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Altas concentraciones de omega-6 se asocian a una reducción del riesgo de diabetes tipo 2 | Por: @linternista

Según una investigación reciente, las concentraciones altas de ácidos grasos poliinsaturados (PUFA) omega-6 se asocian a una reducción importante del riesgo de diabetes de tipo 2.

Los resultados de un análisis de más de 2000 hombres que participaron en el estudio KIHD (Estudio del Factor de Riesgo de Cardiopatía Isquémica de Kuopio), fueron publicados el 24 de marzo de 2016 en la revista American Journal of Clinical Nutrition por Jyrki Virtanen, PhD, profesor adjunto de epidemiología nutricional en el Instituto de Salud Pública y Nutrición Clínica, Universidad de Finlandia del Este, Kuopio y colaboradores.

En el organismo, el ácido linoleico (LA) es convertido en otros PUFA n-6: acido gamma-linoleico (GLA), ácido dihomo-gamma-linoleico (DGLA) y ácido araquidónico (AA). Estos ácidos grasos también pueden obtenerse de la alimentación en cantidades menores, y el AA se deriva sobre todo de productos animales, pero sus concentraciones en el cuerpo reflejan principalmente la formación endógena de ácido linoleico.

El análisis demostró que el ácido linoleico y el ácido araquidónico en suero se relacionaban con un menor riesgo de diabetes de tipo 2, y el GLA y el DGLA con un riesgo más alto.

El ácido linoleico es un ácido graso esencial, de manera que no se forma en el cuerpo y debe obtenerse partir de los alimentos. Por consiguiente, las concentraciones sanguíneas de ácido linoleico reflejan las ingestas alimentarias. Las mejores fuentes de ácido linoleico son aceites vegetales, frutos secos y semillas, de manera que estos productos alimenticios podrían ser útiles para la prevención de la diabetes de tipo 2”, dijo el Dr. Virtanen. Sin embargo, añadió que la ingesta de frutos secos y semillas fueron muy bajas en el estudio KIHD, de manera que las principales fuentes en la cohorte eran los aceites vegetales y las margarinas.

Aunque las concentraciones de ácido araquidónico están determinadas en parte por la conversión de ácido linoleico en el cuerpo, el ácido araquidónico también se puede obtener de la dieta. “Una de las mejores fuentes son los huevos, y previamente demostramos en esta población de KIHD que la mayor ingesta de huevo se relacionó con un menor riesgo de diabetes de tipo 2”, señaló (Am J Clin Nutr. 2015; 101:1088-1096).

En el estudio también se identificó un rol importante del cinc, un cofactor esencial para las enzimas delta-5 y delta-6-desaturasa que intervienen en el metabolismo de los PUFA: el riesgo más alto de diabetes con las concentraciones séricas más elevadas de GLA se observó en quienes tenían una mayor concentración sérica de cinc. Así mismo, el menor riesgo con una mayor concentración sérica de ácido araquidónico se observó únicamente en las personas con concentraciones séricas de cinc más bajas.

Esto, en combinación con el hallazgo previo en KIHD de que la mayor concentración sérica de cinc se relacionaba con un incremento en el riesgo de diabetes de tipo 2, parece señalar que el cinc puede desempeñar un papel en determinar el efecto de los ácidos grasos poliinsaturados n-6 sobre el riesgo de diabetes de tipo 2, señaló.

Sin embargo, dijo, “es difícil proporcionar un consejo alimentario práctico con base en estos hallazgos, ya que las concentraciones séricas de cinc son muy estrictamente reguladas, de manera que las ingestas alimentarias normales tienen un repercusión muy moderada en las concentraciones séricas de cinc”.

Ácidos grasos y riesgo de diabetes

En el estudio de 2189 varones de 42 a 60 años de edad al inicio y que fueron objeto de seguimiento durante un promedio de 19 años, los de cuartil más alto en comparación con los del más bajo de los PUFA n-6 totales en suero tuvieron una disminución del 60% en el riesgo de presentar diabetes de tipo 2 reciente después del ajuste con respecto a la edad y el año de examen (p < 0,001 para la tendencia en los cuartiles). El riesgo se atenuó un poco después del ajuste con respecto a factores de confusión pero permaneció muy significativo.

Cuando se evaluaron en forma individual los ácidos grasos, el ácido linoleico y el ácido araquidónico en suero tuvieron relaciones inversas similares con el riesgo de diabetes de tipo 2. Tras los ajustes completos, las personas del cuartil de LA en suero más alto en comparación con el bajo tuvieron una disminución del 48% del riesgo (p < 0,001 para la tendencia), en tanto que los cuartiles de AA más altos por contraposición a los más bajos mostraron una reducción del 38% del riesgo (p = 0,007 para la tendencia).

En contraste, las mayores concentraciones séricas de GLA y DGLA se relacionaron con un mayor riesgo de diabetes de tipo 2, de 28% para el cuartil más alto frente al más bajo de GLA (p = 0,021 para la tendencia) y un incremento de 38% en el riesgo para los cuartiles de DGLA más altos frente a más bajos (p = 0,005 para la tendencia).

“Hay muy escasas fuentes alimentarias de GLA y DGLA, de manera que sus concentraciones sanguíneas reflejan principalmente la conversión de ácido linoleico en el cuerpo. No es muy claro por qué se asocian a un mayor riesgo en nuestro estudio y también en algunos estudios previos. Sin embargo, las concentraciones sanguíneas de GLA y DGLA son muy bajas, y en nuestro estudio las concentraciones totales de n-6 PUFA se asociaron a una disminución significativa del riesgo de diabetes de tipo 2. Así que el efecto del GLA y el DGLA sobre el riesgo puede no ser tan significativo”, comentó el Dr. Virtanen.

En el análisis secundario, el GLA en suero se relacionó con un incremento en el riesgo de diabetes de tipo 2 únicamente en los varones con un cinc sérico por encima de la mediana (p = 0,002 para la tendencia; p = 0,41 para la interacción). En contraste, aunque la p para la interacción no alcanzó la significancia (p = 0,11), se observó una relación inversa entre el AA y el riesgo de diabetes de tipo 2 solo en las personas con concentraciones séricas más bajas de cinc (cociente de riesgo instantáneo: 0,45; p = 0,001 para la tendencia).

Todos estos hallazgos deben considerarse como preliminares y precisan más investigación, sobre todo en otras poblaciones de estudio, terminó diciendo.

Fuente: espanol.medscape.com / ajcn.nutrition.org

Comité editorial medicinapreventiva.info

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