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Bajar de 140 la presión sistólica aumenta la mortalidad en los diabéticos tipo 2 | Por: @linternista

Ser diabético puede ir asociado a padecer de presión arterial alta, de forma que hay un riesgo significativo de sufrir de enfermedades cardiovasculares. Si bien el tratamiento antihipertensivo reduce el riesgo y la mortalidad cardiovascular, por debajo de cierto límite de presión sistólica (máxima) en los diabéticos, en vez de disminuirlo, lo aumenta.

Un reciente estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Umeå (Suecia), y publicado el 25 de febrero de 2016 en la revista British Medical Journal (BMJ), refiere que el tratamiento antihipertensivo puede incrementar el riesgo de mortalidad por causas cardiovasculares en los diabéticos con una presión arterial sistólica de base (PAS) inferior a 140 milímetros de mercurio (mmHg) con una tendencia hacia un mayor riesgo de mortalidad por todas las causas.

Mattias Brunström, líder de la investigación, aclara que “nuestros resultados muestran que la disminución intensa de la presión arterial con el uso de fármacos antihipertensivos puede ser muy nociva para las personas con diabetes y una PAS inferior a 140 mmHg”.

“Pero, de la misma manera, debe tenerse en cuenta que el tratamiento antihipertensivo es crucial para la mayoría de diabéticos con cuya presión sanguínea sea mayor de 140 mmHg”, añade Brunström.

resultados de los meta-análisis estratificado de acuerdo con la presión arterial sistólica (PAS) basal
Resultados de los meta-análisis estratificados de acuerdo con la presión arterial sistólica (PAS) basal

Se incluyeron en los metaanálisis 49 ensayos clínicos, con 73.738 participantes. La mayoría de los participantes tenían diabetes tipo 2. Si la presión arterial sistólica basal era mayor de 150 mm Hg, el tratamiento antihipertensivo redujo 11% el riesgo de mortalidad por todas las causas (riesgo relativo 0,89), 25% el riesgo de mortalidad cardiovascular (0,75), 26% el riesgo de infarto de miocardio (0,74), 23% el riesgo de ictus (anteriormente llamado accidente cerebrovascular) (0,77), y 18% el riesgo de enfermedad renal terminal (0,82).

Si la presión arterial sistólica basal era de 140-150 mm Hg, el tratamiento adicional redujo 13% el riesgo de mortalidad por todas las causas (0,87), 16% el riesgo de infarto de miocardio (0,84), y 20% el riesgo de insuficiencia cardíaca (0,80).

Si la presión arterial sistólica basal era menor a 140 mm Hg, sin embargo, bajarla aún más con tratamiento farmacológico aumentó 15% el riesgo de mortalidad cardiovascular (1,15), con una tendencia hacia un mayor riesgo de mortalidad por todas las causas (1,05).

Los análisis de metaregresión mostraron un peor efecto del tratamiento con menores presiones sistólicas basales para la mortalidad cardiovascular (1,15 por cada 10 mm Hg más baja la presión arterial sistólica) y para el infarto de miocardio (1,12 por cada 10 mm Hg más baja la presión arterial sistólica). Los patrones fueron similares para la presión arterial sistólica alcanzada.

Efecto de los antihipertensivos en la diabetes

En la investigación se evaluó los efectos de los fármacos antihipertensivos en las personas con diabetes. Y para ello, se revisaron los resultados de todos los estudios que, a este respecto, ya se habían publicado hasta el momento en las revistas científicas.

Este ‘metanálisis’ mostró que los efectos de la terapia antihipertensiva dependen de los niveles de presión sanguínea que tenga el paciente antes de iniciar el tratamiento.

Entonces, en el diabético tipo 2:

  • Si la PAS es superior a 140 mmHg, tomar fármacos antihipertensivos se asocia con una disminución del riesgo de infarto de miocardio, ictus, insuficiencia cardíaca y mortalidad general.
  • Si la PAS es inferior a 140 mmHg, tomar antihipertensivos aumenta el riesgo de muerte por causas cardiovasculares.

¿Estos resultados son aplicables a todos los pacientes con diabetes?

No. Según aclaran los investigadores: “Nuestros resultados se han obtenido casi exclusivamente de los datos de los pacientes con diabetes tipo 2 y tratamiento hipertensivo previo. Por tanto, no se pueden extraer conclusiones de lo que ocurre en el caso de la diabetes tipo 1 o de los pacientes diabéticos con niveles de presión normales”.

Solo el tratamiento necesario

“Cuando se trata de la hipertensión arterial, el infratratamiento es un problema mayor que el sobretratamiento”, señala Brunström.

Sin embargo, “la mayoría de las guías de práctica clínica deberán ser reescritas en los próximos años. Y es que la recomendación de lograr unos objetivos de presión sanguínea inferiores, y a veces tan bajos como 130 mmHg, para las personas con diabetes resulta controvertida”, afirma Brunström.

“Esperamos que nuestro estudio, en el que se muestran los riesgos potenciales del tratamiento antihipertensivo intensivo, sean tenidos en cuenta en las futuras guías”, concluye el experto.

Fuente: abc.es / bmj.com



Comité editorial medicinapreventiva.info

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