos, en particular entre las personas con riesgo elevado de ictus con antecedentes familiares, o con diabetes u otras enfermedades vasculares-metabólicas.
La Asociación Americana del Corazón ha definido la presión arterial ideal como menores o iguales a 120/80 mm Hg y el estudio también confirma esto como el nivel óptimo.
Los autores explican que los estudios anteriores sobre el riesgo para ictus con prehipertensión han mostrado resultados mixtos, por lo que un meta-análisis exhaustivo de una cohorte prospectiva que examinen la asociación entre la prehipertensión y el ictus, así como la heterogeneidad de los riesgos dentro de esta categoría, puede ayudar a aclarar esta cuestión.
Se realizaron búsquedas en las bases de datos PubMed y EMBASE de los estudios con datos acerca de la prehipertensión y los ictus. Se incluyeron los estudios prospectivos que reportaban los riesgos relativos con ajuste por multivariables (RR) con intervalos de confianza del 95% (IC) para las asociaciones entre el ACV y la prehipertensión o sus 2 subintervalos (prehipertensión de bajo rango: 120-129/80-84 mm Hg; prehipertensión de alto rango: 130-139/85-89 mm Hg).
Se realizó un análisis de subgrupos de acuerdo a los rangos de la presión arterial, tipo de ACV, punto final, edad, sexo, origen étnico y las características del estudio.
Para el meta-análisis, los investigadores analizaron datos de 762.393 participantes de 19 estudios prospectivos de cohorte que buscaron la asociación de la PA y los ictus. Todos los estudios incluyeron los riesgos relativos multivariables ajustados. La prevalencia de la prehipertensión, definida como una presión arterial de 120 to139/80 a 89 mm Hg, varió de 25,2% a 54,2%, y la duración del seguimiento varió desde los 4 años hasta los 36 años.
Los resultados mostraron que después de ajustar por múltiples factores de riesgo cardiovascular, la prehipertensión aumentó el riesgo de ictus en un 66% (RR 1,66; IC del 95%: 1,51 a 1,81) en comparación con la presión arterial óptima (<120 /80 mm Hg).
Aunque en los análisis de resultados secundarios el riesgo fue mayor para los pacientes con prehipertensión de alto rango, llegando a un aumento hasta de 95% (RR 1,95; IC del 95%: 1,73 a 2,21), los pacientes con prehipertensión de bajo rango también tuvieron un aumento del riesgo de 44% (RR 1,44; IC del 95%: 1,27 a 1,63), significativamente mayor de ictus. El RR fue mayor con la prehipertensión de alto rango que con la de bajo rango (p < 0,001). No hubo diferencias significativas en ninguno de los análisis de subgrupos (todos p > 0,05).
Tabla. Riesgo de ictus con prehipertensión vs presión arterial óptima
Presión arterial | Riesgo Relativo (95% Intervalo de confianza) |
Cualquier prehipertensión (120 – 139/80 – 89 mm Hg) |
1.66 (1.51 – 1.81) |
Prehipertensión alta (130 – 139/85 – 89 mm Hg) |
1.95 (1.73 – 2.21) |
Prehipertensión baja (120 – 129/80 – 84 mm Hg) |
1.44 (1.27 – 1.63) |
Los autores señalan que el término «pre-hipertensión» definido en el JNC7 ha sido motivo de controversia y apuntan que otras directrices internacionales de hipertensión no han adoptado este término.
Por ejemplo, el informe de 2013 del Grupo de Trabajo para el Manejo de la Hipertensión Arterial de la Sociedad Europea de Hipertensión y la Sociedad de Cardiología clasifican el grupo de 120-129 / 80 a 84 mm Hg como «presión arterial normal» y el de 130 a 139 / 85 a 89 mm Hg como «normal alto». Los autores dicen que sus resultados validan el término «pre-hipertensión» y que las presiones arteriales en este rango no se deben considerar normales.
También señalan que los resultados de este trabajo son apoyados por otro meta-análisis publicado recientemente por su grupo, lo que demuestra que incluso la prehipertensión de bajo rango aumenta el riesgo de eventos cardiovasculares.
Ellos resaltan que para este trabajo utilizaron una búsqueda más amplia que otros meta-análisis sobre estos temas, lo que es muy importante para evitar la pérdida de estudios potencialmente relevantes.
Según los investigadores, los profesionales de la salud deben recomendar cambios de estilo de vida de los sujetos con prehipertensión; estos grupos de alto riesgo con prehipertensión, en especial las de alto rango, combinadas con otros factores de riesgo cardiovascular, deben ser considerados para futuros ensayos controlados de tratamiento farmacológico para prevenir ictus.
Referencia: Neurology April 1, 2014 vol. 82 no. 13 1153-1161
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Dr. Rigoberto J. Marcano Pasquier @rigotordoc
Medicina Interna
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