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Estiman que la actual epidemia del virus del Zika tiene fecha de caducidad dentro de 3 años | Por: @linternista

La epidemia actual de Virus Zika, según ha alertado la Organización Mundial de la Salud (OMS), acabará extendiéndose por todo el continente americano –con excepción de Canadá y Chile–. Sin embargo, según muestra un estudio dirigido por investigadores del Colegio Imperial de Londres (Reino Unido), la epidemia tiene fecha de caducidad, aunque todavía habrá que esperar, quizás hasta tres años.

Como explica Neil Ferguson, director de esta investigación publicada en la revista «Science», «la epidemia actual, ciertamente ‘explosiva’, se acabará apagando por sí misma debido a un fenómeno denominado ‘inmunidad de grupo’. Dado que el virus es incapaz de infectar dos veces a la misma persona, pues nuestro sistema inmune genera anticuerpos para destruirlo, la epidemia llegará a una fase en la que quedará muy poca gente por infectar, con lo que la transmisión del virus no podrá sostenerse».

La infección por el virus del Zika en la mayoría de los adultos infectados no suele conllevar ninguna complicación grave; de hecho, solo uno de cada cinco infectados llega a padecer síntomas, que además resultan muy leves –por lo general, fiebre, dolor y erupciones en la piel–. Sin embargo, el virus puede resultar muy peligroso, e incluso mortal, en caso de embarazo. No en vano, el Zika podría ser responsable del aumento de los casos de microcefalia en fetos y bebés registrados en algunos países sudamericanos, sobre todo en Brasil.

Se han reportado otros efectos que pueden llegar a ser severos como el sindrome de Guillain-Barré, en el que el sistema inmunitario del organismo ataca parte del sistema nervioso periférico, afectándose los nervios que controlan los movimientos musculares así como a los que transmiten las sensaciones de dolor, temperatura o tacto. Esto puede producir debilidad muscular y pérdida de sensibilidad en las piernas o brazos e incluso en los entornos más favorables, el 3% a 5% de los pacientes mueren por complicaciones como la parálisis de los músculos respiratorios, septicemia, trombosis pulmonar o paro cardiaco. También ha sido descrito la aparición de arritmias cardíacas de diversa complejidad posterior a la infección viral.

Fecha de caducidad

En el estudio, los investigadores recopilaron todos los datos referidos a la actual epidemia del Zika en Latinoamérica y, tomando como partida lo ocurrido con otros virus similares –entre otros, el dengue y el chikungunya–, elaboraron un modelo matemático para predecir el comportamiento futuro de la infección.

Así, y dado que la probabilidad de reinfección por el virus es muy, pero que muy, escasa, los autores calculan, como indica Neil Ferguson, «que la epidemia se acabará apagando por sí misma en un plazo de 2-3 años». Es decir, podría aludirse a que el virus acabará muriendo por su propio éxito.

Entonces, ¿puede esperarse que el riego de infección por el Zika desparezca una vez concluido este período? Pues no. Seguirá habiendo brotes esporádicos de la infección. Y una vez transcurra una década y haya una nueva generación de población que no haya sido expuesta al virus, la epidemia podrá volver a resurgir.

Como apunta el director del estudio, «usando nuestro modelo podemos predecir que no habrá una transmisión a larga escala del Zika durante al menos otros 10 años. Una situación ya observada en otras epidemias, como la del virus chikungunya, muy similar al Zika, en las que ha habido epidemias explosivas seguidas de largos períodos con muy pocos casos».

Pero aún hay más. Como alerta Neil Ferguson, «en caso de que se cumpla el peor escenario posible, el Zika podría tener un carácter endémico en Latinoamérica a largo plazo, lo que supondría la aparición de brotes más pequeños pero mucho más frecuentes. Un aspecto clave en este sentido es que no entendemos por qué el virus del Zika ha afectado de una forma tan brutal a América Latina. Una posibilidad es que el clima pueda haber ayudado de alguna manera a la expansión del virus, coincidiendo esta expansión con la llegada de ‘El Niño’. Pero también puede ser que se haya producido una mutación en el virus que explique esta situación».

Medidas poco adecuadas

En definitiva, el estudio ‘anticipa’ cómo se comportará la infección por el Zika en el futuro. Pero; ¿cómo se están haciendo las cosas en la actualidad? Pues en opinión de los autores, no demasiado bien. Y no solo porque la expansión de la epidemia, como concluye el modelo matemático, no pueda ser hoy en día contenida.

Como refieren los autores, «el virus del Zika es muy similar al del dengue, y se transmite por el mismo mosquito. Pero las experiencias previas con el dengue han demostrado que el control de su expansión, caso del control de la población de mosquitos, es increíblemente difícil. Además, los esfuerzos para contener la epidemia deberían haberse iniciado mucho antes para que tuvieran un efecto significativo. Para cuando se pusieron en marcha, dada la magnitud de la situación, ya era demasiado tarde».

De hecho, según explica Neil Ferguson, «los esfuerzos para detener la expansión del virus podrían estar en realidad prolongando la actual epidemia. Y es que la ralentización de la transmisión entre la población conlleva que alcanzar el nivel de inmunidad de grupo necesario para detener la infección requiera más tiempo».

Sea como fuere, concluye Neil Ferguson, «si nuestras proyecciones son correctas, los casos de Zika se reducirán substancialmente al término del próximo año, sino antes».

Fuente: abc.es

Comité editorial medicinapreventiva.info

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