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En la prevención de neumonía la vacuna de la gripe es IMPORTANTE y la del neumococo es VITAL | Por: @rigotordoc

La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que la gripe estacional es un problema de salud pública con un resultado anual de 3 a 5 millones de casos de enfermedad grave y entre 250.000 y 500.000 muertes a nivel mundial. Por su parte, la enfermedad neumocócica según la OMS es la primera causa de muerte prevenible mediante vacunación.

neumoniaLa neumonía es una enfermedad común que afecta a millones de personas en el mundo cada año. Es una infección del pulmón caracterizada por la multiplicación de microorganismos en el interior de los alvéolos, lo que provoca una inflamación con daño pulmonar. Las neumonías ocurren cuando un germen infeccioso invade el tejido pulmonar. Estos gérmenes pueden llegar al pulmón por tres vías distintas: por aspiración desde la nariz o la faringe, por inhalación o por vía sanguínea.

Las vías respiratorias tienen mecanismos de defensa que evitan que lleguen bacterias al pulmón, como son la tos, la presencia de células con cilios, y células y sustancias especialmente diseñadas para la inmunidad. Estas defensas pueden debilitarse por determinadas circunstancias y facilitar así que los gérmenes alcancen el pulmón y produzcan infecciones.

Algunos procesos que producen estas alteraciones de los mecanismos de defensa son el consumo de tabaco, las enfermedades pulmonares crónicas, el alcoholismo, la desnutrición, la diabetes, los problemas crónicos renales o hepáticos, las alteraciones de nivel de conciencia y las deficiencias de inmunidad.

Pueden causarla diversos tipos de microbios tales como bacterias, virus y hongos. En los adultos, las bacterias son la causa más común de neumonía.

Entre los agentes que más frecuentemente causan las neumonías tenemos:

  • neumococo
    Streptococcus pneumoniae

    El Streptococcus pneumoniae (neumococo), el más frecuente: Es la causa identificable más frecuente de neumonía bacteriana y causa dos terceras partes de las neumonías bacteriémicas extrahospitalarias. Suele ser esporádica, se produce sobre todo en invierno y afecta con más frecuencia a pacientes de edades extremas.

  • Los virus, como el virus de la gripe, también son una causa común de neumonía: Los virus invaden el epitelio bronquiolar, produciendo una bronquitis; la infección se puede extender hacia el intersticio pulmonar y los alvéolos, originando una neumonía.
  • Otros gérmenes que pueden causar neumonías son el estafilococo, el mycoplasma y los bacilos gram negativos.
  • Pneumocystis carinii, En los pacientes inmunodeficientes, cuando está alterada la inmunidad mediada por células, como en los tumores hematológicos, los procesos linfoproliferativos, la quimioterapia por cáncer y el sida.

Puesto que muchas de las neumonías comienzan tras un proceso viral o gripal, la vacunación anual antigripal es muy importante especialmente en las personas que pertenecen a grupos de riesgo.

La vacuna antigripal es recomendada para personas de más de 6 meses de edad, tanto las sanas como aquellas con afecciones médicas crónicas. Cada vacuna TRIVALENTE contiene tres cepas de virus de la gripe cultivados en huevos embrionados e inactivados. El tipo y cantidad de antígenos virales contenidos en FluaRIX®, en VAXIGRIP® o IDflu® para la temporada 2014-2015 siguen los requerimientos de la OMS – un virus A/California/7/2009 (H1N1), un virus A/Texas/50/2012 (H3N2) (H3N2), y un virus B/Massachusetts/2/2012 (Linaje Yamagata). Los virus que se utilizan en la elaboración de la vacuna cambian todos los años, según los hallazgos de las actividades de vigilancia internacional y las predicciones de los científicos sobre qué tipos y cepas de virus circularán en un determinado año. También estará disponible una vacuna TETRAVALENTE con las tres cepas de virus anteriores más un virus B/Brisbane/60/2008 (Linaje Victoria).

El impacto de una vacuna TETRAVALENTE podría dar lugar a una reducción moderada de resultados asociadas a la influenza (por 2.200-970.000 casos, 14-8.200 hospitalizaciones y 1-485 muertes al año), dependiendo de suministro de vacunas adecuadas, la cobertura , la eficacia y la incidencia de la gripe asociada a los dos linajes B. Todas las personas mayores de 6 meses de edad deben recibir una vacuna contra la gripe cada año.

