Claves para mejorar el diagnóstico temprano y prevenir la muerte súbita | Por: @linternista
Personas jóvenes son portadoras de un defecto congénito cardíaco que, en algunas ocasiones, puede traer problemas c0n consecuencias fatales provocando la muerte súbita. La mayoría desconoce su padecimiento poniendo en riesgo su vida. La detección precoz sigue siendo un reto para los profesionales médicos, especialmente entre las personas jóvenes entre 15 a 21 años, edad en la que se pueden ofrecer tratamientos eficaces para controlar eficazmente los afectados.
Actualmente la American Heart Association en asociación con el American College of Cardiology en un documento proponen una serie de elementos claves que puede servir para perfeccionar la detección de enfermedad cardíaca congénita y genética en este grupo joven de población.
Señala Barry J. Maron, del Centro de Miocardiopatía Hipertrófica de la Fundación Instituto del Corazón de Minneapolis (EE.UU.) que «a pesar de que la incidencia de la muerte súbita en jóvenes es poco frecuente, siempre es una tragedia, y desde luego que esta baja frecuencia no mitiga su importancia o impacto en las familias y la comunidad». Sin embargo, gracias la cobertura mediática de los paros cardíacos que han provocado la muerte súbita de deportistas, reconoce Maron, «se puede haber creado la impresión exagerada de que estos trágicos acontecimientos son mucho más comunes de lo que realmente son o que se limitan a los atletas».
Se señala en este informe que si cualquiera de los elementos ahí mencionados son positivos se recomienda realizar más pruebas especificas, evitando así el screening que consiste en aplicar una estrategia para detectar una enfermedad desconocida sin síntomas, también es llamada cribaje universal utilizando entre otros el electrocardiograma (ECG), que es una prueba que no se ha demostrado que salve vidas.
Urgen más desfibriladores
En las revistas Circulation y The Journal of the American College of Cardiology, se afirma que una difusión más amplia de los desfibriladores externos automáticos (DEA) en lugares de reunión públicos, como estadios y escuelas, pueden ser una forma muy eficaz de salvar vidas cuando se produce un paro cardíaco, considerando el porcentaje alto de jóvenes del grupo etario en riesgo que pueden estar en estos lugares.
Mas en la población general que en deportistas
No hay evidencias de que la incidencia de paro cardíaco sea más común en los atletas que en la población general, por eso los autores de este documento aconsejan a los proveedores de salud a utilizar un check-list de 14 puntos para hacer un cribado de los jóvenes de 12-25 años de edad para la cardiopatía congénita subyacente o enfermedad genética cardíaca. Porque, señala Maron «los que no hacen deporte tienen las mismas probabilidades de padecer una enfermedad cardíaca genéticas que aumenta el riesgo de muerte súbita». Y, debido a que muchos más jóvenes no deportistas que sí –en EE.UU. sólo el 1% de los estudiantes universitarios y el 30% de los estudiantes de secundaria participan en deportes competitivos- «hay muchas más muertes en los no deportistas que participan en deportes recreativos y actividades diarias normales».
En estos últimos tiempos se han visto muchos casos de deportistas, que en condiciones aparentemente sanas han fallecido como consecuencia de un paro cardíaco en pleno juego. Ello ha provocado que se soliciten exámenes médicos más exhaustivos para los deportistas, y a la realización de un ECG para estos atletas. Sin embargo, el panel de expertos convocado por la Asociación Americana del Corazón y el Colegio Americano de Cardiología, que revisó los datos de muchos países, ha llegado a la conclusión de que esta prueba como eje principal no es eficaz para aquellas personas jóvenes y saludables, al menos EE.UU.
Alteración de la actividad eléctrica
El ECG es una prueba que registra la actividad eléctrica del corazón y en algunos casos puede detectar la enfermedad cardíaca congénita que puede conducir a la muerte súbita cardíaca. Los expertos creen que deben ser utilizados cuando un profesional de la salud ha determinado que una persona joven puede tener en mayor riesgo de una anomalía cardíaca basándose en los antecedentes familiares, el examen físico, etc.
La razón principal de los autores de este trabajo para no proponer el uso del ECG como prueba universal es que no se ha demostrado que salve vidas. Además, su valor diagnóstico varía en función de la experiencia de aquellos que interpretan sus resultados. Y, apuntan, la evaluación de los ECG pediátricos puede ser particularmente difícil, debido a que el ECG cambia con el crecimiento y el desarrollo.
A pesar de que la mayor preocupación es evitar la tragedia de la muerte súbita cardíaca en jóvenes, también hay que considerar el coste de la prueba, el desarrollo de la infraestructura de centros adecuadas y de expertos para interpretar los ECG, y además la creación de criterios uniformes para la interpretación de los ECG pediátricos. Los autores del informe creen que así sería mucho mejor el diagnóstico al estar normado y aplicando el ‘sentido común’ y llevando a cabo una historia clínica cuidadosa y una exploración física detallada hacer un diagnóstico precoz.
Algo de la lista
Algunos de los 14 puntos de la lista proponen los expertos se centra en cuestiones relacionadas con: los antecedentes cardíacos: presencia de soplos cardíacos, historial de desmayos sin explicación, dolor torácico de esfuerzo o falta excesiva de aire o fatiga durante el ejercicio, o el historial familiar que incluye preguntas sobre muerte prematura o discapacidad debido a la enfermedad del corazón o enfermedades cardíacas conocidas que involucran el músculo del corazón o ritmo cardíaco antes de los 50 años en uno o más miembros de la familia. Desde que se propuso la lista de 2007, se han añadido dos preguntas más: si una persona ha restringido su participación en deportes en el pasado o ha tenido que hacerse un prueba de esfuerzo recomendada por un profesional médico.
Fuente: ABC.es.
Daniel Ricardo Hernández @danielricardoh
Comunicador Social