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Es más seguro para el corazón el calcio de la dieta que el de los suplementos de calcio | Por: @rigotordoc

Un estudio publicado en la revista Heart por Kuanrong Li, Rudolf Kaaks, Jakob Linseisen y Sabine Rohrmann, del German Cancer Research Center, Heidelberg, Alemania sugiere que los suplementos de calcio pueden incrementar el riesgo de infarto de miocardio (IM), por lo que las personas que necesitan más calcio, deben ante todo tratar de ingerirlo de dieta.

Los suplementos de calcio, que son comúnmente recomendados para las personas mayores, especialmente a las mujeres posmenopáusicas para mantener la salud ósea, también se han sugerido como agentes beneficiosos para mejorar el perfil de colesterol en suero, y para controlar la hipertensión. Sin embargo, no hay evidencia epidemiológica consistente que sugiera que los suplementos de calcio puedan proporcionar beneficios cardiovasculares. En cambio, dos recientes meta-análisis de ensayos clínicos (Bolland et al. 2010) han llevado a una advertencia de que los suplementos de calcio pueden aumentar el riesgo de una persona de tener un infarto de miocardio.

Este estudio tuvo como objetivo evaluar prospectivamente la asociación de la ingesta de calcio en la dieta, en su totalidad o separadas de las fuentes de leche y de fuentes no lácteas y suplementos de calcio con infarto de miocardio y el riesgo de ictus (anteriormente llamado ACV) y en general la mortalidad por ECV en una cohorte alemana.

Si bien no se puede decir que los suplementos de calcio son perjudiciales, tampoco se puede decir que son inofensivos y si bien no es prudente una advertencia al uso del producto porque se necesita más investigación al respecto, los médicos deberíamos tratar de animar a aquellos que necesitan más calcio a obtenerlo de su dieta.

Se debe prestar atención a la dieta de los pacientes y tratar de hacer los ajustes necesarios (recomendando los alimentos adecuados). Si la ingesta de calcio no es lo suficientemente alta, se debería indicar un suplemento con una dosis de un máximo de 500 mg o incluso mejor, utilizar una dosis más baja recomendada para ser tomada dos veces al día.

Tanto Li y colaboradores así como los autores de un editorial acompañante – los doctores Ian R Reid y Mark J Bolland (Universidad de Auckland, Nueva Zelanda), dicen que creen que el pico en las concentraciones de calcio que se produce en la sangre después de la suplementación con grandes cargas de calcio puede ser el culpable en el aumento del riesgo de IM, posiblemente ayudando o acelerando la aterogénesis.

Por el contrario, el calcio dietético es tomado en pequeñas cantidades repartidas durante todo el día, por lo general junto con las grasas y las proteínas, por lo que se absorbe lentamente, causando pequeños cambios en los niveles séricos de calcio.

Los suplementos de calcio han sido ampliamente aceptados por médicos y pacientes en general, sobre la base de que son una forma natural y por tanto, segura de prevenir las fracturas osteoporóticas. Sin embargo, cada vez es más evidente que la ingestión de este micronutriente en una o dos dosis diarias NO es natural, ya que no se reproducen los mismos efectos metabólicos del el calcio en los alimentos. Debemos volver a ver al calcio como un componente importante de una dieta equilibrada y no como una panacea de bajo costo para el problema universal de la pérdida ósea en la posmenopausia.

Li y colaboradores analizaron los datos epidemiológicos de una de las dos cohortes de Alemania, Heidelberg, participando en el Estudio de Investigación Prospectiva Europea sobre Cáncer y Nutrición (EPIC, por sus siglas en inglés). Hubo 23.980 participantes de entre 35 y 64 años, libres de eventos cardiovasculares mayores en el momento del reclutamiento. Se utilizó un cuestionario auto-administrado de frecuencia de alimentos para evaluar el consumo de 148 tipos de alimentos en los 12 meses anteriores a la fecha del reclutamiento. Y en una entrevista inicial, así como en los cuestionarios de seguimiento, se les preguntó a los participantes si habían tomado regularmente vitaminas / suplementos minerales en las últimas cuatro semanas.

