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Anticuerpos monoclonales para el tratamiento de la hemofilia adquirida | Por: @linternista

La hemofilia es una enfermedad congénita a causa de una alteración genética que provoca la falta de un factor para la coagulación de la sangre (el factor XVIII en el caso de hemofilia A y el factor IX en hemofilia B). La hemofilia adquirida es un trastorno poco común debido a la producción de autoanticuerpos en la vida adulta, los cuales inactivan al factor VIII.

Se desarrolló una terapia experimental profiláctica con un anticuerpo monoclonal bioespecífico contra los autoanticuerpos que inactivan el factor VIII y que favorece la coagulación de la sangre. Datos sobre esta terapia se presentaron en el 57 Congreso de la Sociedad Americana de Hematología (ASH).

La hemofilia adquirida es un trastorno poco común que generalmente se presenta a partir de la edad mediana y la probabilidad de problemas hemorrágicos importantes es elevada. Los anticuerpos en este tipo de hemofilia están invariablemente dirigidos hacia el factorVIII y no hacia el factor IX.

Los medicamentos recientemente recetados deberían revisarse cuidadosamente en el paciente con hemofilia adquirida, ya que se ha informado de la aparición de este padecimiento como reacción adversa poco frecuente a ciertos medicamentos. Los medicamentos implicados en informes de casos publicados incluyen antibióticos (tales como penicilina, sulfonamidas y ciprofloxacina), fármacos inmunomodificadores (interferón, fludarabin), psicotrópicos (fenitoína, flupentixol, zuclopentixol) y el agente antiplaquetario clopidogrel.

Sin embargo, esta no constituye de manera alguna una lista exhaustiva y debe tomarse en cuenta la posibilidad de que cualquier medicamento recetado recientemente pudiera haber provocado el trastorno hemorrágico. A muchos pacientes ancianos podrían recetárseles medicamentos que pueden exacerbar la tendencia hemorrágica de la hemofilia adquirida mediante la inhibición de la función plaquetaria, por ejemplo, medicamentos antiinflamatorios para la osteoartritis; aspirina o clopidogrel para enfermedades cardiacas.

El tratamiento de la hemofilia adquirida tiene dos objetivos: La prioridad inmediata es controlar la hemorragia aguda con agentes de desvío. Enseguida debe usarse la inmunosupresión para controlar la producción de anticuerpos. Es muy probable que el factor VIII humano sea rápidamente inactivado por un título considerable de anticuerpos inhibidores y, por ende, carezca de uso práctico aun en dosis elevadas.

«Son pacientes con mayor morbilidad y mortalidad y para ellos hay que buscar agentes bypass que paren el efecto del inhibidor activando la coagulación», explicó Víctor Jiménez Yuste, jefe del Servicio de Hematología del Hospital de la Paz de Madrid.

Este centro participa en un ensayo internacional con pacientes adultos, al igual que los hospitales la Fe de Valencia y Virgen del Rocío de Sevilla, y pronto comenzará el estudio en niños menores de 12 años.

En la reunión de ASH, la compañía farmacéutica Roche presentó datos sobre el anticuerpo monoclonal, el ACE910, el primer bioespecífico que se emplea en hemofilia y que, con doble dirección, actúa sobre los factores IX y X favoreciendo la coagulación de la sangre.

«Los resultados preliminares son muy buenos. Convertimos un paciente grave en moderado y controlamos la hemorragia, en un tipo de paciente con muy pocas opciones de tratamiento», señaló el hematólogo.

La administración será subcutánea y semanal frente a la intravenosa que requiere dosis varias veces a la semana.

Este tipo de terapia no sustitutiva sino funcional ha centrado las sesiones del congreso de ASH sobre hemofilia, una enfermedad cuya supervivencia global es igual al resto de la población, «mientras que en los años 50 estos pacientes podían morir jóvenes de hemorragia», apuntó el especialista.

Fuentes: EFE, El Comercio.

Daniel Hernández

Comunicador Social

 

Comité editorial medicinapreventiva.info

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