Los AINES aumentan el riesgo de enfermedad cardiovascular a más del doble en los pacientes con artrosis | Por: @linternista
Según una reciente investigación presentada el 14 de junio de 2018 por Aslam Anis, Ph. D., de la University of British Columbia, en Vancouver, Canadá, en el Congreso de la European League Against Rheumatism (EULAR) de 2018, los antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) aumentan el riesgo de enfermedad cardiovascular a más del doble de la tasa de la población general en los pacientes con artrosis.[1]
«No hay curación para personas con artrosis y es necesario tratar el dolor. Sin embargo, cuando se les trata con antiinflamatorios no esteroideos, se incrementa el riesgo cardiovascular», dice Anis. «Es una de esas situaciones en las que el tratamiento puede ser tan malo como el problema. No tenemos soluciones».
Los antiinflamatorios no esteroideos suelen utilizarse para tratar la rigidez articular que presentan los pacientes con artrosis, sobre todo por las mañanas. El adelgazamiento del cartílago en las articulaciones hace que los huesos se friccionen entre sí, lo cual desencadena síntomas comunes de edema de las articulaciones y artralgia.
Se ha demostrado que la artrosis es un factor de riesgo independiente para enfermedad cardiovascular,[2] pero Anis y sus colaboradores querían «dilucidar» el papel que desempeñan los antiinflamatorios no esteroideos en esta interrelación.
El equipo de investigadores identificó a 7.743 personas con artrosis y una cohorte pareada en cuanto a edad y género de 23.229 personas sin artrosis, de 720.055 registros de salud administrativos en la Columbia Británica, Canadá.
«La atención médica es gratuita en Canadá, de manera que todo está centralizado», explicó Anis .
Con modelos de riesgos proporcionales de Cox para múltiples variables, se estimó que el riesgo de la variable primaria de enfermedad cardiovascular era 23% más elevado en personas con artrosis que en aquellas sin este trastorno, después del ajuste con respecto a edad, género, posición socioeconómica, índice de masa corporal, hipertensión, diabetes, hiperlipidemia, enfermedad pulmonar obstructiva crónica y puntuación de comorbilidad de Romano.
En cuanto a las variables secundarias, el riesgo de insuficiencia cardiaca congestiva fue 42% más alto en personas con artrosis, el riesgo de enfermedad coronaria fue 17% más alto y el riesgo de accidente cerebrovascular fue 14% más alto.
Cuando los registros de dispensación de recetas para el uso actual de antiinflamatorios no esteroideos se vincularon con la base de datos de la asistencia sanitaria, aproximadamente 67,5% del efecto total de la artrosis sobre el riesgo de enfermedad cardiovascular se relacionó con el uso de antiinflamatorios no esteroideos.
Específicamente, el riesgo de insuficiencia cardiaca congestiva aumentó 44,8% con el uso de antiinflamatorios no esteroideos, el riesgo de enfermedad coronaria aumentó 94,5% y el riesgo de accidente cerebrovascular aumentó 93,3%.
Estos resultados probablemente son conservadores, pues los registros solo captaron los antiinflamatorios no esteroideos de prescripción, y no se tomó en cuenta el efecto de los antiinflamatorios no esteroideos de venta sin receta, como ibuprofeno y naproxeno.
«Tendríamos que tener la participación de farmacéuticos para captar esta información y esto probablemente amplificaría los resultados», explicó Anis.
Sin embargo, «es un gran problema» el rol importante que desempeñan los antiinflamatorios no esteroideos en el riesgo de enfermedad cardiovascular, dijo. «No tenemos una respuesta respecto a cómo resolverlo».
«No se tiene mucha opción sin antiinflamatorios no esteroideos para eliminar el dolor», dijo el Dr. Georg Gauler, de Osnabrück, Alemania.
Estos fármacos son indispensables en su práctica clínica cotidiana, dijo. Aunque advierte a los pacientes que tengan cuidado pues los antiinflamatorios no esteroideos pueden tener efectos adversos sobre el riñón y el corazón, de cualquier manera, los toman «pues les ayudan», dijo.
Es necesario comentar los riesgos con el paciente, explicó el Dr. Gauler. «¿Quiere vivir más con dolor o vivir menos tiempo?».
El reemplazo de la articulación puede ser una opción en algunos pacientes, pero «de otra manera, hay que apegarse a los fármacos», dijo.
Fuente: espanol.medscape.com
Referencias:
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Anis A. OP0190: The role of NSAIDs in the association between osteoarthritis and cardiovascular diseases: A population-based cohort study. Congreso de la European League Against Rheumatism (EULAR) 2018. Presentado el 14 de junio de 2018; Ámsterdam, Países Bajos.
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Wang H, Bai J, He B, Hu X, Liu D. Osteoarthritis and the risk of cardiovascular disease: a meta-analysis of observational studies. Sci Rep. 22 Dic 2016;6:39672. doi: 10.1038/srep39672. PMID: 28004796. Artículo