Las lipoprote\u00ednas de baja densidad \u2013o \u2018LDL\u2019\u2013 son las encargadas de unirse al colesterol para transportarlo a trav\u00e9s de la sangre. El problema es que cuando alcanza unos niveles excesivos, el c-LDL resultante de la uni\u00f3n de las LDL y del colesterol suele depositarse en las paredes de los vasos sangu\u00edneos y formar las placas de ateroma que dan lugar a la aterosclerosis. De ah\u00ed que el c-LDL se conozca como \u2018colesterol malo\u2019. Por el contrario, las lipoprote\u00ednas de alta densidad \u2013o \u2018HDL\u2019\u2013 son un grupo de prote\u00ednas capaces de retirar el colesterol de las paredes de los vasos, previniendo as\u00ed el desarrollo de las placas de ateroma. Por tanto, y en contraposici\u00f3n con el c-LDL, el c-HDL resultante de la uni\u00f3n entre las HDL y el colesterol se denomina \u2018colesterol bueno\u2019.<\/p>\n

Sin embargo, como recuerda Fit\u00f3, \u00abalgunos estudios han mostrado que las HDL no funcionan tan bien en las personas en alto riesgo de sufrir un infarto, un ictus u otras enfermedades cardiovasculares, as\u00ed como que la capacidad funcional de las HDL es tan importante como su cantidad\u00bb.<\/p>\n

Y en este contexto, contin\u00faa la investigadora, \u00abal mismo tiempo, algunos ensayos cl\u00ednicos peque\u00f1os han demostrado que el consumo de alimentos ricos en antioxidantes, caso del aceite de oliva, los tomates y algunos frutos, mejoran la funci\u00f3n de las HDL en los seres humanos<\/strong>. As\u00ed, quer\u00edamos evaluar estos hallazgos en un estudio m\u00e1s grande y controlado\u00bb.<\/p>\n