Identificar precozmente los síntomas del infarto aumenta la supervivencia | Por: @linternista
Los pacientes todavía siguen tardando demasiado tiempo en reconocer los síntomas del infarto por lo que tardan mucho tiempo en buscar ayuda médica, lo que conlleva un aumento significativo del daño del corazón, según un estudio dirigido a cabo por investigadores del Instituto Cardiovascular Zena y Michael A. Wiener de la Facultad de Medicina Mount Sinai de Nueva York (EE.UU.).
Concretamente, y para llevar a cabo el estudio, los investigadores compararon el efecto sobre la supervivencia de dos conceptos clínicos: ‘puerta-balón’ (‘door-to-balloon’, en inglés), esto es, el tiempo que transcurre desde la llegada a la emergencia y la realización de la angioplastia, que no debe exceder de 90 minutos; e ‘inicio de síntomas-balón’ (‘symptom onset-to-balloon’, en inglés), que define el tiempo que transcurre entre cuando aparecen los síntomas y se realiza la angioplastia.
Demora ‘vital’
Los resultados del estudio muestran que las angioplastias lograron restaurar el flujo sanguíneo hasta el corazón en un 90% de los casos. Sin embargo, en una tercera parte de los pacientes este flujo no llegaba al músculo cardiaco. ¿La razón? La gran demora de tiempo que se produjo entre la aparición de los síntomas del infarto y la realización de la angioplastia en el hospital. Y es que cuanto mayor es este retraso, mayores son las lesiones que se producen en el miocardio –el músculo cardiaco.
Concretamente, las conclusiones de este estudio llevado a cabo con 2.056 pacientes con infarto agudo de miocardio muestran que aquellos que, una vez identificados los síntomas, tardan más de dos horas en ser sometidos a una angioplastia tienen un mayor riesgo de que su flujo sanguíneo coronario no sea completamente restaurado. En consecuencia, y comparados frente a aquellos cuyo tiempo de ‘inicio de síntomas-balón’ es inferior a dos horas, tienen un riesgo significativamente superior de fallecer en los próximos tres años.
Como explica Roxana Mehran, directora de esta investigación publicada en la revista «JACC: Cardiovascular Interventions», «la reducción del período ‘puerta-balón’ lograda en los últimos años no ha conllevado una disminución de la mortalidad en los pacientes con infarto agudo de miocardio con elevación del segmento ST. Así, nuestro estudio alude a la necesidad de reconsiderar el papel del parámetro ‘puerta-balón’ y de utilizar un sistema de medición más amplio, como podría ser el período entre el primer contacto con el médico y la angioplastia o el tiempo total de isquemia».
Reconocer los síntomas
Tal es así que en el mismo número de la revista, el editorial firmado por Michael A. Kutcher, del Wake Forest Baptist Medical Center en Winston-Salem (EE.UU.), alude a la importancia de que los médicos presten atención a los síntomas y signos de la isquemia –esto es, la pérdida de flujo sanguíneo–.
Y es que la ausencia de mejoría de la morbimortalidad con la reducción del tiempo ‘puerta-balón’ obedece a que no tiene en cuenta el daño microvascular que puede presentar el paciente. De hecho, el que se redujera aún más el período ‘puerta-balón’ no implicaría necesariamente una mejora de la morbimortalidad.
Como concluye Michael Kutcher, «los pacientes en los que se prolonga el tiempo entre el inicio de los síntomas y la realización de la angioplastia constituyen un grupo de alto riesgo y debe ser tratado de acuerdo con estrategias asertivas. Además, los cardiólogos debemos continuar educando a la población y a los sistemas sanitarios sobre la importancia de cuantificar el período entre la aparición de los síntomas y la angioplastia y de intervenir de manera inmediata».
Fuente: abc.es