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La actividad física estimula el crecimiento de nuevas neuronas | Por: @linternista

Científicos señalan por qué la actividad física es tan buena para el cerebro y aseguran que para empezar aumenta el flujo sanguíneo, lo que mejora la salud cerebrovascular; liberan factores neurotróficos que estimula el crecimiento de nuevas neuronas; y los beneficios de metabolismo de la glucosa y de los lípidos que aportan nutrientes al cerebro.

Investigadores del Instituto Beckman de la Universidad de Illinois encontraron que la actividad física también se asocia con una mejor integridad de la materia blanca sobre todo en los niños.

La actividad física mejora la microestructura de la materia blanca en el cerebro. La Integridad de la materia blanca está ligada a la conducción más rápida neuronal entre regiones del cerebro y el rendimiento cognitivo superior.

La actividad física por tanto reduciría la posibilidad de desarrollar esclerosis múltiple. Así mismo, los cambios en la materia blanca, conocidos como placas amiloides, se asocian con la enfermedad de Alzheimer y otras enfermedades neurodegenerativas.

La actividad física se recomienda desde la niñez, solo es necesario tener una buena guía para que esta rinda buenos frutos.

Lluvia de beneficios

La actividad física reporta muchos beneficios a la salud. Estos beneficios se presentan por igual en personas de ambos sexos y de cualquier edad y raza.

Por ejemplo, la actividad física le ayuda a mantenerse en un peso saludable y le facilita realizar sus tareas diarias, como subir escaleras e ir de compras. Los adultos que se mantienen físicamente activos corren menos riesgo de sufrir depresión y disminución de la función cognitiva a medida que envejecen. (La función cognitiva abarca las destrezas de razonamiento, aprendizaje y discernimiento). Los niños y adolescentes que se mantienen físicamente activos pueden tener menos síntomas de depresión que sus compañeros.

La actividad física también reduce el riesgo de sufrir muchas enfermedades, como la enfermedad coronaria, la diabetes y el cáncer. Muchos estudios han demostrado los beneficios claros que la actividad física reporta al corazón y los pulmones.

Cuando se realiza con regularidad, la actividad física moderada e intensa fortalece el músculo cardíaco o músculo del corazón. Al hacerlo, mejora la capacidad del corazón para bombear sangre a los pulmones y al resto del cuerpo. Entonces circula más sangre hacia los músculos y las concentraciones de oxígeno en la sangre aumentan.

Los capilares, que son los vasos sanguíneos diminutos del cuerpo, también se ensanchan. Esto les permite llevar más oxígeno a todas partes del organismo y transportar fuera de ellas los productos de desecho.

Cuando se realiza con regularidad, la actividad aeróbica moderada e intensa puede disminuir el riesgo de la enfermedad coronaria. La enfermedad coronaria se debe al depósito de un material graso llamado placa en el interior de las arterias coronarias, que son las que llevan sangre rica en oxígeno al músculo cardíaco.

La placa estrecha las arterias coronarias y reduce la circulación de la sangre en el músculo cardíaco. Con el tiempo, una zona de la placa puede romperse y en su superficie puede formarse un coágulo de sangre.

Si el coágulo crece lo suficiente, puede bloquear de manera parcial o total la circulación de la sangre que pasa por una arteria coronaria. El bloqueo de la circulación al músculo cardíaco provoca un ataque cardíaco.

Ciertas características, enfermedades o hábitos pueden aumentar el riesgo de sufrir la enfermedad coronaria. La actividad física puede contribuir a controlar algunos de estos factores de riesgo por varias razones:

  • Puede bajar la presión arterial y las concentraciones de triglicéridos, que son un tipo de grasa de la sangre.
  • Puede elevar las concentraciones de colesterol HDL o colesterol “bueno”.
  • Le ayuda al organismo a controlar las concentraciones de glucosa y de insulina de la sangre, con lo cual se reduce el riesgo de sufrir diabetes de tipo 2.
  • Disminuye las concentraciones de proteína C reactiva en el organismo. Esta proteína es un indicador de la inflamación. Las concentraciones altas de la proteína C reactiva pueden indicar un mayor riesgo de sufrir la enfermedad coronaria.
  • Ayuda a disminuir el sobrepeso y la obesidad cuando se combina con el consumo de una alimentación con menos calorías. La actividad física también le ayuda a la persona a mantenerse en un peso saludable con el paso del tiempo tras haber bajado de peso.
  • Puede servir para dejar de fumar . El hábito de fumar es uno de los principales factores de riesgo de la enfermedad coronaria.

Fuentes: Excelsior.com.mx, Nhlbi.nih.gov.

Daniel Ricardo Hernández @danielricardoh

Comunicador Social

Comité editorial medicinapreventiva.info

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