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Pocos de los que nacen con cardiopatías atienden su condición en la adultez | Por: @linternista

Actualmente el 95 % de los casos con problemas de cardiopatías congénitas llegan a adultos, y cuando los niños se hacen adultos es cuando estos pacientes presentan un mayor riesgo, a pesar de que la esperanza de vida podría ser similar a la de una persona sin cardiopatía congénita se sabe que mueren antes que, los que no las padecen. Y  constituyen la causa principal de  enfermedades del corazón.

Una cardiopatía congénita es una malformación del corazón o de los grandes vasos sanguíneos presente en el feto y en el recién nacido, explica el cardiólogo español Federico Gutiérrez-Larraya del Hospital La Paz. Hasta el momento se desconocen las causas de las cardiopatías congénitas, si bien existen factores de riesgo como enfermedades severas o ingesta de drogas durante el embarazo, antecedentes familiares, alteraciones cromosómicas del niño o la edad de los progenitores.

Y, advierte, no es solo una enfermedad infantil, ya que»algunas se manifiestan clínicamente en edades más tardías (meses o años más tarde)». Los niños pueden nacer con un corazón al que le falta alguna parte o tiene alguna incompleta, o bien tiene orificios en los tabiques que hay entre sus cámaras, o son estrechas o sus válvulas presentan fugas, o los vasos sanguíneos son angostos.

Existen muchos tipos de defectos congénitos del corazón, desde aquellos que tienen un riesgo leve para la salud del niño, hasta aquellos de mayor riesgo que requieren una cirugía inmediata. «La mayoría son leves y solo requieren revisiones cardiológicas periódicas; en casos más graves hacen falta intervenciones terapéuticas mediante cateterismo o cirugía». Y si son muy graves, apunta Gutiérrez-Larraya, «requieren sucesivas intervenciones acompañadas de largas hospitalizaciones, así como revisiones periódicas, que se prolongan en ocasiones hasta que los afectados son adultos».

Cuando los niños se hacen adultos es cuando estos pacientes presentan un mayor riesgo y una de las razones de esta situación es que la mayoría NO acuden al cardiólogo, para mantener un control de su enfermedad.

Cifras comparativas

Las cifras de España, por ejemplo, dicen que ocho de cada mil niños nacidos tienen una cardiopatía congénita, lo que supone unos 4.000 casos nuevos cada año. Sin embargo, Federico Gutiérrez-Larraya cree que ha llegado el momento de revisarla. «Sabemos que la cardiopatía congénita –dice- es una de las causas para interrumpir el embarazo y que casi la mitad de los embarazos con cardiopatías no llegan a término», afirma el cardiólogo del Hospital La Paz.

En su opinión es una cifra «desproporcionada», porque muchas de estas cardiopatías «podría sacarse adelante con los tratamientos actuales». Además, recuerda que como el plazo para la interrupción del embarazo está en el límite entre el 1 y el 2 trimestre es muy «difícil» diagnosticar con «seguridad una cardiopatía».

Y el problema depende muchas veces de «qué profesional sea el que informe a los padres porque muchas veces no hay una coordinación entre los profesionales». Ello hace que antes informaciones contradictorias muchos padres «no aguantes el estrés» y se decidan por la interrupción del embarazo.

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Fuente: ABC.

Daniel Ricardo Hernández @danielricardoh

Comunicador Social

Comité editorial medicinapreventiva.info

Comité editorial de medicinapreventiva.info

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