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Desenmarañar el misterio del orgasmo femenino | Por: @linternista

¿Existe más de un orgasmo femenino? ¿Es verdad eso de que existe un orgasmo vaginal y otro clitorideo? ¿Pueden las mujeres tenerlos sin necesidad del coito o incluso, sin necesidad de la estimulación directa del clítoris? 

La ginecóloga y sexóloga del Instituto de Sexología de Barcelona, España, Ariana Costa Capin Sokol, dice que «hay terminología incorrecta y fruto de esto surgen algunos de los problemas más comunes en las mujeres, en cuanto a sexualidad se refiere», explica.

Una investigación publicada en la revista Clinical Anatomy Review y liderada por investigadores del departamento de Biología de la Universidad de Florencia, que concluyó que los «Términos tan extendidos como el punto G, orgasmo vaginal o de clítoris son del todo incorrectos y no hacen más que sembrar la confusión, lo correcto es simplemente hablar de orgasmo femenino«, expone Costa Capin Soko.

No existe un orgasmo vaginal y otro clitorideo

Ana Rosa Jurado, médico y sexóloga del Instituto Europeo de Sexología en Marbella lo tiene claro: «No existe un orgasmo vaginal y otro clitorideo». El órgano sexual femenino por excelencia es el clítoris, que es donde se encuentran las terminaciones nerviosas implicadas en la producción del orgasmo, sostiene esta especialista. Sin embargo, el orgasmo se puede conseguir por varias vías, en las cuales intervienen «no sólo aspectos anatómicos, de proximidad y/o funcionalidad, sino también componentes eróticos, sentimentales y de convivencia», expresa.

Una revisión realizada por investigadores franceses y mexicanos y publicada en la revista Nature Reviews Urology señaló que la zona responsable de llevar a la mujer al máximo placer sexual es mucho más compleja que la existencia de un solo punto, dependería de una zona mucho más amplia. Ellos lo identifican como ‘Clitoris uretro vaginal’ (CUV), esto es, un área morfofuncional multifacética que al ser estimulada adecuadamente en la penetración, induce respuestas relacionadas con el placer sexual.

Sin embargo, todavía falta más investigación, y mientras se esperan más nuevos datos, lo importante para los expertos sería plantearse algunas cuestiones de las relaciones sexuales femeninas. Por ejemplo: «¿Qué es lo que nos gusta? ¿Qué es lo que nos atrae realmente?», pregunta Costa Capin Sokol.

Cuestión de piel

La realidad de las consultas de sexología y de la propia experiencia sexual femenina muestran que la sexualidad va mucho mas allá de la terminología. Incluso, y según apunta la doctora Jurado, está descrita la posibilidad de alcanzar el orgasmo en mujeres mediante el estímulo de los pezones, que no están cerca ni relacionados por ninguna conexión anatómica: «Esto nos habla de la variabilidad de la experiencia sexual humana y de la capacidad para el disfrute sexual sin tener que estar pendientes de qué es o no lo ‘correcto’ o ‘o adecuado'». En cuanto a esto, aclara, tampoco hay investigaciones que establezcan diferencias en cuanto la intensidad y características del orgasmo conseguido de una u otra manera, puesto que la propia vivencia del orgasmo tampoco está sólo condicionada por las habilidades estimulatorias».

Pero la realidad es que se siguen viendo en las consultas quejas por parte de mujeres, tanto jóvenes como mayores, que viven con gran frustración el no poder alcanzar un orgasmo mediante la penetración vaginal. «Y del mismo modo, sigue planeando la idea de que existen dos tipos de orgasmos, el vaginal y clitorideo, siendo el primero ‘la gran quimera'», comenta Jurado.

Es por ello que los especialistas en salud sexual insisten en reflexionar y alejar del ideario humano el concepto de que las mujeres sólo pueden alcanzar el orgasmo mediante el coito. Durante siglos, insiste la doctora, se ha instado a que la única sexualidad «permitida» ha sido la heterosexual procreadora. Y en este contexto, evidentemente, el coito vaginal se proclama como la única práctica adecuada. Incluso, investigadores de la talla de Masters y Johnson, considerados como los padres de la sexología moderna, determinaron como una disfunción sexual la incapacidad para conseguir el orgasmo mediante la penetración vaginal.

Sin embargo, frente a este panorama, aparecieron otros trabajos como el ‘Informe Hite’, de la sexóloga alemana Shere Hite. que fueron muy criticados en la época. El documento, tal como señala Jurado, muestra datos como que el 70% de las mujeres nunca había tenido un orgasmo con la penetración vaginal y sí mediante la estimulación del clítoris en la masturbación. Acercándose por tanto, a la realidad de la sexualidad femenina.

Adiós a las creencias

Modificar algunas creencias es la clave para poder vivir la sexualidad de una forma más libre y sana, evitando así frustraciones. «¿Es tan importante para nuestra sexualidad saber donde se originan los orgasmos?», pregunta Costa Capin Sokol. Quizás, responde la especialista, sea el momento de «plantear otros elementos interesantes, como qué es lo que me gusta, qué siento, qué me estremece, qué conecta con mi piel, derrumbar una serie de creencias irracionales de cómo alcanzar un orgasmo, qué importa la manera en que se consigue. «Las exigencias erróneas que uno se plantea muchas veces nos llevan a caer en trampas mentales que sólo contribuyen a enredarnos en la cama, creando problemas sexuales que pueden acabar en disfunciones», concluye.

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 Fuente: El Mundo.es.

Daniel Ricardo Hernández @danielricardoh

Comunicador Social

Comité editorial medicinapreventiva.info

Comité editorial de medicinapreventiva.info

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