Según las cifras oficiales venezolanas al 30 de agosto del 2014, en la tipificación de los virus respiratorios circulantes causantes de los casos confirmados por el ministerio, mostrados en el gráfico N° 8 del boletín epidemiológico Nro 35, el 40% corresponde al serotipo H3N2, 25,3% al serotipo de influenza B-I, 12% al rinovirus, apenas 4% a los serotipos H1N1, influenza A y adenovirus. Estas tipificaciones van variando durante el año y se debe hacer notar que, por lo menos en esta distribución los virus B estuvieron más frecuentes que los virus A.

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Por su parte, la vacuna antineumocócica evita la aparición de neumonías con bacteriemia causadas por neumococo.

El S. pneumoniae (neumococo) constituye una causa importante de morbilidad y mortalidad en el mundo. Según estimaciones de la OMS, es responsable de 1,6 millones de muertes anuales, siendo responsable de hasta un 20 % de la mortalidad de los casos con neumonía bacteriémica, aumentando hasta un 60% en las personas mayores, y de un 30 % para la meningitis, llegando hasta un 80% en los mayores, por lo que es la enfermedad prevenible por vacunas que más mortalidad causa, siendo los más afectados los niños más pequeños y los adultos de mayor edad.

Existen 90 tipos diferentes de neumococo con diferente agresividad. El contagio se produce de una persona a otra por contacto cercano a través de las secreciones respiratorias y puede afectar a cualquier individuo, aunque algunas personas tienen mayor riesgo de enfermar y con manifestaciones más graves.

Las diversas enfermedades producidas por esta bacteria se han convertido en una causa importante de enfermedad grave y muerte en los niños menores de 5 años en países desarrollados. Además estas infecciones son también más frecuentes en personas de 65 o más años y cuando los pacientes padecen además ciertas enfermedades crónicas o pertenecen a grupos especiales de mayor riesgo. Esto, además del aumento de las resistencias a los antibióticos en los últimos tiempos, convierten a la vacunación en un recurso sanitario preventivo importante.

Según las cifras oficiales venezolanas al 30 de agosto del 2014, en el boletín epidemiológico Nro 35 se reportaron 2.650 casos de neumonía, con un aumento del 12,72% con relación a la semana anterior. Si bien el porcentaje más elevado de neumonías que se observa en el gráfico N° 5 corresponde a la población de 1 a 4 años, con un 20,79%, pueden verse también un importante número de casos tanto en adultos jóvenes como en personas por encima de los 65 años de edad.

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La vacunación antineumocócica está especialmente recomendada en personas que presentan determinadas comorbilidades (enfermedad pulmonar crónica, enfermedad renal crónica, enfermedad cardiaca, enfermedad hepática y diabetes, entre otras), porque aumentan el riesgo de padecer enfermedad neumocócica invasiva.

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Existen dos tipos de vacunas contra el neumococo:

Vacuna antineumocócica polisacárida 23-valente (VNP): protege frente a 23 serotipos de neumococo (entre los que se encuentran el 90% de los que causan infecciones graves). Resulta efectiva en la mayoría de los adultos sanos a las 2-3 semanas de su administración pero que tiene el inconveniente de que no es efectiva en niños menores de 2 años por lo que no se debe utilizar en este grupo de edad. Además, en algunas personas muy ancianas y pacientes con enfermedades crónicas prolongadas o con deficiencias en su sistema inmunológico pueden no responder adecuadamente a la vacuna. En estas personas el riesgo de enfermedad por el neumococo es también superior por lo que se aconseja su vacunación. Además proporciona una protección poco duradera (alrededor de 3 a 5 años en adultos sanos). Protege a un 60-70% de adultos sanos que la reciben y durante un período de aproximadamente 5 años. Los niveles de anticuerpos disminuyen progresivamente tras la vacunación hasta alcanzar los valores prevacunales tras un periodo de 3 a 10 años.

Vacuna antineumocócica conjugada (VNC): protege frente a 13 serotipos de neumococo. Los 13 serotipos de neumococo incluidos en esta vacuna (1, 3, 4, 5, 6A, 6B, 7F, 9V, 14, 18C, 19A, 19F y 23F) son responsables de, al menos, el 50-76% de los casos de enfermedad neumocócica invasiva en adultos de 50 años de edad o mayores. Tienen utilidad en la prevención de la enfermedad neumocócica ya que consiguen una excelente respuesta inmune y duradera, con protección a largo plazo: 97% de eficacia en la prevención de meningitis e infección de la sangre, protegen de parte de las neumonías y tienen una protección moderada frente a la otitis media aguda causada por neumococo. Pueden utilizarse en niños hasta los 5 años de edad y también puede ser utilizada en personas de 50 o más años con determinadas enfermedades crónicas. El desarrollo de la vacuna antineumocócica conjugada ha supuesto un gran avance, ya que presenta varias ventajas respecto a la vacuna polisacárida. Entre éstas cabe destacar que induce una mejor respuesta inmunológica y genera memoria inmunológica.

