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Desarrollan algoritmo para detectar posible infarto en tiempo récord | Por: @linternista

El infarto de miocardio es la principal causa de muerte y discapacidad a nivel mundial, y muchas veces su sintomatología es confusa, puede pasar desapercibida o lo que parecía un infarto, termina siendo otra cosa.

Miles de personas mueren cada año por esta dolencia, la importancia de su detección temprana es crucial, e iniciar el tratamiento, los cuales son muy efectivos y que son determinante para la buena supervivencia de la persona.

Cuando a una persona le duele mucho el pecho, se asusta y acude rápidamente a los servicios de emergencia para saber si efectivamente le está dando un infarto. Los médicos le practicarán un electrocardiograma, y si es un infarto grande queda diagnosticado inmediato, con lo que al paciente se le someterá probablemente a un cateterismo para solucionar su problema.

Pero «existe un porcentaje de pacientes no despreciable en los que este dolor torácico no se ve reflejado en cambios en el electrocardiograma, pero que igualmente acaban teniendo un infarto» así lo explica Oscar Miró, consultor senior del área de emergencias del Hospital Clínic de Barcelona, España. Entonces se recurre al análisis de las proteínas cardíacas: las troponinas (son proteínas presentes en el musculo cardíaco -troponina T y troponina I en la sangre- que salen al torrente sanguíneo cuando se produce un infarto, cuanto más daño se produzca en el corazón, mayor será la cantidad de troponina T e I que habrá en la sangre.) para comprobar sus niveles en sangre. Si este análisis de troponinas da negativo, se vuelve a hacer otro unas seis u ocho horas después, ya que puede ser que el primero de negativo y el segundo positivo, aclara Miró.

Diagnóstico más rápido

El trabajo exponen que, utilizando reactivos de última generación para hacer los análisis, se puede acortar el tiempo de espera entre un análisis y otro para confirmar o descartar el infarto en el paciente, concretamente el tiempo de espera sería de una hora. éstos se podrían separar el uno del otro sólo en 60 minutos.
«Hemos conseguido, a través de técnicas de análisis mucho más sensibles, ser capaces de detectar cantidades más pequeñas de troponinas en la sangre, y también pequeños cambios que indicarían que ésta sustancia se está incrementando», explica Miró.
Así ha sido publicado en un estudio internacional recientemente en la revista Canadian Medical Association Journal, cuyos resultados,  son «muy esperanzadores», porque posibilitan descartar el infarto de miocardio en el paciente con una fiabilidad del 99,99 % sin necesidad de esperar esas seis u ocho horas entre los análisis, lo que permitirá al médico empezar con el resto de pruebas que tendría que hacerle al paciente para que reciba tratatamiento efectivo, según Miró.

Las evaluaciones

Se analizaron a 1.320 pacientes que acudieron a los servicios de urgencias con sospecha de infarto, utilizaron un algoritmo matemático que determina que, si los niveles de troponinas son inferiores a 12 nanogramos por litro de sangre en un primer análisis y, una hora más tarde, en ese segundo análisis, estos niveles no han subido tres puntos, «es seguro que el paciente no ha sufrido un infarto de miocardio en un 99,99% de los casos».

De esta manera se utiliza la seguridad matemática, para el diagnóstico médico, que aunque no es absoluta sí que es muy amplia, de que lo que le ocurre al paciente y si no es un infarto, puede ser «una angina de pecho, una neumonía, un problema en la aorta o una pericarditis, pero no un infarto», dice Miró.

De esta forma, el médico puede, rápidamente, y poco después del ingreso del paciente, pasar a hacer toda esa batería de pruebas que tendría que hacer una vez descartado el infarto.

Pero los autores del estudio son conscientes de las reticencias que muchos médicos tienen en basar sus diagnósticos en un algoritmo matemático. «Esto es porque el infarto es una enfermedad en la que siempre asusta errar en el diagnóstico, y uno siempre quiere tener una máxima seguridad», comenta Miró.

¿Fórmula segura?

Con la fórmula que se puede leer en las páginas de la revista Canadian Medican Association Journal, esta seguridad será casi total: del 99,99 %.

El estudio tiene implicaciones económicas, porque podría ahorrar recursos en urgencias. Y es que, tal y como Miró recuerda, «cerca del 10 % de los pacientes que acuden a urgencias que no son heridos traumáticos, acuden con dolores torácicos». Al poder adelantar la exclusión del infarto, se ahorra tiempo de estancia en urgencias, con lo que se dispondría de esa plaza en urgencias -un servicio que no es raro que esté saturado- para otro paciente.

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Fuente: El Mundo.

Daniel Ricardo Hernández

Comunicador Social

Comité editorial medicinapreventiva.info

Comité editorial de medicinapreventiva.info

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