Caminar 2.000 pasos al día disminuye el riesgo de enfermedades cardiovasculares | Por: @rigotordoc
Caminar 2.000 pasos al día (el equivalente aproximado a unos 20 minutos de caminata a un ritmo moderado) disminuye el riesgo de enfermedades cardiovasculares en 10% en las personas con intolerancia a la glucosa (ATG), según los resultados de un estudio prospectivo publicado por el Dr. Thomas Yates (Hospital General de Leicester, Reino Unido) y sus colegas en la revista The Lancet. Además, el estudio también mostró que, independientemente de los hábitos de caminar iniciales, cada aumento de 2.000 pasos por día resultó en una reducción del 8 % en el riesgo cardiovascular.
Estos hallazgos apoyan a la promoción de un incremento de la actividad física, así como evitar la disminución de la misma independientemente del nivel de partida inicial, como objetivos importantes en la prevención de enfermedades crónicas.
El grado en que el cambio en la actividad física puede modificar el riesgo de enfermedad cardiovascular en personas con alto riesgo cardiovascular es incierto. En este trabajo se investigó si la actividad ambulatoria basal y el cambio en la misma, objetivamente evaluada se asocia con el riesgo de un evento cardiovascular en individuos con alto riesgo cardiovascular con intolerancia a la glucosa.
Los hallazgos provienen de un estudio prospectivo, llamado “NAVIGATOR”, por sus siglas en inglés, acerca del uso de la nateglinida y el valsartán en pacientes con alteración de la tolerancia a la glucosa, que incluyó a 9.306 pacientes asignados al azar procedentes de 40 países, entre enero de 2002 y enero de 2004. Todos los pacientes tenían intolerancia a la glucosa, definida como una glucosa plasmática > 140 mg/dl y < 200 mg/dl después de una carga oral de glucosa. Los participantes también tenían enfermedad cardiovascular existente (si tenían 50 o más años de edad), o por lo menos un factor de riesgo cardiovascular adicional (si tenían 55 o más años de edad).
Los participantes fueron seguidos en búsqueda de eventos cardiovasculares (definidos como mortalidad cardiovascular, ictus no mortal o infarto de miocardio) durante 6 años en promedio y tuvieron actividad ambulatoria evaluada por podómetro al inicio del estudio y a los 12 meses. Los modelos de riesgo proporcional de Cox ajustados cuantificaron la asociación entre la actividad inicial y el cambio en la actividad ambulatoria (desde el inicio hasta los 12 meses), con el riesgo de un evento cardiovascular subsiguiente, después de ajustar por cada una, así como por las posibles variables de confusión.
Durante 45.211 personas-año de seguimiento, ocurrieron 531 eventos cardiovasculares. La actividad ambulatoria inicial (Razón de Riesgo [RR] por 2.000 pasos por día 0.90, IC 95%: 0,84-0,96) y el cambio en la actividad ambulatoria (0,92, 0,86-0,99) se asociaron inversamente con el riesgo de un evento cardiovascular. Los resultados para el cambio en la actividad ambulatoria no se vieron afectados cuando fueron ajustados por los cambios en el índice de masa corporal y otras variables de confusión potenciales a los 12 meses.
Los resultados del ensayo NAVIGATOR, demostraron que ni valsartán (Diovan, Novartis), ni nateglinida (Starlix, Novartis) tuvieron un efecto significativo sobre el riesgo cardiovascular en comparación con el placebo en la evaluación al azar independiente. El estudio también requirió a los pacientes participar en un programa de modificación estilo de vida diseñado para reducir el riesgo de la diabetes a través de la pérdida de peso, reducción de grasa en la dieta y el incremento del ejercicio.
Después de un seguimiento medio de cinco años, los hábitos de caminar iniciales y un cambio en la actividad de caminar se asociaron inversamente con el riesgo de un evento CV. Desde el inicio, cada 2000 pasos de caminata diaria adicionales a los 12 meses se asociaron con un riesgo 10% menor de un evento CV. Del mismo modo, cada aumento o disminución de 2.000 pasos de caminata diaria desde el inicio a 12 meses se asoció con una disminución o un aumento respectivamente del 8 % en el riesgo CV.
Los resultados no se afectaron cuando se ajustó por posibles factores de confusión, incluyendo el índice de masa corporal, así como una historia previa de enfermedad cardiovascular, el sexo, la edad, o región geográfica.
En ausencia de estudios controlados aleatorios que evalúen el efecto de la actividad física en la morbilidad o la mortalidad, estos hallazgos fortalecer la evidencia que sustenta la importancia de la actividad física en la promoción de la salud cardiovascular y tienen importantes implicaciones para las recomendaciones de salud pública y la prevención de la enfermedad crónica.
Referencia:
- Yates T, Haffner SM, Schulte PJ. Association between change in daily ambulatory activity and cardiovascular events in people with impaired glucose tolerance (NAVIGATOR trial): a cohort analysis. Lancet 2013; DOI:10.1016/S0140-6736(13)62061-9.
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Dr. Rigoberto J. Marcano Pasquier @rigotordoc
Medicina Interna
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