Correr una maratón puede inducir insuficiencia renal aguda hasta en 82% de los participantes | Por: @linternista
Según muestra un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Yale en New Haven (EE.UU.), correr una maratón puede causar un daño temporal en los riñones que, si bien parece curarse por sí solo en un plazo de tan solo dos días, podría llegar a tener consecuencias a largo plazo.
Chirag R. Parikh, director de esta investigación publicada en la revista «American Journal of Kidney Diseases», explica que «los riñones responden al estrés físico de correr una maratón como si sufrieran una lesión. Una respuesta que es similar a lo que sucede en los pacientes hospitalizados en los que el riñón es afectado por un complicación médica o quirúrgica».
El ejercicio físico, no cabe ninguna duda, es bueno para la salud. De ahí que todas las sociedades médicas recomienden realizar alguna actividad física con asiduidad. Pero cuando se practica en exceso y sin la preparación adecuada, este ejercicio puede conllevar efectos negativos. Un aspecto a tener en cuenta por los corredores, cada vez más numerosos, de maratones. Pero estas carreras tan largas, dado que requieren un alto nivel de exigencia física –y mental–, ¿son realmente beneficiosas para la salud? Pues sí, pero quizás no tanto.
Riñones exigidos
Actualmente es bien sabido que la práctica de actividades físicas inusualmente vigorosas en situaciones de mucho calor –como serían, por ejemplo, la minería ‘tradicional’ o el entrenamiento militar intenso– pueden provocar lesiones en los riñones. Entonces, ¿qué sucede con los corredores de maratones? Resulta que estas pruebas, además de practicarse por lo general en condiciones de altas temperaturas, son cada vez más populares. De hecho, el número estadounidenses que corrieron al menos una maratón en 2015 superó el medio millón.
Para responder a esta pregunta, los autores tomaron muestras de orina tanto antes del inicio de la prueba como a su finalización a 22 corredores que, con una edad promedio de 44 años y en su mayoría (59%) mujeres, participaron en el maratón de la ciudad de Hartford (EE.UU.) el pasado año.
El análisis de distintos marcadores de lesión renal –entre otros, los niveles de creatinina en sangre y de proteínas en la orina– reveló que hasta un 82% de los participantes padecía insuficiencia renal aguda de grado 1 a la finalización de la prueba. Y, exactamente, ¿qué es esta insuficiencia renal aguda? Pues, básicamente, una enfermedad caracterizada por una incapacidad de los riñones de filtrar los desechos y toxinas que se encuentran en la sangre.
Pero, este daño, ¿por qué se produce? Pues según indican los autores, «las causas potenciales para el daño renal asociado a la maratón podrían ser la elevación sostenida de la temperatura central corporal, la deshidratación y el descenso del flujo sanguíneo a los riñones que tiene lugar durante la prueba».
¿Efecto acumulativo?
La buena noticia es que, como muestran igualmente los resultados, el daño renal desapareció por sí solo a los dos días de la carrera. Sin embargo, es posible que, a la larga, la repetición de esta actividad tan exigente, muy especialmente en condiciones de calor, pueda tener consecuencias más graves y duraderas para la salud renal.
Como concluye Chirag Parikh, «necesitamos investigar esta situación de una manera más profusa. De hecho, algunos estudios han demostrado que correr una maratón también conlleva cambios en la funcionalidad del corazón. Y ahora, nuestro trabajo muestra que incluso los riñones también responden al estrés inducido por esta prueba».
Fuente: abc.es