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El dolor de espalda y el dañino uso indiscriminado de los AINEs | Por: @linternista

Existe la creencia de que los AINEs solo procuran un alivio, por ejemplo del dolor lumbar, pero uno de cada seis pacientes que lo consumen aumenta en 2,5 veces el riesgo de sufrir problemas gastrointestinales que pueden ser severos.

La lumbalgia o dolor de espalda es una de las afecciones más comunes en todo el mundo. De hecho, el estudio EPISER de la Sociedad Española de Reumatología (SER) ya concluyó hace un par de años que hasta un 80% de los ciudadanos en España padecerá de este mal en algún momento de su vida.

A males comunes, remedios comunes

El tratamiento con los ‘antiinflamatorios no esteroideos’ (AINEs) o como el ácido acetilsalicílico (Comercialmente ‘Aspirina’) combaten el dolor gracias a la suma de sus efectos analgésicos y antiinflamatorios. Todo ello a muy bajo precio y sin necesidad de receta.

¿Son realmente eficaces para tratar las dolencias lumbares?

No. Según un estudio llevado a cabo por investigadores del Instituto George de Salud Global en Sídney (Australia). Ni tampoco son demasiado bien ‘tolerados’.

Este estudio, publicado en la revista «Annals of the Rheumatic Diseases», muestra que el tratamiento con AINE proporciona un alivio ‘real’ del dolor de espalda en solo uno de cada seis pacientes.

El problema no es solo la falta de eficacia sino que los AINEs aumentan, y mucho, el riesgo de complicaciones gastrointestinales, algunas tan severas como las úlceras gástricas o incluso la falla renal.

Manuela Ferreira, directora de la investigación, explica que”el dolor de espalda es la principal causa de discapacidad en todo el mundo y es comúnmente abordado con la prescripción de medicamentos como los AINE”.

“Sin embargo, nuestros resultados muestran que estos fármacos solo ofrecen un alivio a corto plazo del dolor muy limitado. Y es que si bien reducen la intensidad del dolor, lo hacen de forma muy leve, hasta el punto de que es posible que su efecto no tenga ningún impacto clínico real”, señaló.

A mayor consumo de AINEs más posibilidades de sufrir úlceras gástricas

Los investigadores del Instituto George llevan ya varios años realizando estudios para evaluar la eficacia de distintos tipos de fármacos en el manejo del dolor de espalda.

Una labor que, entre otras evidencias, ha permitido constatar:

  • Los opiaceos no son mucho mejores que el placebo para tratar este dolor y que, cuando menos en el caso específico del dolor lumbar.
  • El paracetamol no tiene ninguna utilidad para este dolor.

Los investigadores han analizado a los AINEs. Y para ello han utilizado los resultados alcanzados en 35 ensayos clínicos llevados a cabo con la participación de más de 6.000 pacientes.

En esta revisión o ‘metanálisis’ se demuestra que los AINEs son eficaces a la hora de proporcionar un alivio significativo del dolor de espalda solo en uno de cada seis casos. Y su administración se asocia con un riesgo hasta 2,5 veces mayor de sufrir complicaciones gastrointestinales como las úlceras gástricas y los episodios de hemorragias digestivas.

“Cuando uno se centra en unos efectos secundarios que resultan tan comunes, parece claro que estos fármacos no son la solución para aliviar el dolor de millones de personas que sufren cada año esta afección tan debilitante”, aclara Ferreira.

La prevención primero

Los AINES  no son la solución para el dolor de espalda. Todo ello a pesar de que muchas guías de práctica clínica recomiendan su administración como segunda opción para la analgesia para este tipo de dolor. Y llegados a este punto, ¿cuál es la primera opción recomendada? Pues el paracetamol. ¿Y la tercera? Los opioides. Sabios consejos.

Gustavo Machado, co-autor de la investigación, lamenta que “millones de personas en Australia están tomando AINEs, unos fármacos que no solo no funcionan bien, sino que les están provocando un daño. Necesitamos tratamientos que procuren un alivio substancial y real de los síntomas de esta población”.

Dado que parece que los estos fármacos no pueden hacer nada para curar este dolor, el enfoque debe ser, simple, prevenirlo.

“Lo mejor que podemos hacer es centrarnos en la prevención del dolor de espalda. Y es que ya sabemos que la educación y los programas de ejercicios pueden reducir de forma muy significativa el riesgo de aparición de dolor lumbar”, concluye Machado.

 

Fuente: ABC España

Comité editorial medicinapreventiva.info

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