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El McEntire Pilates es para quienes quieran mejorar problemas musculoesqueléticos | Por: @linternista

En el método pilates Trent McEntire encontró la forma de tratar y vencer sus limitaciones y convertirse, de paso, en un bailarín profesional. La parálisis cerebral que sufría desde su nacimiento, en lugar de frenarlo y sumirlo en la resignación, lo motivó a buscar formas de superar sus limitaciones físicas, mejorar su capacidad de movimiento y disminuir el dolor que este le producía.

Su historia de superación confirma que muchas veces las barreras que limitan a la gente son más mentales que físicas.

“Por eso, tras comprobar en carne propia su extraordinaria recuperación con esta disciplina, decidió ayudar a otras personas con su método, conocido como McEntire Pilates e inspirado en el programa original de Joseph Pilates, quien lo creó hace cerca de 80 años”, explica Carolina Gil, instructora de esta técnica en Michigan (Estados Unidos).

Este método está dirigido a quienes quieran mejorar problemas musculoesqueléticos, entre los que se cuentan desde una inadecuada postura corporal hasta dolencias musculares y otras consecuencias del desacondicionamiento y el sedentarismo.

Aunque el pilates casi siempre se relaciona con mujeres, lo cierto es que cada vez más hombres recurren a él para aplanar la barriga, fortalecer el piso pélvico y, de paso, coadyuvar en las funciones de los órganos que se encuentran en esa área.

De acuerdo con Gil, quien dicta talleres sobre este método en el país, el McEntire trabaja con la física natural del cuerpo, los principios fundamentales del movimiento y técnicas correctivas de alineación corporal. “Los hombres se han dado cuenta de todo lo que comienzan a ganar con ajustes tan pequeños como la mejora de su postura corporal”, dice la instructora.

Gozar de buena salud y buena condición física no es solo tener músculos marcados o hiperdesarrollados. “Esa es –señala Gil– una mentira extendida, sobre todo en los hombres, porque si una persona se dedica solo a contraer los músculos, eventualmente terminará desarrollando lesiones o patologías, porque el cuerpo no está diseñado para eso”. Los pilates parten del principio de que las estructuras del cuerpo deben trabajarse en conjunto.

El primer componente de esta práctica es entender bien y realizar los procesos de relajación, para liberar tensiones. Si se pretende crear más masa muscular, se le enseña al cerebro a relajarse y activarse para no ser un esclavo de la sobreactivación muscular y vivir adolorido. No solo se tonifica y los músculos se marcan, sino que se alargan y se restablece la flexibilidad, porque se alinea el cuerpo y se trabaja de manera correcta, desde el centro hacia afuera.

Advertencias para sedentarios

Cuando una persona es poco activa y sedentaria, corre el riesgo de que el piso pélvico y otros órganos comiencen a desplazarse hacia abajo, debido al insuficiente tono en esta zona del cuerpo.

La fisiatra Olga Lucía Estrada, vicepresidenta de la Asociación Colombiana de Medicina Física y Rehabilitación, explica que los músculos y los ligamentos son las estructuras de soporte y suspensión de órganos en esta área. Cuando hay flacidez o hipotonía, por efecto de la gravedad y aumento de la presión abdominal, estructuras como la vejiga, el colon y sus aledaños, tanto en hombres como en mujeres, pueden cambiar de posición.

Cuando esto ocurre, los afectados llegan a experimentar molestias entre las que figura la sensación de cuerpo extraño en áreas como la vagina y el recto, e, incluso, convertirse en otro factor de la aparición o perpetuación de las hemorroides.

Este método de pilates permite contrarrestar estos efectos. En general, las posturas practicadas ayudan a fortalecer la zona abdominal y el piso pélvico.

Cuando los músculos de esta zona están sanos y fuertes, las funciones de las estructuras que soportan, como la vejiga, el colon y otros componentes del aparato genitourinario, pueden verse favorecidas.

Como esta práctica, además, demanda atención, estimula la concentración y la relajación, de acuerdo con Gil, con el tiempo es posible aprender a controlar el estrés, que es capaz de afectar todas las funciones del organismo.

Lo que ellos ganan con esta práctica

  • Mejora la postura corporal: Hombros, cuello y mandíbula estarán más relajados.
  • Se alivian problemas de digestión y respiración, dado que al cambiar la postura no se estarán comprimiendo los pulmones contra el estómago y este no producirá tanta acidez.
  • Modera el estrés, pues se aprenden estrategias para mejorar la respiración, recuperar la sensación de calma y ganar perspectiva para solucionar problemas cotidianos. También hay beneficios cardiovasculares.
  • El abdomen se aplana: Si es disciplinado y perseverante, notará cómo mejora el tono de esta zona del cuerpo.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha enfatizado siempre que el sedentarismo es uno de los factores de riesgo que mayor impacto negativo genera en la salud global.

Con base en eso, todos los sistemas de salud del mundo incluyen dentro de sus políticas campañas para promover la actividad física en todas las edades. Estas recogen las siguientes recomendaciones generales:

  • Frecuencia: distintos estudios señalan la conveniencia de practicar ejercicio aeróbico (trotar, correr, montar bicicleta, patinar, nadar) por lo menos 30 minutos, cuatro veces a la semana. La idea es completar entre 120 y 150 minutos semanales.
  • Resistencia: la sarcopenia (pérdida de músculo por inactividad o el envejecimiento) es un factor de desarrollo de males como la diabetes y otros síndromes metabólicos; incluir, mínimo una vez a la semana, ejercicios con pesas y resistencia, previene el desgaste.
  • Antes de empezar: si está decidido a empezar con una rutina de ejercicio, conviene que se someta a un chequeo médico.

Consejos para los que entrenan con peso

La Escuela de Medicina de Harvard aporta cuatro recomendaciones para hacer un entrenamiento de fuerza eficaz.

  1. Enfóquese en la forma, no en el peso: Empezar con pesos ligeros puede lograr que se obtengan una alineación y forma correctas. Cuando lo logre, puede desafiar a su cuerpo con pesos mayores.
  2. Respire bien: Inhale mientras levanta o jala el peso, y cuando lo suelte, exhale. Así evita que se eleve su presión arterial.
  3.  Practique regularmente: Un entrenamiento completo de fuerza, mínimo una vez a la semana, es lo recomendado. Combine con ejercicio aeróbico regular.
  4. Deje descansar a sus músculos: No se exceda; los expertos recomiendan dejar pasar 48 horas entre sesiones, con el fin de que los músculos logren recuperarse.

Fuente: El Tiempo.

Daniel Hernández

Comunicador Social

Comité editorial medicinapreventiva.info

Comité editorial de medicinapreventiva.info

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