Síntomas de advertencia a menudo pueden preceder a un episodio de muerte súbita | Por: @rigotordoc
Según un estudio llevado a cabo por investigadores del Instituto Cardiaco Cedars-Sinaí de Los Ángeles (EE.UU.) y publicado el 22 de diciembre 2015 en línea en la revista «Annals of Internal Medicine», los pacientes que sufren un episodio de muerte súbita suelen experimentar síntomas de alerta ya desde un mes antes de que se produzca.
Síntomas de advertencia, especialmente dolor torácico y disnea, se producen durante las 4 semanas anteriores a un paro cardíaco súbito (PCS) en al menos la mitad de los casos de adultos de mediana edad, sugieren los resultados. El análisis basado en la cohorte de muerte súbita inesperada de Oregon (SUD por sus siglas en inglés, encontró que las advertencias son generalmente ignoradas, observan los investigadores, y muy pocos pacientes llaman al 911, en respuesta a lo que es casi siempre un evento fatal.
Según el autor principal, el Dr. Sumeet Chugh (Cedars-Sinai Heart Institute, Los Angeles, California), para los investigadores “la primera sorpresa fue que la muerte súbita puede no ser tan repentina como pensábamos», dijo. También los sorprendió el hecho de que había personas que habían tenido sus síntomas no sólo en las 24 horas que precedieron a la parada cardíaca, sino que incluso algunos habían tenido síntomas en las 4 semanas que precedieron a su evento. Las mujeres y los hombres no difieren en su probabilidad de tener síntomas, pero la naturaleza de los síntomas si fue diferente según el sexo.
La muerte súbita en la mediana edad tiene graves consecuencias para la sociedad, pues las personas afectadas son por lo general el principal sostén de sus familias. Además, menos de un 7% de los pacientes sobreviven al episodio, lo que tradicionalmente ha dificultado enormemente la identificación de los síntomas. Sin embargo, nuestros resultados sugieren que podemos utilizar un nuevo enfoque médico para predecir y prevenir esta condición devastadora.
Los episodios de muerte súbita, es decir, aquellas que se producen por una parada cardíaca repentina abarcan alrededor del 50% de los fallecimientos asociados a la enfermedad cardiovascular.
Formalmente, muerte súbita es el fallecimiento que se produce en la primera hora desde el inicio de los síntomas o el fallecimiento inesperado de una persona aparentemente sana que vive sola y se encontraba bien en plazo de las 24 horas previas.
Su principal causa es una arritmia cardiaca llamada fibrilación ventricular, que hace que el corazón pierda su capacidad de contraerse de forma organizada, por lo que deja de latir. La víctima de muerte súbita pierde en primer lugar el pulso, y en pocos segundos, pierde también el conocimiento y la capacidad de respirar. Si no recibe atención inmediata, la consecuencia es el fallecimiento al cabo de unos minutos.
La fibrilación ventricular es muy rara en corazones sanos. En personas mayores de 35 años, la causa más frecuente es el infarto agudo de miocardio. En las personas jóvenes suele estar relacionada con enfermedades cardiacas previas que pueden afectar tanto al músculo del corazón (miocardiopatías, entre ellas la más frecuentemente asociada es la miocardiopatía hipertrófica), como a la activiadad eléctrica del mismo (canalopatía, como el síndrome de Brugada o el síndrome de QT largo).
Es muy importante saber que el pronóstico de los pacientes que sufren una muerte súbita depende fundamentalmente del tiempo que transcurre entre que el corazón se detiene y se aplica una desfibrilación. Se calcula que por cada minuto de demora existe un 10 por ciento menos de posibilidades de que el paciente se recupere. Si no tenemos a mano un desfibrilador, es importante iniciar rápidamente la reanimación cardiopulmonar, ya que así conseguiremos prolongar el tiempo en el que una desfibrilación pueda ser eficaz.
Muertes «no tan súbitas»
El estudio de Oregon SUD es un gran estudio prospectivo, basado en la comunidad, de pacientes fallecidos y supervivientes que tuvieron un PCS en el área metropolitana de Portland, Oregón.
Según lo reportado por el Dr. Eloi Marijon (Hospital Europeo Georges Pompidou, París, Francia) y colaboradores, el análisis incluyó a 839 pacientes entre 35 y 65 años de edad con PCS cuyos síntomas prodrómicos se pudieron evaluar exhaustivamente.
