Descubierto mecanismo que permite a las células tumorales viajar e invadir otros órganos | Por: @linternista
Un reciente estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad Reina María de Londres (Reino Unido), describe un mecanismo hasta ahora desconocido que permite a las células tumorales viajar e invadir otros órganos.
Como explica Stéphanie Kermorgant, directora de esta investigación publicada en la revista «Nature Communications», «las metástasis, que a día de hoy resultan incurables, constituyen uno de los objetivos más importantes de la investigación oncológica. En este contexto, nuestro trabajo mejora nuestro conocimiento sobre cómo dos moléculas clave se comunican y trabajan juntas para ayudar a las células tumorales a sobrevivir durante la metástasis. Esperamos que nuestros resultados puedan ser utilizados para el desarrollo de nuevos fármacos que bloqueen la expansión del cáncer dentro del organismo».
Las enfermedades oncológicas constituyen, tras las cardiovasculares, la primera causa de muerte entre la población de nuestro país. Una elevada mortalidad que se explica no tanto por la aparición de un tumor, sino por la capacidad que tienen los órganos de migrar e invadir otros órganos –la denominada ‘metástasis’–. De hecho, las metástasis son responsables de cerca de un 90% de los decesos por cáncer. Tal es así que la prevención de estas migraciones tumorales se presenta como uno de los principales retos de la medicina actual.
Sobrevivir a toda costa
La unión hace la fuerza. También en el cáncer, en el que las células malignas se encuentran relativamente protegidas cuando permanecen unidas en el tumor primario. Sin embargo, algunas de estas células optan por desprenderse del tumor y viajar por el cuerpo con el único objetivo de invadir otros órganos. Un proceso, la metástasis, durante el cual son muy vulnerables y suelen ser destruidas. Pero no siempre sucede así y algunas de estas células logran sobrevivir a su periplo. La pregunta es: ¿cómo lo hacen?
Para responder a esta pregunta, los investigadores analizaron los cambios que tienen lugar en las células tumorales tanto en cultivos celulares humanos como en modelos animales –ratones y peces cebra–. Y lo que hallaron es que la clave para la supervivencia de estas células migrantes se encuentra en unas proteínas denominadas ‘integrinas’.
Concretamente, las integrinas son unas proteínas de la membrana celular que permiten que las células se anclen e interactúen entre sí. Para ello, las integrinas emiten señales moleculares a las células adyacentes con una orden clara: hay que permanecer juntas. Sin embargo, algunas células deciden abandonar el nido y formar nuevas colonias. Y en este caso, tal y como muestra este nuevo estudio, las integrinas cumplen una misión muy diferente.
Las células malignas que se liberan del tumor primario llegan al torrente sanguíneo, en el que ‘flotan’ hasta alcanzan otros órganos. Una situación en la que son vulnerables, por lo que deben adoptar una nueva estrategia que asegure su supervivencia. Y según los resultados del nuevo estudio, esta estrategia está orquestada por la integrina beta-1 (β1), que en lugar de emitir señales hacia las células adyacentes lo hace hacia la propia célula metastásica con una nueva orden: hay que sobrevivir a toda costa.
Más concretamente, la integrina beta-1 se une a una proteína denominada ‘c-Met’, con la que abandona la membrana celular y se esconde en los lisosomas –orgánulos intracelulares en los que se degradan las moléculas extrañas o inservibles–. Y es desde la seguridad que les confiere la nueva localización desde donde la integrina beta-1 emite su nueva orden. De hecho, los resultados del estudio muestran que el bloqueo de la unión de la integrina β1 con c-Met o del traslado del complejo a los lisosomas resulta en una reducción muy significativa de la tasa de metástasis en modelos de cáncer de mama y de pulmón.
Nueva diana terapéutica
A día de hoy ya hay disponibles inhibidores de las integrinas para su uso en el tratamiento del cáncer. Pero como apuntan los autores, «la mayoría de fármacos frente a las integrinas se centran en su función adhesiva y llevan a cabo la inhibición en la superficie celular. Tal es así que la eficacia limitada que tienen estos fármacos podría explicarse por este nuevo papel de las integrinas dentro de la célula tumoral».
Por tanto, los investigadores proponen una nueva estrategia consistente en prevenir que las integrinas viajen al interior celular. Como concluye Stéphanie Kermorgant, «esperamos que este nuevo enfoque permita el diseño de mejores tratamientos frente a las metástasis y de combinaciones terapéuticas más efectivas que prevengan y ralenticen tanto la proliferación como la migración tumoral».
Fuente: abc.es