Los hombres se mueren 9 veces más que las mujeres luego de un INFARTO | Por: @rigotordoc
Si bien el pronóstico a corto plazo es similar en ambos sexos, la mortalidad a 7 años de un primer infarto de miocardio es 93% mayor en los hombres que en mujeres. Estos resultados se observan en infartos agudos de miocardio con y sin elevación del segmento ST.
Durante las últimas tres décadas, un gran número de estudios se han centrado en las diferencias entre varones y mujeres en cuanto a las características de la cardiopatía isquémica. Uno de los principales campos de investigación ha sido las diferencias entre sexos en cuanto al pronóstico de la cardiopatía isquémica.
Las mujeres tienen peor pronóstico a corto plazo tras un infarto agudo de miocardio (IAM) en la mayoría de esos estudios, pero no en todos. Este peor pronóstico a corto plazo se ha observado principalmente en los casos de infarto agudo de miocardio con elevación del segmento ST (IAMCEST), sobre todo en las mujeres más jóvenes, y parece atenuarse con la edad.
En otros estudios, el peor pronóstico del IAM en las mujeres ha estado relacionado principalmente con la mayor edad y la comorbilidad, las diferencias entre los sexos en cuanto a fisiopatología y forma de presentación clínica de la enfermedad y el menor uso de fármacos y procedimientos eficaces durante la fase aguda en las mujeres. Sin embargo, esta diferencia de mortalidad se ha ido reduciendo.
En unos pocos estudios se han analizado las diferencias entre los sexos en cuanto al pronóstico a largo plazo después del IAM, con resultados contradictorios. En comparación con los varones, se ha descrito que las mujeres tienen un pronóstico mejor, peor y similar a largo plazo.
Se ha descrito que en la década de los noventa las mujeres tenían un primer IAM mortal con mayor frecuencia que los varones, con independencia de la edad y la comorbilidad.
Cosme García-García, Lluís Molina y colaboradores del Departamento de Cardiología, Hospital del Mar, Barcelona, España realizaron un estudio prospectivo, publicado en la Revista Española de Cardiología en Enero de 2014 con la finalidad de determinar si esta diferencia persiste en la primera década del siglo XXI, si hay diferencias entre varones y mujeres en cuanto a la mortalidad a 1 y 7 años después de un primer IAM y, de ser así, si estas diferencias están presentes tanto en el IAMCEST como en el infarto agudo de miocardio sin elevación del segmento ST.
Se incluyó a todos los pacientes con un primer IAM, llevado a cabo en seis hospitales públicos de España, con un seguimiento a largo plazo del estado vital. Se incluyó en el registro de forma prospectiva y consecutiva a todos los pacientes de 18 o más años de edad que ingresaron por un primer IAM en las 72 h siguientes al inicio de los síntomas entre septiembre de 2001 y junio de 2003. Un total de 2.042 pacientes con un primer infarto de miocardio ingresaron consecutivamente en seis hospitales españoles. Se recogieron prospectivamente las características clínicas, el tratamiento y la mortalidad a los 28 días. Se dispone del estado vital a los 7 años mediante consulta del Índice Nacional de Defunciones.
Los episodios de interés se definieron como la mortalidad a 28 días, 1 año y 7 años, con un seguimiento del estado vital hasta el 31 de diciembre de 2009. Se llevó a cabo un seguimiento individual de todos los pacientes (la mayoría con una visita clínica y en el resto con una llamada telefónica) para evaluar los episodios hasta los 28 días (angina, reinfarto, ictus, muerte). Los casos mortales se identificaron mediante el acceso al Registro Nacional de Defunciones de España.
Se incluyó en el estudio a 2.042 pacientes consecutivos con un primer IAM, de los que el 21,99% eran mujeres (n = 449) y 1.593 varones con un primer infarto de miocardio. En comparación con los varones (60,2±11,7ª), las mujeres (66,8±10,8ª) eran mayores, tenían menor probabilidad de ser fumadoras (18.5% contra 53.4% los hombres) y mayor prevalencia de hipertensión (71,0% contra 48,1% los hombres) y diabetes mellitus (37,4% contra 25,9% los hombres); también recibieron más tratamiento con inhibidores de la enzima de conversión de la angiotensina, pero menos bloqueadores beta y trombolisis. No hubo diferencias en el uso de procedimientos invasivos.
El IAMCEST fue más frecuente en los varones. Las mujeres tuvieron más infartos de miocardio sin elevación del segmento ST o no clasificables (el 37,9 frente al 31,3% y el 9,8 frente al 6,1% respectivamente; p < 0,001). Las mujeres presentaron también un tiempo más largo hasta la llegada al hospital tras el inicio de los síntomas. La mortalidad a los 28 días era similar en mujeres y varones (el 5,57 y el 4,46%; p = 0,39).
Tras el ajuste multivariable, la razón de odds de mortalidad a los 28 días de los varones fue 1,06 (intervalo de confianza del 95%, 0,49-2,27; p = 0,883). Los varones tuvieron mayor mortalidad (93% mayor) a los 7 años que las mujeres (razón de riesgo = 1,93; intervalo de confianza del 95%, 1,46-2,56; p < 0,001).
Este estudio alcanzó un seguimiento del 100% (mediana: 7,16 años) de los pacientes que sobrevivieron a la fase aguda. En el análisis bivariable, no hubo diferencias asociadas al sexo en la mortalidad a medio y largo plazo. En la Figura se presentan las curvas de Kaplan-Meier de supervivencia a 7 años de varones y mujeres, con los correspondientes intervalos de confianza del 95% (IC95%).
Sin embargo, en los modelos de regresión de Cox multivariables para la mortalidad a 7 años, en los pacientes supervivientes a los 28 días se observó una clara asociación entre el sexo masculino y la mayor mortalidad a 7 años. Según cuál fuera el modelo considerado, la probabilidad de muerte durante el seguimiento de 7 años era entre un 70 y un 200% mayor en los varones que en las mujeres.
En este estudio, el pronóstico a corto plazo tras un primer IAM en el siglo actual ha sido similar en varones y mujeres. Las mujeres de nuestro registro eran de mayor edad, tenían más comorbilidades y llegaron al hospital más tarde, aunque el tratamiento del IAM en la fase aguda fue similar en ambos sexos. Los varones tuvieron peor pronóstico a largo plazo tras un primer IAM, con una mortalidad a 7 años superior a la de las mujeres. Estos resultados se observaron tanto en el IAMCEST como en el infarto agudo de miocardio sin elevación del segmento ST (AMSEST).
Existen diferencias demográficas y clínicas entre varones y mujeres con un primer IAM. El pronóstico a corto plazo de un primer IAM en el presente siglo es similar en ambos sexos. Sin embargo, el pronóstico vital a largo plazo después de un primer IAM es peor en los varones que en las mujeres. Estos resultados se observaron tanto en el IAMCEST como en el IAMSEST.
Referencia: Rev Esp Cardiol. 2014;67:28-35 – Vol. 67 Núm.01
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Dr. Rigoberto J. Marcano Pasquier @rigotordoc
Medicina Interna
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