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El ejercicio debe ser parte del estándar de atención en el tratamiento de todos los pacientes con cáncer | Por: @linternista

De acuerdo con una nueva declaración de la Clinical Oncology Society of Australia (COSA), la principal organización del país para profesionales del cáncer, el ejercicio debe ser parte del estándar de atención en el tratamiento de todos los pacientes con cáncer.[1] Según la recomendación de la COSA, los oncólogos y otros profesionales de la atención del cáncer deben analizar el ejercicio como un tratamiento complementario con los pacientes, prescribirlo de forma rutinaria y remitir a los pacientes a especialistas en ejercicio.

El documento fue publicado en versión electrónica el 7 de mayo en Medical Journal of Australia y en el sitio web  de la Clinical Oncology Society of Australia.

El ejercicio debe «ser visto como una terapia adjunta que ayuda a contrarrestar los efectos adversos del cáncer y su tratamiento», escriben los autores del posicionamiento, dirigidos por Prue Cormie, Ph. D., del Peter MacCallum Cancer Center, en el Royal Melbourne Hospital, en Melbourne, Australia.

La recomendación australiana fue promocionada en múltiples informes de noticias como la primera del mundo, pero esa afirmación puede no ser clara.

«Tanto Australia como el Reino Unido ahora «prescriben» el ejercicio como parte de la atención estándar del cáncer, porque los datos son muy sólidos acerca de que el ejercicio puede ayudar a controlar las toxicidades y los efectos adversos de la terapia del cáncer, ya sea fatiga o depresión o muchos otros problemas», señaló Catherine Alfano, Ph. D., vicepresidenta de Cancer Survivorship, en la American Cancer Society (ACS) en Atlanta, Estados Unidos.

«Estamos trabajando para lograr una declaración como esta en los Estados Unidos, pero aún no hemos creado un mensaje tan fuerte», comentó.

Sin embargo, Alfano observó que la recomendación sobre el ejercicio tanto de la American Cancer Society como del American College of Sports Medicine ya se ha señalado, pero agregó que esas pautas son para pacientes con cáncer y no para médicos y otros proveedores de la salud. El esfuerzo australiano es para profesionales del cuidado del cáncer.

En Estados Unidos están en camino más consejos para los especialistas en cáncer. Alfano es parte de un panel convocado por la American Society of Clinical Oncology para ayudar a los oncólogos a prescribir intervenciones de control de peso y ejercicio para sus pacientes.

La guía australiana exige que los pacientes con cáncer realicen lo siguiente:

  • Al menos 150 minutos de ejercicio aeróbico de intensidad moderada o 75 minutos de intensidad vigorosa (por ejemplo, caminar, trotar, andar en bicicleta, nadar) cada semana; y

  • 2 o 3 sesiones con ejercicios de resistencia (por ejemplo, levantamiento de pesas) cada semana con ejercicios de intensidad moderada a vigorosa dirigidos a los principales grupos musculares.

El ejercicio debe adaptarse a las capacidades del individuo, los efectos adversos relacionados con el tratamiento, la trayectoria anticipada de la enfermedad y el estado de salud, agrega.

«La idea de que debemos proteger a un paciente, «envolverlo en algodón», es anticuada y no está respaldada por la investigación», dijo el Dr. David Speakman, director médico del MacCallum Cancer Center, en un informe de noticias australiano.[2]

«Nos encontramos en un punto donde el nivel de evidencia es realmente indiscutible y la suspensión del ejercicio probablemente es perjudicial», dijo el Dr. Cormie en la misma noticia.

La nueva guía australiana comenta que la «evidencia más sólida» para el uso del ejercicio consiste en que mejora la función física (como la aptitud aeróbica, la fuerza muscular y la capacidad funcional), atenúa la fatiga relacionada con el cáncer, alivia la angustia psicológica y mejora la calidad de vida.

La «evidencia emergente» indica que el ejercicio sistemático antes, durante o después del tratamiento del cáncer disminuye la severidad de otros efectos secundarios adversos (además de la fatiga y la angustia) y se asocia con un riesgo reducido de desarrollar nuevos tipos de cáncer, señalan los autores de la guía.

Además, la investigación epidemiológica «sugiere» que la actividad física protege contra la recurrencia del cáncer, la mortalidad específica del cáncer y la mortalidad por todas las causas para algunos tipos de cáncer. Los autores australianos señalan que esta investigación se enfoca principalmente en el cáncer de mama, colorrectal y de próstata.

Los estudios clínicos en curso evaluarán definitivamente los efectos del ejercicio sobre la sobrevida del cáncer.

El nuevo posicionamiento de la Clinical Oncology Society of Australia cuenta con el respaldo de otros 26 grupos de cáncer en el país.

Fuente: espanol.medscape.com

Referencias:

  1. Cormie P, Atkinson M, Bucci L, Cust A, y cols. Clinical Oncology Society of Australia position statement on exercise in cancer care. Med J Aust. 7 May 2018. doi: 10.5694/mja18.00199. PMID: 29719196. Posicionamientom

  2. Wood P. ‘World-first’ call for exercise to be prescribed to all Australian cancer patients. ABC News Breakfast. Publicado el 6 de mayo de 2018. Consultado en versión electrónica. Disponible en: http://www.abc.net.au/news/2018-05-07/cancer-patients-engaging-in-exercise-show-improvement/9733882

Comité editorial medicinapreventiva.info

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