Recientemente, la Agencia Europea del Medicamento (EMA) aprobó su uso como la inmunización activa para la prevención de la enfermedad invasiva causada por S. pneumoniae en adultos de 50 años de edad o mayores. La aprobación de esta nueva indicación se basa en los datos clínicos de inmunogenicidad y seguridad obtenidos en más de 6.000 adultos, entre 50 y 95 años, incluyendo adultos a partir de 65 años previamente vacunados con una o más dosis de la vacuna anti-neumocócica polisacárida de 23 serotipos (VNP23).

La importancia sanitaria de la enfermedad ha llevado a que en varios países se haya incorporado la vacunación frente al neumococo en personas mayores de 64 años y en personas con enfermedades que los hacen mas propensos a la infección, utilizando la vacuna de polisacáridos y asociándola a las campañas de vacunación antigripal. Administrar las dos vacunas hace que los beneficios de ambas sean superiores.

La vacuna se recomienda para:

  • Fumadores de cigarrillo de 19 a 60 años.
  • Todas las personas de 60 años en adelante.
  • Las personas de 2 años en adelante con un alto riesgo de infección con:
    • Enfermedades crónicas: enfermedades cardíacas, alcoholismo, anemia de células falciformes, enfermedades pulmonares, diabetes o enfermedades hepáticas avanzadas.
    • Enfermedades que producen una disminución de las defensas inmunológicas: problemas renales serios, pacientes trasplantados, pacientes a los que se les ha extirpado el bazo, enfermedad de Hodking, linfoma, leucemia, mieloma, VIH o SIDA.
    • Pacientes que tengan que recibir algún tratamiento que disminuya sus defensas inmunológicas: tratamiento prolongado con corticoides, medicamentos inmunosupresores, determinados tratamientos contra el cáncer o radioterapia.
    • Personas que viven en hogares o residencias de ancianos (centros de convalecencia).
    • Personas que vivan en cualquier institución en donde haya otros individuos con problemas de salud crónicos.

En estudios aleatorizados y multicéntricos en los Estados Unidos y Europa, las personas mayores de 50 años recibieron Prevenar 13 o Pneumo 23; los estudios mostraron que para los 12 serotipos comunes, Prevenar 13 indujo niveles de anticuerpos que fueron ya sea comparables o superior a los niveles inducidos por Pneumo 23.

Recientemente se ha visto que la combinación de ambas vacunas aumenta el potencial de inmunogenicidad en adultos. La VNC13 sensibiliza el sistema inmune para que genere una respuesta booster ante una segunda administración de cualquiera de las dos vacunas y por tanto, que la vacuna conjugada induce memoria inmunológica.

En Alemania, asumiendo una efectividad comparable entre la VNC7 y la VNC13, un modelo ha mostrado que la estrategia de vacunación con VNC13 en adultos mayores de 50 años y aquellos pertencientes a grupos de riesgo, resulta más coste-efectiva que vacunar con VNP23, y que no vacunar. En EE.UU. la vacunación con VNC13 a adultos de 65 años, o más, así como a los pertenecientes a grupos de riesgo, se estimó más coste-efectiva que la vacunación con VNP23 aunque asumiendo un cierto grado de protección frente a la neumonía no bacteriémica para la que la VNC13 está indicada en los adultos de este país. Otro modelo estadounidense, que tomaba los adultos de 50 años, o más, también encontraba mayor impacto sobre la carga total de enfermedad neumocócica con la VNC13 que con la VNP23

Según el Comité Asesor de Vacunas Español, se recomienda comenzar por el preparado conjugado (Prevenar 13) y, al menos 8 semanas después, aplicar la vacuna antineumocócica de polisacáridos de 23 serotipos (Pneumo 23). Si ya se hubiera recibido la vacuna polisacarídica se han de esperar, al menos, 12 meses para administrar la vacuna conjugada.

Aparte de la combinación de las vacuna antineumococo polisacárida y conjugada para obtener mayor respuesta inmune contra el neumococo en aquellos pacientes en los que se considere pertinente, el uso simultáneo de la vacuna antigripal, especialmente en las personas susceptibles, es una medida excelente de protección contra la neumonía que debe tenerse en cuenta en dichos pacientes.

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Dr. Rigoberto J. Marcano Pasquier @rigotordoc

Medicina Interna

Ambulatorio Medis.

Av. José María Vargas. Centro Comercial Santa Fe.

Nivel C3. Consultorio 2.

Caracas. Venezuela.

http://rigobertomarcano.com

Comité editorial medicinapreventiva.info

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