Los datos acerca de los síntomas fueron recolectados por los investigadores del Oregon SUD sobre la base de la información documentada por los equipos de los servicios de emergencias médicas (SEM) en el campo, intensivistas o cardiólogos en 16 hospitales locales, y los médicos de la comunidad.
De los 839 pacientes, 430 pacientes (51% de la cohorte) experimentaron al menos un síntoma dentro de las 4 semanas anteriores a su parada cardíaca. Los hombres y las mujeres experimentaron síntomas prodrómicos con igual frecuencia en 50% vs 53%, respectivamente.
Los síntomas también comenzaron más de una hora antes de la aparición del inicio del PCS en el 80% de los pacientes; incluso, en 147 de estos pacientes, el inicio de los síntomas se produjo más de 24 horas antes de su evento. Entre este subgrupo de pacientes, el 93% tuvieron nuevos episodios recurrentes de síntomas durante las 24 horas anteriores a su paro cardíaco.
Según el Dr. Marijon, el síntoma principal fue el dolor torácico precordial, documentado en 199 pacientes (46%); de ellos, 76% tenían angina típica intermitente.
Otro 18% de los pacientes tuvo disnea como su síntoma prodrómico aparente; alrededor de un tercio de este grupo tenía insuficiencia cardíaca congestiva establecida la o una afección pulmonar. Sólo el 5% de la cohorte desarrolló síncope o palpitaciones como presuntos síntomas prodrómicos.
Los hombres experimentaron más dolor en el pecho que las mujeres, mientras que las mujeres experimentaron más disnea (P <0,001). Sin embargo, aun cuando el análisis se restringió a los pacientes con cardiopatía isquémica documentada, las tasas de dolor torácico en un 32% entre las mujeres seguían fueron inferiores a los de los hombres en un 58% (P = 0,001).
Llame al 911 y sobreviva
Entre los 430 pacientes que presentaron síntomas antes del PCS, el 19% había llamado SEM antes de la parada cardíaca. Entre los 81 pacientes que hicieron una llamada al 911, más de tres cuartas partes de ellos tuvieron el evento antes de la llegada del equipo de SEM y 22% durante su traslado al hospital.
Es importante destacar, sin embargo, que el 32,1% de los que llamó al 911 sobrevivieron hasta el alta hospitalaria, en comparación con sólo el 6% de los pacientes que no llamaron al 911 (P <0,001). En el análisis ajustado, el hacer una llamada al 911 aumentó la probabilidad de que los pacientes pudieran sobrevivir al alta hospitalaria en casi cinco veces, a una razón de odds (RO) de 4,82 en comparación con los que no llamaron (P <0,001).
¿Qué se puede hacer?
Según el Dr. Chugh, tenemos maneras de prevenir el PCS, siendo la más importante el desfibrilador implantable. Sin embargo, la capacidad de seleccionar los candidatos adecuados para un desfibrilador implantable es todavía muy limitada, «lo que nos va a tomar algún tiempo para llegar a esta meta.»
El que una llamada temprana al 911 se asoció con mejores probabilidades de supervivencia en el estudio actual sugiere que hay un potencial para mejorar la prevención a corto plazo de del PCS apuntando a la conciencia pública de dicha patología.
«Sabemos que tenemos el potencial para disminuir el riesgo de los PCS para lo que tenemos que pasar a la siguiente etapa en la identificamos los patrones de riesgo, tal vez una combinación de circunstancias, perfil clínico y los síntomas, que denotan alto riesgo de presentar un evento. Si podemos identificar estos patrones, podrían estar en esa ventana de tiempo, que es de 27 días y 23 horas más larga de lo que esperábamos, cuando los pacientes podrían llegar ir a su médico, pudiéndose efectivamente hacer algo para cortar los PCS de raíz».
Además de todo lo anterior, es muy importante dotar (y mantener) a los espacios públicos de la ciudad con equipos desfibriladores automáticos y enseñar a la gente a utilizarlos debidamente.
Referencias
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Marijon E, Uy-Evanado A, Dumas F, et al. Warning symptoms are associated with survival from sudden cardiac arrest. Ann Intern Med 2015; DOI:10.7326/M14-2342. Abstract
- Muerte súbita: http://www.fundaciondelcorazon.com/informacion-para-pacientes/enfermedades-cardiovasculares/muerte-subita.html
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Dr. Rigoberto J. Marcano Pasquier @rigotordoc
Medicina Interna
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