CáncerPráctica clínica

El aumento de información incorrecta y “noticias falsas” en internet pone en riesgo a pacientes con cáncer | Por: @linternista

Según un editorial, publicado en el número de septiembre de TheLancet Oncology, el aumento de información incorrecta y “noticias falsas” propagadas a través de internet aunado a una disminución de la confianza del público en médicos, han dado lugar a un incremento en el uso de tratamientos inusuales no comprobados por pacientes con cáncer; sostiene el editorial que es necesario redoblar esfuerzos para comunicar avances médicos genuinos y destaca que el “choque” entre la mayor autonomía del paciente, la disminución de la confianza, y el auge de los medios sociales, han dado lugar a un incremento en el autodiagnóstico y el uso de tratamientos alternativos por pacientes con cáncer.[1]

Esto puede dar por resultado que los pacientes se rehúsen a tratamientos estándar comprobados, y aumenten su riesgo de muerte, en comparación con quienes siguen los esquemas de tratamiento recomendados.

El editorial exhorta a las personas que trabajan en el mundo de la oncología, a atacar “desinformación y mentiras” que son propagadas a través de medios sociales, plataformas de noticias y canales de comercialización, y enfocarse prioritariamente en la comunicación de información verídica.

Hace alusión a un sitio web del National Institutes of Health, cuyo propósito es ayudar a usuarios a evaluar la información de salud en internet, así como a la contratación reciente de un enfermero digital por la beneficencia del UK charity Macmillan Cancer Support para refutar noticias falsas mediante un servicio de preguntas y respuestas.[2]

No hay nada nuevo en enfrentar noticias falsas e información incorrecta en oncología, expresa Martin Ledwick, enfermero jefe de información en la organización benéfica principal Cancer Research UK. “Esto es algo que ha existido por mucho tiempo, y como organización benéfica, nuestra posición es cuestionar cuando no haya una base de evidencia satisfactoria para el tratamiento que se está promoviendo”.

Ledwick explicó que hace aproximadamente 10 años, Cancer Research UK estableció su foro en internet, en parte porque “pudimos ver, cuando buscamos en ese tiempo, que realmente no había un foro moderado adecuadamente para los pacientes con cáncer”.

“Vimos que a las personas se les estaban dando recomendaciones sobre terapias alternativas y cosas similares, y realmente nadie estaba supervisando esto”, comentó.

Asimismo, señaló que el blog científico de Cancer Research UK también “invierte mucho tiempo desmintiendo mitos y reforzando la utilidad de la base de evidencia apropiada, antes de que las personas tomen decisiones”.

El equipo de enfermeras que integra el personal de su servicio de asistencia telefónica “responde a muchas preguntas de pacientes que se han enterado de algo a través de internet, y desean explorarlo, pero no han comprendido que no es tan bueno como parece”, destacó.

Ledwick considera que el crecimiento de internet en los últimos años ha creado “una plataforma mucho más importante para la difusión de ideas, y esto ha dado lugar a un cambio en la índole de preguntas que se reciben”.

También señala que los tratamientos complementarios “suelen ser bastante inofensivos”. Mientras las personas que los ofrecen “no hagan afirmaciones exageradas acerca de ellos, no hay problema con que los tomen”.

“Lo que se vuelve delicado es cuando hay alguien que afirma que definitivamente esto funcionará, y ocasiona que las personas se adhieran a ello por ese motivo”, advierte.

Otro problema es cuando los pacientes consideran que pueden utilizar tratamientos alternativos en vez de los habituales.

“Considero que esto es preocupante; que a veces las personas piensan en suspender el tratamiento habitual y probar si el alternativo funciona; para ser honesto, no ocurrirá así. Si no es un tratamiento con base científica, investigado en forma apropiada, las opciones se están basando en rumores y anécdotas, más que en evidencia adecuada”, advierte.

Disminución de la confianza en los profesionales sanitarios

El editorial señala que actualmente un “reto importante” en oncología es la disminución de la confianza del público en la opinión profesional, en cuyo centro está “un choque entre la autonomía personal, el periodismo engañoso, los medios sociales, la desinformación organizada, y la marginación política”.

Asimismo, el editorial afirma que estos factores, en conjunto, desvirtúan la reputación de la actividad científica y académica que en oncología ha dado lugar al autodiagnóstico y la “demanda de tratamientos específicos por los pacientes, independientemente del consejo de sus médicos”.

Los pacientes también están recurriendo a “terapias alternativas no comprobadas”, y los profesionales clínicos practican lo que se ha denominado “medicina defensiva”, para evitar demandas legales, principalmente a través del uso excesivo de pruebas diagnósticas.

El editorial hace referencia a dos estudios, uno publicado este año y otro en 2017, que muestran que los pacientes con cáncer que utilizan medicina complementaria tienen más probabilidades de evadir cirugía, radioterapia y quimioterapia, y presentan más del doble de probabilidades de morir, en comparación a quienes reciben atención médica habitual.

“¿Cómo ha llegado la sociedad a este punto, en el que se está optando por intervenciones no comprobadas, contra tratamientos eficaces basados en evidencia?”, cuestiona el editorial.

“Es lamentable que la desinformación, y francamente las mentiras, se propaguen en forma amplia y con la misma magnitud que la evidencia verificada, a causa de la facilidad con la cual medios sociales, plataformas de noticias en internet ubicuas, y prácticas de comercialización de dudosa reputación, pueden llenar los canales de información, que a menudo no tienen suficiente financiación para emplear a periodistas especializados en el tema, que separen los hechos de la ficción”, comenta.

El editorial afirma que para atacar este problema y frenar el deterioro de la confianza del público se necesitan más esfuerzos para comunicar los avances médicos con precisión, tanto a pacientes como al público en general, “a fin de que el conocimiento genuino pueda separarse del material falso”.

Añade que los oncólogos necesitan protegerse mejor de “procedimientos legales falsos, burocracia y tensiones innecesarias”.

“Si estos obstáculos no se abordan con prontitud, los grandes avances en ciencia y medicina que notablemente mejoraron la salud humana en todo el mundo, fácilmente podrían anularse, y la sociedad llegará a lamentar tal inacción y dependencia de fuentes de información poco fiables”, concluye.

Fuente: espanol.medscape.com

Referencias:

 

  • The Lancet Oncolgy. Oncology, «fake» news, and legal liability. Lancet Oncol. Sep2018;19(9):1135. doi: 10.1016/S1470-2045(18)30610-7. PMID: 30191835. Resumen

  • National Institutes of Health. How to evaluate health information on the internet: Questions and answers. Consultado en versión electrónica. Disponible

 

Comité editorial medicinapreventiva.info

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