Después de un promedio de seguimiento de 11 años, fueron documentados 354 infartos de miocardio, 260 ictus (anteriormente llamados accidentes cerebrovasculares) y 267 muertes cardiovasculares. No hubo asociación entre el uso de suplementos de calcio y los accidentes cerebrovasculares o la mortalidad CV. Pero los usuarios de cualquiera de los suplementos que contenían calcio tuvieron un riesgo significativamente mayor (86% mayor) de infarto de miocardio, en comparación con los no consumidores de dichos suplementos (RR 1,86, IC 95% 1,17 a 2,96) después del ajuste multivariado. Este efecto fue más pronunciado en aquellos que utilizaron los suplementos de calcio puro, a diferencia de los suplementos combinados que contenían calcio (RR 2.39, IC 95% 1.12 a 5.12).

Si bien Rohrmann admite que el número de eventos fue pequeño, sólo 20 infartos de miocardio de 851 usuarios de cualquier suplemento y sólo siete IMs entre las 256 personas que tomaron sólo suplementos de calcio, en comparación con 256 infartos de miocardio entre los 15.959 no usuarios de los suplementos, los resultados siguen siendo válidos ya que son estadísticamente significativos.

Estos resultados se suman a los de otros estudios observacionales y meta-análisis en los últimos años que han sugerido una relación entre los suplementos de calcio y un mayor riesgo de infarto de miocardio.

Reid y Bolland coinciden en su editorial que esta es otra pieza del rompecabezas, donde la evidencia es cada vez más contundente acerca de los efectos cardiovasculares del uso de suplementos de calcio, por lo que se plantea la cuestión de si esto es lo suficientemente grande como para derogar los efectos beneficiosos del calcio sobre las fracturas.

Li y colaboradores también encontraron que la ingesta dietética total de calcio fue de alguna manera protectora contra el IM, a pesar de que no se observó una asociación lineal, tal como habia sido previamente informado. En comparación con aquellos en el cuartil más bajo de la ingesta de calcio en la dieta y en productos lácteos, los agrupados en el tercer cuartil tuvieron alrededor de un 30% de reducción significativa del riesgo de infarto de miocardio RR de 0,69 (IC 95%: 0,50 a 0,94) y 0,68 (IC del 95%: 0,50 a 0,93), respectivamente (RR de 0.69 – 0.68). Pero mientras que los del cuartil más alto también tuvieron un menor riesgo de infarto de miocardio que aquellos en el cuartil más bajo, esta diferencia no fue significativa.

Referencias:

  1. LI K, Kaaks R, Linseisen J, et al. Associations of dietary intake and calcium supplementation with MI and stroke risk and overall CV mortality in the Heidelberg cohort of the European Prospective Investigation into Cancer and Nutrition Study (EPIC-Heidelberg). Heart 2012; 98:920-925.
  2. Reid IR and Bolland MJ. Calcium supplements: Bad for the heart? Heart 2012; 98:895-896.

 

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Dr. Rigoberto J. Marcano Pasquier @rigotordoc

Medicina Interna

Ambulatorio Medis.

Av. José María Vargas. Centro Comercial Santa Fe.

Nivel C3. Consultorio 2.

Caracas. Venezuela.

http://rigobertomarcano.com

Rigoberto José Marcano Pasquier

Médico internista venezolano: 31a de graduado UCV! Tecnofílico. Ecléctico. Co-Investigador del Estudio Evescam, Venezuela y Coordinador de Medios Sociales. Secretario de Redes de la Asociación Venezolana de Aterosclerosis. CEO de Medicina Preventiva Santa Fe. WebMaster de medicinapreventiva.info , medicinapreventiva.com.ve, ava.net.ve y estudioevescam.info.ve Fotógrafo aficionado: Instagram @rigobertomarcano. Médico afiliado a Mercantil Seguros y a Seguros Caracas

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